Ley tras*: «Lo que han hecho con mi hija es una barbaridad. Es peor que una secta»

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Pues me dan mucha pena estos padres y la hija también.Cuantos casos hay de padres que se esfuerzan en dar una buena educación en casa,hablar con sus hijos e intentar amueblarles bien la cabeza,pero finalmente les salen “rana”.Se meten en bandas,drojas,sectas,rollos LGTBI y los padres se desesperan preguntándose en qué momento han fallado.
Es muy difícil educar contradiciendo el discurso oficial global.No solo se lo meten en la cabeza en las escuelas,sino absolutamente en todo,redes sociales,videojuegos,películas y series,libros,música.Ademas,a todo esto se suma la presión del grupo y amigos.
Gracias a Dios que me eduque en otra época y tengo capacidad para cribar toda esa cosa.Pero,un niño nacido y criado desde siempre bombardeado por esta doctrina,puff.Sus padres no pueden crear una burbuja para aislarlo del mundo.

Seguro que esos mismos padres, salían a aplaudir a las 20 H. y se han inyectado todas las ponzoñas reglamentarias.

Es mejor, enseñar a tu hijo a los 7 años que el Estado es su enemigo y que no debe hacer demasiado caso a los progresores y su propaganda infecta, que lamentarlo luego.

La joven del relato es carne de suicidio, del que el Estado, sin ninguna duda será autor intelectual.
 
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