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Rosa Díez es el Lerroux del XXI
Le pringaron por lo del estraperlo, una milésima comparado con los eres, la gurtel, los pujoles o los escándalos de la complutense. El final del bienio de derechas es una de las páginas más vergonzantes del engendro republicano.
A Lerroux no le habría afectado el escándalo si las izquierdas no hubieran movido el asunto meses después, sobre todo Indalecio Prieto y Azaña, no hay que olvidar que el Partido Radical tenía como aliado a la CEDA y Lerroux en ese momento estaba considerado un derechista por la opinión de izquierdas....y a lo mejor lo era de verdad porque en Julio del 36 apoyó públicamente el alzamiento (aunque se largó de España).
Y lo pringaron o ya estaba pringado?...según las acusaciones Lerroux se llevaría el 25% de las ganancias de la ruleta trucada a traves de su sobrino e hijo adoptivo que actuaba de testaferro... y esas acusaciones se las creyeron y respaldaron tanto Azaña como Prieto.
La ruleta era un timo como una catedral, por lo visto la banca ganaba cuando quería y para disimular ponían a ganchos o cackles que ganaban alguna jugada para atraer apostantes, mas o menos como los trileros de la calle.
SOL Y MOSCAS: BARCENAS Y EL ESTRAPERLO
Seguramente todo falso. De las izquierdas nunca se debe uno fiar. Los liberales siempre hemos sufrido el complot de todo el espectro político, sobre todo la derecha.
Seamos serios, hoy en día casi nadie sabe nada de Lerroux, fuera de cuatro lugares comunes ("el emperador del Paralelo", el estraperlo y cuatro frases incendiarias). La prueba la tenemos en este hilo.
Lerroux era el caudillo histórico del republicanismo en España desde tres décadas antes. Era uno de los firmantes del pacto de San Sebastián y fue ministro de Estado en el primer gobierno del nuevo régimen. Después de las elecciones sus antiguos aliados le dieron la patada en salva sea la parte y colocaron en la presidencia del gobierno a un don nadie, a Manuel Azaña, un escritor sin lectores y un político sin votantes. Un tipo que sin el apoyo del PSOE, y en especial de su amigo Indalecio Prieto, nunca habría llegado a nada. El partido de Lerroux se presentó solo a las elecciones de 1931 y 1933 y en ambos obtuvo muchos más votos de los que jamás consiguió ese pelele de Azaña. En las dos citas electorales el Partido Republicano Radical fue el segundo más votado, a mucha distancia del grupúsculo azañista, que en las de 1933 no consiguió ni un solo escaño. Para no quedarse sin su acta de diputado Azaña se presentó en las listas del PSOE por Bilbao, justo detrás del tipo que lo manejaba como a un monigote, su amigo del alma, el inefable Prieto.
Los ataques ad hominem hacia Lerroux por parte de la izquierda esconden malamente la verdadera causa de su inquina, que no tienen nada que ver con sus defectos de carácter o su escasa jovenlandesalidad (como si los de las chekas, el yate Turquesa y Casasviejas tuvieran autoridad jovenlandesal para señalarle con el dedo). Lo que no le perdona la izquierda a Lerroux es que girara hacia el conservadurismo formando gobierno con respaldo de la CEDA durante la malhadada Segunda República.
El Podemos de la época era el PCEEra el Podemos de la época.
Manuel Azaña, un escritor sin lectores y un político sin votantes.