Los ganaderos españoles, los que más cobran por la leche en Europa

M. ALFONSOREDACCIÓN / LA VOZ


ALBERTO LÓPEZ
La Federación de Industrias Lácteas presenta la primera edición de su barómetro, en el que concluye que esos precios le están restando competitividad al sector
04 oct 2023. Actualizado a las 09:44 h.
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La Federación de Industrias Lácteas (Fenil) quiere dar a conocer las cifras que conforman la realidad del sector lácteo español. Por eso ha anunciado la publicación periódica de un barómetro en el que incluirá información y datos de fuentes oficiales «que ayuden a desvelar cuál es la realidad del sector», aseguró Luis Calabozo, director general de esta entidad. Él fue el encargado de dar a conocer la primera edición de esta publicación, en la que se desvela que los ganaderos españoles son los que más precio perciben por la leche en toda Europa. El problema es que, añade Calabozo, esos precios elevados están restando competitividad en los mercados a las industrias.


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«España cuenta con la leche pagada al ganadero más cara de toda la Unión Europea», aseguró Calabozo. Según el barómetro, un ganadero de nuestro país percibe 51 céntimos por kilo de leche, frente a los 41 que percibe un alemán, los 45 de un francés o los 39 de un irlandés. La cifra que perciben los ganaderos españoles es también superior a la media de la UE, cifrada en 43 céntimos por kilo de leche.
La primera conclusión que Fenil extrae de estos datos es que estos elevados costes están provocando «la pérdida de competitividad en todos los mercados», explica Calabozo. Porque «las importaciones de productos lácteos suben y las exportaciones bajan». Y eso es así porque «superada la crisis de los costes de producción, en España no se ha adaptado el mercado como sí lo está haciendo el resto de Europa», afirma.


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Hasta el año 2016, insiste el director general de Fenil, se habían ido sustituyendo las importaciones de productos lácteos. «Dejamos de importar medio millón de toneladas de leche y también fuimos sustituyendo las importaciones de quesos, al tiempo que nuestros quesos abrieron nuevos mercados en el exterior», sostiene. Esa tendencia comenzó a revertirse en el año 2021 y, actualmente, las importaciones de queso y leche han vuelto a aumentar.
En cuanto al mercado nacional, el consumo de leche se ha mantenido «porque este es un alimento básico muy poco sensible a las variaciones de precio». Sin embargo, el consumo de yogures y quesos ha descendido, el primero un 4,7 % y el segundo un 0,4 %. «Son caídas importantes porque implican pérdidas de cuota de mercado», añade. Porque España está importando queso más barato, que le está comiendo mercado a las producciones nacionales. «El queso del norte de Europa llega a España con un precio unitario de entre 3,5 y 4,5 euros. En España, con nuestros precios de la leche no podemos hacer quesos para competir con ellos», argumenta.


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Más precio no implica más leche
Otro de los problemas que ha detectado el barómetro de Fenil es que el hecho de que los ganaderos estén percibiendo más dinero por sus producciones no ha podido evitar una caída en la producción de leche.« Los precios récords pagados al ganadero en algunos países no se está traduciendo en un aumento de la producción, es decir, existen factores estructurales más allá del precio, que están condicionando la evolución de la producción de leche en España», reza el barómetro. «Hay factores estructurales que explican esa falta de producción y eso es lo que más nos preocupa, porque puede condicionar el futuro del sector lácteo», añade Calabozo.
Con toda esta información en la mano, Fenil considera que el sector debe platearse una serie de retos. El primero pasa por recuperar la competitivad para seguir garantizando al consumidor el abastecimiento de este alimento esencial y que este sea producido en España. El segundo consiste en identificar y favorecer los modelos y las condiciones que permitirán atraer al sector a personas y capital que mejoren la eficiencia de la producción. «No podemos poner cortapisas al modelo de producción, en España se puede producir leche de manera rentable y competitiva», argumenta Calabozo. También apuesta por identificar los modelos de producción que están teniendo éxito en España y los que pueden ser resilientes ante la volatilidad de precios que caracteriza al sector.

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