Las líneas prepago en mínimos históricos
Siempre que nos hacemos eco de nuevas tarifas móviles, estas suelen ser del segmento contrato en un 90% de las ocasiones. En prepago también hay novedades, pero es un mercado más estático, que se mueve menos y que, según las últimas cifras de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), está en mínimos históricos. Recuperando estos datos y analizando las ofertas actuales, vamos a intentar responder a la pregunta: ¿siguen valiendo la pena estas tarifas?
Las líneas prepago presentan algunas ventajas con respecto a las líneas de contrato móvil. Sin embargo, esto no ha sido suficiente para mantener su popularidad en los últimos años. Es cierto que no tienen compromiso de pago mensual, aunque en la práctica, muchas requieren una recarga adicional para acceder a sus ventajas, por lo que no aportan nada con respecto al contrato.
La CNMC confirma que se han perdido más de 3 millones de este tipo de líneas en los últimos cuatro años o que, solamente en el último año, más de medio millón de líneas prepago han desaparecido. Con los últimos datos disponibles, correspondientes a febrero 2019, de las 53,3 millones de líneas móviles activas, sólo 10,9 eran de prepago. Esta es la primera vez que bajan de los 11 millones.
Desde 2005, las líneas prepago no han parado de caer. En el año 2015 teníamos 14 millones de líneas de prepago y 36 millones de líneas de contrato. Ahora en 2019 son 10,9 millones de prepago y 42 millones de contrato. El auge de los paquetes convergentes ha resultado clave ya que incluyen líneas de contrato (más de una en muchas ocasiones).
Otro factor que no ha ayudado al prepago es la desaparición por ley del anonimato que tenían estas líneas en virtud de la Ley de Conservación de Datos en comunicaciones electrónicas. La permanencia tampoco es excusa ya que las tarifas sólo móvil no suelen imponer este tipo de atadura a los clientes.
Si ya entramos a ver las tarifas, no hay tonalidad entre prepago y contrato a nivel de minutos, datos para navegar o servicios adicionales. Si a esto sumamos que muchas requieren una recarga mensual para ofrecer los beneficios, pocas (o ninguna) ventajas nos quedan.
Por ello, el prepago seguirá cayendo y los operadores seguirán centrando sus esfuerzos en mejorar las tarifas de contrato, las más demandadas por los clientes.
Siempre que nos hacemos eco de nuevas tarifas móviles, estas suelen ser del segmento contrato en un 90% de las ocasiones. En prepago también hay novedades, pero es un mercado más estático, que se mueve menos y que, según las últimas cifras de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), está en mínimos históricos. Recuperando estos datos y analizando las ofertas actuales, vamos a intentar responder a la pregunta: ¿siguen valiendo la pena estas tarifas?
Las líneas prepago presentan algunas ventajas con respecto a las líneas de contrato móvil. Sin embargo, esto no ha sido suficiente para mantener su popularidad en los últimos años. Es cierto que no tienen compromiso de pago mensual, aunque en la práctica, muchas requieren una recarga adicional para acceder a sus ventajas, por lo que no aportan nada con respecto al contrato.
- Comparativa: las mejores tarifas móviles de prepago baratas
La CNMC confirma que se han perdido más de 3 millones de este tipo de líneas en los últimos cuatro años o que, solamente en el último año, más de medio millón de líneas prepago han desaparecido. Con los últimos datos disponibles, correspondientes a febrero 2019, de las 53,3 millones de líneas móviles activas, sólo 10,9 eran de prepago. Esta es la primera vez que bajan de los 11 millones.
Desde 2005, las líneas prepago no han parado de caer. En el año 2015 teníamos 14 millones de líneas de prepago y 36 millones de líneas de contrato. Ahora en 2019 son 10,9 millones de prepago y 42 millones de contrato. El auge de los paquetes convergentes ha resultado clave ya que incluyen líneas de contrato (más de una en muchas ocasiones).
Otro factor que no ha ayudado al prepago es la desaparición por ley del anonimato que tenían estas líneas en virtud de la Ley de Conservación de Datos en comunicaciones electrónicas. La permanencia tampoco es excusa ya que las tarifas sólo móvil no suelen imponer este tipo de atadura a los clientes.
Si ya entramos a ver las tarifas, no hay tonalidad entre prepago y contrato a nivel de minutos, datos para navegar o servicios adicionales. Si a esto sumamos que muchas requieren una recarga mensual para ofrecer los beneficios, pocas (o ninguna) ventajas nos quedan.
Por ello, el prepago seguirá cayendo y los operadores seguirán centrando sus esfuerzos en mejorar las tarifas de contrato, las más demandadas por los clientes.