Callejuelas oscuras, sombrías y sórdidas, edificios en ruinas, podredumbre, suciedad, escombros, pintadas, sarama, todo sucio y viejo, la gente vestida de gris con pieles gruesas y miradas penetrantes, como si en cada momento notaran el presentimiento de la fin; población envejecidísima envenenada por odios atávicos, y bares paco que parecen salidos de la Matanza de Texas o de Las Colinas tienen Ojos. La prueba es que el bar más famoso de León es una tasca grasienta donde dan una morcilla aceitosa y el camarero insulta a los clientes.