En el año 1992 estuve en Venezuela, un taxista de Caracas nos dijo que él cuando regresaba a casa con la recaudación por la noche llevaba en la típica bolsa de tela de pan metida la Smith&Welson del 38 empuñándola.
Si aparecía alguien con intención de robarle no dudo que apretaría el gatillo ya que ellos no dudarían en matarte para robarte.