Segismunda
Reina de los Trolls
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La creciente comunidad latina ha introducido en España una costumbre insólita: el apartabraga, un tipo de sesso sin contacto piel con piel, sin besos ni magreos, que generalmente tiene lugar el los baños públicos con la ropa puesta.
De esta forma, las parejas jóvenes consiguen soportar la monogamia, cada vez más impopular, sin sucumbir a los celos.
«Ay, papi, apárteme la pantaleta que estoy arrechota». Los vestidos veraniegos facilitan el apartabragueo.
La pronografía no refleja esta práctica sensual de manera apropiada, pero nos serviremos de ella para ejemplificar qué se considera un apartabraga canónico y qué no.
Sobre estás líneas, una esposa con tres hijos comete infidelidad en el WC de un restaurante. Un apartabraga con bombacha no está permitido, pues el contacto físico es extremo e íntimo.
En este otro caso, una mujer está sentada sobre el lavabo de un pub, mientras un cani le aparta la pantaleta para introducirle el miembro viril. Este sería un apartabragueo legítimo si no fuera por un error: el hombre no se ha puesto condón, de modo que la mujer está siéndole infiel a su novio.
«A mi novia la acaban de apartabraguear en el retrete pero lo llevo guay, no son cuernos», nos explica el chico bailongo de la imagen superior.
Para echar un apartabraga conviene retirar la pantaleta hacia un lado, pues al bajarla se produce mayor contacto.
La pantaleta de tipo culotte (que se llama así porque cubre el ojo ciego) es más apropiada para un apartabragueo casto.
Él y su novia son una de las muchas parejas españolas que han adoptado esta costumbre sudamericana.
Si bien este hombre está desnudo y no usa condón, la forma en que agarra la cintura cubierta por el vestido es correcta. En ningún caso debe remangarse más ropa de la necesaria, pues eso sería una deslealtad.
Mientras su novio habla con su hermana (al fondo de la foto), Laura ya lo ha decidido: este mañaco tan rubito summer le va a meter una apartabragueada épica. Sólo extraerá el miembro viril por la bragueta de sus shorts, sin quitarse el pantalón y con preservativo. Ella no es ninguna furciota.
Mujer se dispone a echar un apartabraga con el técnico de Orange mientras su marido desayuna. Por desgracia, el chico es joven e inexperto, se ha quitado la camiseta y ambos podrían incurrir en una infidelidad. Dependerá de la pericia y el saber estar de ella:
Ahora ya es una realidad en España y solo el tiempo dirá si se adapta de una forma más fiel a Sudamérica o adopta peculiaridades ibéricas. Pronto lo veremos en playas, baños de pubs, callejones y parkings.
¿Y tú? ¿Te animas a apartar la pantaleta?
.
De esta forma, las parejas jóvenes consiguen soportar la monogamia, cada vez más impopular, sin sucumbir a los celos.
«Ay, papi, apárteme la pantaleta que estoy arrechota». Los vestidos veraniegos facilitan el apartabragueo.
La pronografía no refleja esta práctica sensual de manera apropiada, pero nos serviremos de ella para ejemplificar qué se considera un apartabraga canónico y qué no.
Sobre estás líneas, una esposa con tres hijos comete infidelidad en el WC de un restaurante. Un apartabraga con bombacha no está permitido, pues el contacto físico es extremo e íntimo.
En este otro caso, una mujer está sentada sobre el lavabo de un pub, mientras un cani le aparta la pantaleta para introducirle el miembro viril. Este sería un apartabragueo legítimo si no fuera por un error: el hombre no se ha puesto condón, de modo que la mujer está siéndole infiel a su novio.
«Me sentí muy mal conmigo misma, nunca había sido infiel antes, pero no teníamos goma para echar un apartabraga», confiesa Jennifer, entre sollozos.
«A mi novia la acaban de apartabraguear en el retrete pero lo llevo guay, no son cuernos», nos explica el chico bailongo de la imagen superior.
Para echar un apartabraga conviene retirar la pantaleta hacia un lado, pues al bajarla se produce mayor contacto.
La pantaleta de tipo culotte (que se llama así porque cubre el ojo ciego) es más apropiada para un apartabragueo casto.
«No me siento cómodo cuando mi novia se aparta una pantaleta que no sea culotte con su compañero de la oficina a la hora del café. Sé que no es infidelidad, pero se acerca», nos cuenta Jairo.
Él y su novia son una de las muchas parejas españolas que han adoptado esta costumbre sudamericana.
Si bien este hombre está desnudo y no usa condón, la forma en que agarra la cintura cubierta por el vestido es correcta. En ningún caso debe remangarse más ropa de la necesaria, pues eso sería una deslealtad.
«En el calor del momento me puse tan chanchota que me bajé el balcón y me saqué las lecheritas para que el wey me las manosiara, menos mal que él fue fuerte en Cristo y no lo hizo. Yo no soportaría serle infiel a mi esposo", asegura Palmira del Carmen».
Mientras su novio habla con su hermana (al fondo de la foto), Laura ya lo ha decidido: este mañaco tan rubito summer le va a meter una apartabragueada épica. Sólo extraerá el miembro viril por la bragueta de sus shorts, sin quitarse el pantalón y con preservativo. Ella no es ninguna furciota.
Mujer se dispone a echar un apartabraga con el técnico de Orange mientras su marido desayuna. Por desgracia, el chico es joven e inexperto, se ha quitado la camiseta y ambos podrían incurrir en una infidelidad. Dependerá de la pericia y el saber estar de ella:
«Tengo el caga-carajitos babosote de ver lo fibroso que está el man, pero no pienso tocarle el torso ¿Qué pensaría mi marido?»
Sobra decir que, aunque una pareja ocasional practique el apartabraga, el hombre no debe retirar el condón y eyacular sobre parte alguna de la mujer. Aunque no haya contacto físico, el leche se considera equivalente al miembro viril a los efectos. Cada año, decenas de parejas rompen por no conocer o compartir las normas del sesso apartabraguero.Ahora ya es una realidad en España y solo el tiempo dirá si se adapta de una forma más fiel a Sudamérica o adopta peculiaridades ibéricas. Pronto lo veremos en playas, baños de pubs, callejones y parkings.
¿Y tú? ¿Te animas a apartar la pantaleta?
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