La peor enfermedad de tras*misión sensual no es la sífilis o las provocadas por clamidia o cándida, hoy en día (eso se puede combatir con antibiótico y antimicóticos). La peor enfermedad de tras*misión sensual es la estupidez, que se tras*mite más fácilmente de padres a hijos, de hijos a padres, de amigo a vecino, de mujer a hombre, de hombre a hombre, de mujer a mujer, de periodista a espectador o de político a votante. En cualquier de los casos, se produce por prácticas inadecuadas sin las debidas precauciones, sobre todo sesso traseril, que es el que practica, por ejemplo, un político a un votante, por el lugar por donde da uno y el otro toma para volver a votarle, por mucho que le haya dolido la primera, segunda, tercera vez (que vamos camino de la tercera vez y están a punto de meterla en tal sentido).
Dicha enfermedad, estupidez, se suele propagar por prácticas de riesgo, por ejemplo, pensar o hablar cuando estás cerca de un portador y no llevas la suficiente protección, sea en forma de información real, información contrastada o capacidad de análisis y argumentación propia.
En cuanto a la cuestión puramente física, estoy con Allen, Woody: el sesso solo es sucio cuando se hace bien.