Nimrod
Madmaxista
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¿Alguien lo ha leído entero? Yo he leído el principio, el final y el resto en diagonal y me sorprende que un tío inteligente como Kaczynski pensase que iba a lograr algo poniendo bombas. Me han sorprendido también sus razonamientos y el uso de las mayúsculas para enfatizar, a lo Markkus y Dodoria. Me ha parecido interesante, os dejo una parte y un enlace por si alguien quiere seguir. Y me curo en salud: condeno el terrorismo y unabomber me parece un cabrón.
INTRODUCCIÓN
1. La Revolución Industrial y sus consecuencias han sido un desastre para la raza humana. Ha aumentado enormemente la expectativa de vida de aquellos de nosotros que vivimos en paises «avanzados», pero ha desestabilizado la sociedad, ha hecho la vida imposible, ha sometido a los seres humanos a indignidades, ha conducido a extender el sufrimiento psicológico (en el tercer mundo también el sufrimiento físico) y ha infligido un daño severo en el mundo natural. El continuo desarrollo de la tecnología empeorará la situación. Ciertamente someterá a los seres humanos a grandes indignidades e infligirá gran daño en el mundo natural, probablemente conducirá a un gran colapso social y al sufrimiento psicológico, y puede que conduzca al incremento del sufrimiento físico incluso en paises «avanzados».
2. El sistema tecnológico-industrial puede sobrevivir o puede fracasar. Si sobrevive, PUEDE conseguir eventualmente un nivel bajo de sufrimiento físico y psicológico, pero sólo después de pasar a través de un periodo de ajuste largo y muy penoso y sólo con el coste permanente de reducir al ser humano y a otros muchos organismos vivos a productos de ingeniería y meros engranajes de la maquinaria social. Además, si el sistema sobrevive, las consecuencias serán inevitables: no hay modo de reformar o modificar el sistema así como prevenirlo de privar a la gente de libertad y autonomía.
3. Si el sistema fracasa las consecuencias aún serán muy penosas. Pero cuanto más crezca el sistema más desastrosos serán los resultados de su fracaso, así que, si va a fracasar, será mejor que lo haga antes que después.
4. Por eso nosotros abogamos por una revolución contra el sistema industrial. Esta revolución puede o no usar la violencia: puede ser súbita o puede ser un proceso relativamente gradual abarcando pocas décadas. No podemos predecir nada de eso. Pero sí delineamos de una forma general las medidas que aquellos que odian el sistema industrial deberían tomar para preparar el camino para una revolución contra esta forma de sociedad. No debe ser una revolución POLíTICA. Su objeto no será derribar gobiernos, sino las bases económicas y tecnológicas de la sociedad actual.
5. En este artículo prestamos atención sólo a algunos de los acontecimientos negativos que han engordado demasiado con el sistema tecnológico-industrial. Además, mencionamos tales acontecimientos sólo brevemente o los ignoramos en su totalidad. Esto no quiere decir que observemos estos otros acontecimientos como triviales. Por razones prácticas, tenemos que limitar nuestras discusiones a áreas que no han recibido suficiente atención del público o en las cuales tenemos algo nuevo que decir. Por ejemplo, desde que están bien reveladas las tendencias ambientales y desérticas, hemos escrito muy poco sobre la degradación del medio o la destrucción de la naturaleza.salvaje, incluso aunque consideremos esto de gran importancia.
LA PSICOLOGíA DEL IZQUIERDISMO MODERNO
6. Casi todo el mundo estará de acuerdo en que vivimos en una sociedad profundamente molesta. Una de las manifestaciones más extendidas de la locura de nuestro mundo es el izquierdismo, así que una discusión sobre la psicología del izquierdismo nos puede servir de introducción al debate de los problemas de la sociedad moderna en general.
7. Pero, ¿qué es el izquierdismo? Durante la primera mitad del siglo XX pudo ser prácticamente identificado con el socialismo. Hoy el movimiento está fragmentado y no está claro a quién se le puede llamar propiamente izquierdista. Cuando en este artículo hablamos de izquierdistas pensamos principalmente en socialistas, colectivistas, «políticamente correctos», feministas, activistas por los gayses y los discapacitados, activistas por los derechos de los animales. Pero no todos los que están asociados en uno de estos movimientos es un izquierdista. A lo que intentamos llegar es que no es tanto un movimiento o una ideología como un tipo psicológico, o, mejor dicho, una colección de tipos relacionados. Así, lo que queremos decir con «izquierdista» aparecerá con más claridad en el curso de la discusión de la psicología izquierdista. (También, ver párrafos 227-230).
8. Incluso así, nuestra concepción quedará menos clara de lo que desearíamos, pero no parece haber ningún remedio para esto. Todo lo que intentamos hacer es indicar de una manera tosca y aproximada las dos tendencias psicológicas que creemos son las principales fuerzas conductoras del izquierdismo moderno. Con esto no pretendemos estar diciendo TODA la verdad. Además, nuestra discusión sólo se ciñe al izquierdismo moderno. Dejamos abierta la pregunta de con qué extensión puede ser aplicada al izquierdismo del siglo XIX y principios del XX.
9. Las dos tendencias psicológicas que sirven de base al izquierdismo moderno las llamamos «sentimientos de inferioridad» y «sobresocialización». Los sentimientos de inferioridad son característi-cos de todo izquierdismo, mientras que la sobresocialización es sólo característica de un determinado segmento del izquierdismo moderno, pero este segmento es altamente influyente.
SENTIMIENTOS DE INFERIORIDAD
10. Por «sentimientos de inferioridad» no sólo nos referimos a los sentimientos de inferioridad en el sentido estricto, sino a todo el espectro de rasgos relacionados: baja autoestima, sentimientos de impotencia, tendencias depresivas, derrotismo, culpa, autoaborrecimiento, etc. Argumentamos que algunos izquierdistas modernos tienden a tales sentimientos (más o menos reprimidos) y que éstos son decisivos en determinar la dirección del izquierdismo moderno..
11. Cuando alguien interpreta como despectivo casi todo lo que se dice de él (o acerca de grupos con quienes se identifica), concluimos que tiene sentimientos de inferioridad o baja autoestima. Esta tendencia está pronunciada entre los defensores de los derechos de las minorías, tanto si pertenecen como si no a la minoría cuyos derechos defienden. Son hipersensibles sobre las palabras usadas para designar a éstas. Los términos «neցro», «oriental», «discapacitado», «pollito» para un africano, un asiático, una persona imposibilitada o una mujer originariamente no tenían una connotación despectiva. «Broad» y «pollito» eran simplemente los equivalentes femeninos para «tío», «caballerete» o «mozo». Las connotaciones negativas han sido agregadas a estos términos por los propios activistas. Algunos defensores de los derechos de los animales han ido tan lejos como para rechazar la palabra «mascota» e insistir en su reemplazamiento por «animal de compañía». Antropólogos izquierdistas llegan demasiado lejos al no querer decir nada acerca de personas primitivas que pueda ser interpretado como negativo: quieren reemplazar la palabra «primitivo» por «iletrado». Parecen casi paranoicos sobre cualquier cosa que les sugiera que alguna cultura primitiva es inferior a la nuestra. (No queremos decir que las culturas primitivas SON inferiores a la nuestra. Solamente apuntamos la hipersensibilidad de estos antropólogos).
12. Aquellos que son más delicados sobre la terminología «políticamente correcta» no son los neցros medios habitantes del gueto, pagapensiones asiáticos, mujeres maltratadas o personas imposibilitadas, sino una minoría de activistas, muchos de los cuales no pertenecen a ningún grupo «oprimido», sino que provienen de estratos sociales privilegiados. La corrección política tiene su mayor arraigo entre los profesores de universidad, los cuales tienen empleo seguro con salarios confortables y, la mayoría de ellos, son varones blancos heterosexuales de familias de clase media.
13. Muchos izquierdistas tienen una intensa identificación con los problemas de grupos que tienen una imagen de débiles (mujeres), derrotados (indios americanos), repelentes (gayses), o por lo que sea inferiores. Nunca admitirán en su fuero interno que tienen tales sentimientos, pero es precisamente por su visión de estos grupos como inferiores por lo que se identifican con sus problemas. (No sugerimos que las mujeres, los indios, etc., SON inferiores; sólo estamos haciendo un apunte sobre la psicología izquierdista).
14. Las feministas están ansiosamente desesperadas por demostrar que las mujeres son tan fuertes y tan capaces como los hombres. Ellas están claramente machacadas por el miedo de que las mujeres puedan NO ser tan fuertes y capaces como los hombres.
15. Los izquierdistas odian todo lo que tenga una imagen de ser fuerte, bueno y exitoso. Ellos odian América, odian la civilización occidental,.odian a los varones blancos, odian la racionalidad. Las razones que dan para reprobar occidente, etc. claramente no coinciden con sus motivos reales. DICEN que odian occidente porque es guerrero, imperialista, sexista, etnocéntrico, pero cuando las mismas faltas aparecen en países socialistas o culturas primitivas, encuentran excusas para ellos o, como mucho, lo admiten REFUNFUÑANDO, mientras que señalan (y muchas veces exagerando en exceso) estas faltas cuando aparecen en civilizaciones occidentales. Así, está claro que estas faltas no son los motivos reales para reprobar América y occidente: odian América y occidente porque son fuertes y exitosos.
16. Palabras como «autoconfianza», «seguridad en uno mismo», «iniciativa», «empresa», «optimismo», etc. juegan un papel muy pequeño en el vocabulario liberal e izquierdista. El izquierdismo es antiindividualista, es procolectivista. Quieren a la sociedad para resolver las necesidades de todo el mundo por ellos, para cuidar de ellos. No es la clase de personas que tienen un sentido interior de confianza en sus propias habilidades para resolver sus propios problemas y satisfacer sus propias necesidades. El izquierdista es antagonista al concepto de competición porque, interiormente, se siente como un perdedor.
17. Las formas de arte que apelan a los intelectuales del izquierdismo moderno tienden a enfocarse en la sordidez, la derrota y la desesperación o, por otro lado, toman un tono orgiástico, renunciando al control racional, como si no hubiera esperanza de lograr nada a través del cálculo racional y todo lo que ha quedado fuera el sumergirse en la sensación del momento.
18. Los filósofos izquierdistas modernos tienden a rechazar la razón, la ciencia, la realidad objetiva e insisten en que todo es culturalmente relativo. Es cierto que uno puede hacer preguntas serias sobre los fundamentos del saber científico y sobre todo cómo el concepto de realidad objetiva puede ser definido. Pero es obvio que estos filósofos no son simplemente lógicos de cabeza fría que sistemáticamente analizan los fundamentos del conocimiento. Están profundamente envueltos emocionalmente en su ataque a la verdad y a la realidad. Atacan estos conceptos por sus necesidades psicológicas. Por una cosa, su ataque es una salida para la hostilidad, y al ser exitoso, satisface el impulso por el poder. Más importante, los izquierdistas odian la ciencia y la racionalidad porque clasifican ciertas creencias como verdaderas (es decir, éxito, superior) y otras creencias como falsas (es decir, fracaso, inferior). Los sentimientos izquierdistas de inferioridad corren tan profundamente que no pueden tolerar ningún clasificación de algo como exitoso o superior y otra cosa como fracasada o inferior. Esto también subraya el rechazo de muchos de enfermedad mental y de la utilidad de las pruebas de inteligencia. Son antagonistas de las explicaciones genéticas de las habilidades o conductas humanas porque estas explicaciones tienden a hacer aparecer a algunas personas como superiores o inferiores a otras. Prefieren dar a la sociedad el mérito o la culpa para una habilidad o carencia individual. Así, si una persona es «inferior» no es su culpa, sino de la sociedad, porque no ha sido educada correctamente.
19. El izquierdista no es típicamente la clase de persona de la que sus sentimientos de inferioridad hacen de ella un bravucón, un egoísta, un valentón, un promotor de sí mismo, un competidor cruel. Esta clase de persona no ha perdido totalmente su confianza. Tiene un déficit en su sentido de poder y en su valor, pero aún se puede concebir teniendo la capacidad para ser fuerte, y sus esfuerzos por fortalecerse producen su comportamiento desagradable. Alegamos que TODOS, o casi todos, los fanfarrones y los competidores despiadados sufren sentimientos de inferioridad. Pero el izquierdista está demasiado lejos para eso. Sus sentimientos de inferioridad están tan arraigados que no puede concebirse como un individuo fuerte y valioso. De ahí el colectivismo del izquierdista: sólo puede sentirse fuerte como miembro de una organización grande o un movimiento de masas con el cual identificarse.
20. Atención a la tendencia masoquista de las tácticas izquierdistas. Protestan tumbándose ante los vehículos, provocan intencionadamente a la policía o a los racistas para que los maltraten, etc. Estas tácticas a menudo pueden ser efectivas, pero muchos las usan, no como medios para un fin, sino porque PREFIEREN tácticas masoquistas. El repruebo por uno mismo es la característica izquierdista.
21. Pueden pretender que su activismo está motivado por la compasión o por principios jovenlandesales, y los principios jovenlandesales juegan un papel para los izquierdistas del tipo sobresocializado, pero la compasión y los principios jovenlandesales no pueden ser los principales motivos para su activismo. La hostilidad es un componente demasiado distinguido del comportamiento izquierdista, de igual manera que el impulso por el poder. Además, muchos de los comportamientos izquierdistas no están racionalmente calculados para servir de beneficio a la gente a quienes claman estar intentando ayudar. Por ejemplo, si uno cree que las acciones afirmativas son buenas para la gente de color, ¿tiene sentido el demandar acciones afirmativas en términos hostiles o dogmáticos? Obviamente será más productivo tomar una aproximación diplomática y conciliadora que por lo menos haga concesiones verbales y simbólicas a las personas blancas que piensan que las acciones afirmativas los discriminan. Pero los activistas izquierdistas no tomarán semejantes aproximaciones porque no satisfarán sus necesidades emocionales. Ayudar a la gente de color no es su verdadera finalidad. En vez, los problemas raciales sirven para ellos como una excusa para expresar su propia hostilidad y frustración por su necesidad de poder. Haciendo.esto ellos realmente hacen daño a la gente de color, porque la actitud hostil de los activistas hacia la mayoría blanca tiende a intensificar el repruebo racial.
22. Si nuestra sociedad no tuviera ningún problema social, tendrían que INVENTAR problemas con objeto de proporcionarse una excusa para organizar un alboroto.
23. Enfatizamos que lo precedente no pretende ser una descripción exacta de todo el mundo que pueda considerarse un izquierdista. Es sólo una indicación tosca de una tendencia general.
SOBRESOCIALIZACIÓN
24. Los psicólogos usan el término «socialización» para designar el proceso por el cual los niños son entrenados para pensar y actuar como demanda la sociedad. Se dice que una persona está bien socializada si cree y obedece el código jovenlandesal de su sociedad y encaja bien como parte del funcionamiento de ésta. Puede parecer con poco sentido decir que muchos izquierdista están sobresocializados, desde que el izquierdista es percibido como un rebelde. Sin embargo, la posición puede ser defendida: muchos no son tan rebeldes como parecen.
25. El código jovenlandesal de nuestra sociedad es tan exigente que nadie puede pensar, sentir y actuar de una forma completamente jovenlandesal. Por ejemplo, se supone que no podemos reprobar a nadie, sin embargo casi todo el mundo odia a alguien alguna vez, bien se lo admita a sí mismo o no. Alguna gente está tan altamente socializada que intenta pensar, sentir y actuar jovenlandesalmente, imponiéndose una severa carga. Con objeto de eludir sentimientos de culpa, continuamente tienen que engañarse sobre sus propios motivos y encontrar explicaciones jovenlandesales para sentimientos y acciones que en realidad no tienen un origen jovenlandesal. Usamos el término sobresocializado para describir a tales personas. Durante el periodo Victoriano mucha gente sobresocializada sufrió serios problemas psicológicos como resultado de reprimir o del intento de represión de sus sentimientos sensuales. Freud aparentemente basa sus teorías en gente de este tipo. Hoy en día el foco de la socialización se ha trasladado del sesso a la agresión.
26. La sobresocialización puede conducir a una baja autoestima, a sentimientos de impotencia, al derrotismo, a la culpa, etc. Uno de los más importantes recursos por los cuales nuestra sociedad socializa a los niños es haciéndolos sentir avergonzados del comportamiento o del habla que es contraria a las expectativas de la sociedad. Si esto es excesivo o si un chico en particular es especialmente sensible a tales sentimientos, acaba por sentirse avergonzado de Sí MISMO. Además el pensamiento y el comportamiento de la persona sobresocializada están más restringidos por las expectativas de la sociedad de lo que lo están los de aquellas personas levemente socializadas. La mayoría de la.gente ajusta en una cantidad significativa de comportamiento travieso. Mienten, cometen robos poco apreciables, violan las normas de tráfico, holgazanean en el trabajo, odian a alguien, dicen cosas rencorosas o usan trucos para ponerse por delante de otro sujeto. La persona sobresocializada no puede hacer estas cosas, o si las hace le generan un sentimiento de vergüenza y autoaborrecimiento. La persona sobresocializada incluso no puede experimentar, sin culpabilidad, pensamientos o sentimientos que son contrarios a la jovenlandesalidad aceptada; no puede tener ideas «impuras». Y la socialización no es sólo un problema de jovenlandesalidad; estamos socializados para confirmar mucha normas de comportamiento que no están bajo el encabezamiento de la jovenlandesalidad. Así la persona sobresocializada está retenida con una correa psicológica y pasa su vida corriendo por los railes que la sociedad ha tendido para él. En mucha gente sobresocializada esto resulta en un sentido de coacción e impotencia que puede ser una severa pena. Sugerimos que la sobresocialización está entre las crueldades más serias que los seres humanos se infligen unos a otros.
27. Deducimos que un segmento muy importante e influyente de la izquierda moderna está sobresocializado y que su sobresocialización es de gran importancia en la determinación de la dirección del izquierdismo moderno. Los izquierdistas del tipo sobresocializado tienden a ser intelectuales o miembros de la clase media alta. Nótese que los intelectuales universitarios, sin incluir necesariamente a los especialistas en ingeniería o la ciencia «hard», constituyen el segmento más altamente socializado de nuestra sociedad y el ala más izquierdista.
28. El izquierdista del tipo sobresocializado trata de huir de su correa psicológica y reafirmar su autonomía rebelándose. Pero normalmente no es suficientemente fuerte como para rebelarse contra los valores más básicos de la sociedad. Generalmente hablando, las finalidades de los izquierdistas de hoy NO están en conflicto con la jovenlandesal establecida. Antes bien, la izquierda toma un principio de la jovenlandesal establecida, lo adopta a su manera y entonces acusa a la corriente mayoritaria de la sociedad de violar ese principio. Ejemplos: igualdad racial, igualdad de los sexos, ayudar a la gente pobre, paz como opuesto a la guerra, generalmente pacifistas, libertad de expresión, amabilidad a los animales. Aún más fundamental, la obligación de la persona de servir a la sociedad y la obligación de la sociedad de hacerse cargo de la persona. Todos estos han sido valores profundamente arraigados de nuestra sociedad (o al menos por mucho tiempo de su clase media y alta). Hay bastantes personas de la clase media y alta que se resisten a algunos de estos valores, pero normalmente su resistencia está más o menos encubierta. Tal resistencia aparece en los medios de masas sólo con una extensión muy limitada. El principal impulso de la propaganda en nuestra sociedad es en favor de los valores declarados. La principal.razón de que estos valores hayan resultado, por así decirlo, como los valores oficiales de nuestra sociedad es que le son útiles al sistema industrial. La violencia se desaprueba porque tras*torna el funcionamiento del sistema. El racismo se desaprueba porque los conflictos étnicos también lo tras*tornan, y la discriminación malgasta el talento de los miembros de un grupo minoritario que pueden ser útiles para el sistema. La pobreza debe ser «curada» porque la clase baja causa problemas al sistema y el contacto con ésta abate la jovenlandesal de las otras clases. Las mujeres son animadas a tener carreras porque su talento es valioso para el sistema y, aún más importante, por medio de trabajos regulares las mujeres están mejor integradas en el sistema y se atan directamente a él antes que a sus familias. Esto ayuda a debilitar la solidaridad familiar. (Los líderes del sistema dicen que quieren fortalecer la familia, pero lo que realmente quieren decir es que procuran que la familia sirva como herramienta eficaz para socializar a los hijos de acuerdo con sus necesidades. Razonamos en los párrafos 51, 52 que el sistema no puede permitir a la familia o a otro grupo social de pequeña escala ser fuerte y autónomo). Estos valores son explícitamente o implícitamente expresados o presupuestos en mucho del material presentado por los medios de comunicación de corriente de opinión mayoritaria y por el sistema educativo. Los izquierdistas especialmente del tipo sobresocializado, normalmente no se rebelan contra estos principios, sino que justifican su hostilidad a la sociedad afirmando (con algún grado de verdad) que esta no está viviendo conforme a ellos.
29. He aquí una ilustración de la manera en como el izquierdista sobresocializado enseña su apego real a las actitudes convencionales de nuestra sociedad mientras pretende estar en rebelión contra ellas. Muchos promueven acciones afirmativas, para mover a la gente de color dentro de los trabajos prestigiosos, para mejorar la educación en los colegios neցros e invertir más dinero en tales colegios; la forma de vida de la «clase baja» de color la conservan como una desgracia social. Quieren integrar al hombre neցro dentro del sistema, hacer de él un ejecutivo de negocios, un juez, un científico, simplemente como la gente blanca de clase medio alta. Responderán que la última cosa que quieren es hacer del hombre neցro una copia del hombre blanco; en vez, quieren preservar la cultura afroamericana. ¿Pero en qué consiste esta preservación? Puede consistir simplemente en comer el estilo de comida de color, escuchar música de color, vestir ropa al estilo neցro e ir a una iglesia o mezquita negras. En otras palabras, sólo pueden expresarse en los problemas superficiales. En todos los aspectos ESENCIALES más izquierdistas del tipo sobresocializado quieren armonizar al hombre neցro respecto a los ideales de clase media del hombre blanco. Quieren hacer al padre neցro «responsable», quieren que las bandas negras se vuelvan no violentas, etc. Pero estos son exactamente los valores del sistema tecnológico-industrial. El sistema no puede preocuparse menos de la clase de música que un hombre escucha, qué clase de ropa lleva o en qué religión cree, mientras estudie en el colegio, tenga un trabajo respetable, ascienda la escala social, sea un padre «responsable», sea no violento y así sucesivamente. En efecto, porque muchos pueden negarlo, el izquierdista sobresocializado quiere integrar al hombre neցro en el sistema y hacer que adopte sus valores.
30. Ciertamente no postulamos que los izquierdistas, incluso del tipo sobresocializado, NUNCA se rebelen contra los valores fundamentales de nuestra sociedad. Claramente algunas veces lo hacen. Algunos izquierdistas sobresocializados han ido demasiado lejos hasta rebelarse contra uno de los principios más importantes de la sociedad moderna atrayendo la violencia física. Por su propia cuenta, la violencia es para ellos una forma de «liberación». En otras palabras, cometiendo violencia atraviesan las restricciones psicológicas que han sido experimentadas en su interior. Porque están sobresocializados estas restricciones han sido más limitantes para ellos que para otros; por lo tanto necesitan liberarse de ellas. Pero normalmente justifican su rebelión en términos de valores de la corriente de opinión principal. Si se comprometen en la violencia postulan el estar luchando contra el racismo o algo parecido.
31. Comprendemos que se pueden poner de realce muchas objeciones al pequeño esbozo precedente. La situación real es compleja, y algo como una descripción completa ocuparía varios volúmenes, incluso si los datos necesarios estuvieran disponibles. Afirmamos sólo haber indicado muy aproximadamente las dos tendencias más importantes en la psicología del izquierdismo moderno.
32. Los problemas del izquierdismo son indicativos de los problemas de nuestra sociedad como conjunto. Baja autoestima, tendencias depresivas y derrotismo no están restringidos a la izquierda. Aunque son especialmente notables en ésta, están extendidos en nuestra sociedad. Y la sociedad de hoy trata de socializarnos a un mayor alcance que cualquier sociedad previa. Incluso los expertos nos dicen cómo comer, cómo hacer el amor, cómo educar a nuestros hijos y así sucesivamente.
La Sociedad Industrial y su Futuro : Manifiesto de FC (Unabomber)
INTRODUCCIÓN
1. La Revolución Industrial y sus consecuencias han sido un desastre para la raza humana. Ha aumentado enormemente la expectativa de vida de aquellos de nosotros que vivimos en paises «avanzados», pero ha desestabilizado la sociedad, ha hecho la vida imposible, ha sometido a los seres humanos a indignidades, ha conducido a extender el sufrimiento psicológico (en el tercer mundo también el sufrimiento físico) y ha infligido un daño severo en el mundo natural. El continuo desarrollo de la tecnología empeorará la situación. Ciertamente someterá a los seres humanos a grandes indignidades e infligirá gran daño en el mundo natural, probablemente conducirá a un gran colapso social y al sufrimiento psicológico, y puede que conduzca al incremento del sufrimiento físico incluso en paises «avanzados».
2. El sistema tecnológico-industrial puede sobrevivir o puede fracasar. Si sobrevive, PUEDE conseguir eventualmente un nivel bajo de sufrimiento físico y psicológico, pero sólo después de pasar a través de un periodo de ajuste largo y muy penoso y sólo con el coste permanente de reducir al ser humano y a otros muchos organismos vivos a productos de ingeniería y meros engranajes de la maquinaria social. Además, si el sistema sobrevive, las consecuencias serán inevitables: no hay modo de reformar o modificar el sistema así como prevenirlo de privar a la gente de libertad y autonomía.
3. Si el sistema fracasa las consecuencias aún serán muy penosas. Pero cuanto más crezca el sistema más desastrosos serán los resultados de su fracaso, así que, si va a fracasar, será mejor que lo haga antes que después.
4. Por eso nosotros abogamos por una revolución contra el sistema industrial. Esta revolución puede o no usar la violencia: puede ser súbita o puede ser un proceso relativamente gradual abarcando pocas décadas. No podemos predecir nada de eso. Pero sí delineamos de una forma general las medidas que aquellos que odian el sistema industrial deberían tomar para preparar el camino para una revolución contra esta forma de sociedad. No debe ser una revolución POLíTICA. Su objeto no será derribar gobiernos, sino las bases económicas y tecnológicas de la sociedad actual.
5. En este artículo prestamos atención sólo a algunos de los acontecimientos negativos que han engordado demasiado con el sistema tecnológico-industrial. Además, mencionamos tales acontecimientos sólo brevemente o los ignoramos en su totalidad. Esto no quiere decir que observemos estos otros acontecimientos como triviales. Por razones prácticas, tenemos que limitar nuestras discusiones a áreas que no han recibido suficiente atención del público o en las cuales tenemos algo nuevo que decir. Por ejemplo, desde que están bien reveladas las tendencias ambientales y desérticas, hemos escrito muy poco sobre la degradación del medio o la destrucción de la naturaleza.salvaje, incluso aunque consideremos esto de gran importancia.
LA PSICOLOGíA DEL IZQUIERDISMO MODERNO
6. Casi todo el mundo estará de acuerdo en que vivimos en una sociedad profundamente molesta. Una de las manifestaciones más extendidas de la locura de nuestro mundo es el izquierdismo, así que una discusión sobre la psicología del izquierdismo nos puede servir de introducción al debate de los problemas de la sociedad moderna en general.
7. Pero, ¿qué es el izquierdismo? Durante la primera mitad del siglo XX pudo ser prácticamente identificado con el socialismo. Hoy el movimiento está fragmentado y no está claro a quién se le puede llamar propiamente izquierdista. Cuando en este artículo hablamos de izquierdistas pensamos principalmente en socialistas, colectivistas, «políticamente correctos», feministas, activistas por los gayses y los discapacitados, activistas por los derechos de los animales. Pero no todos los que están asociados en uno de estos movimientos es un izquierdista. A lo que intentamos llegar es que no es tanto un movimiento o una ideología como un tipo psicológico, o, mejor dicho, una colección de tipos relacionados. Así, lo que queremos decir con «izquierdista» aparecerá con más claridad en el curso de la discusión de la psicología izquierdista. (También, ver párrafos 227-230).
8. Incluso así, nuestra concepción quedará menos clara de lo que desearíamos, pero no parece haber ningún remedio para esto. Todo lo que intentamos hacer es indicar de una manera tosca y aproximada las dos tendencias psicológicas que creemos son las principales fuerzas conductoras del izquierdismo moderno. Con esto no pretendemos estar diciendo TODA la verdad. Además, nuestra discusión sólo se ciñe al izquierdismo moderno. Dejamos abierta la pregunta de con qué extensión puede ser aplicada al izquierdismo del siglo XIX y principios del XX.
9. Las dos tendencias psicológicas que sirven de base al izquierdismo moderno las llamamos «sentimientos de inferioridad» y «sobresocialización». Los sentimientos de inferioridad son característi-cos de todo izquierdismo, mientras que la sobresocialización es sólo característica de un determinado segmento del izquierdismo moderno, pero este segmento es altamente influyente.
SENTIMIENTOS DE INFERIORIDAD
10. Por «sentimientos de inferioridad» no sólo nos referimos a los sentimientos de inferioridad en el sentido estricto, sino a todo el espectro de rasgos relacionados: baja autoestima, sentimientos de impotencia, tendencias depresivas, derrotismo, culpa, autoaborrecimiento, etc. Argumentamos que algunos izquierdistas modernos tienden a tales sentimientos (más o menos reprimidos) y que éstos son decisivos en determinar la dirección del izquierdismo moderno..
11. Cuando alguien interpreta como despectivo casi todo lo que se dice de él (o acerca de grupos con quienes se identifica), concluimos que tiene sentimientos de inferioridad o baja autoestima. Esta tendencia está pronunciada entre los defensores de los derechos de las minorías, tanto si pertenecen como si no a la minoría cuyos derechos defienden. Son hipersensibles sobre las palabras usadas para designar a éstas. Los términos «neցro», «oriental», «discapacitado», «pollito» para un africano, un asiático, una persona imposibilitada o una mujer originariamente no tenían una connotación despectiva. «Broad» y «pollito» eran simplemente los equivalentes femeninos para «tío», «caballerete» o «mozo». Las connotaciones negativas han sido agregadas a estos términos por los propios activistas. Algunos defensores de los derechos de los animales han ido tan lejos como para rechazar la palabra «mascota» e insistir en su reemplazamiento por «animal de compañía». Antropólogos izquierdistas llegan demasiado lejos al no querer decir nada acerca de personas primitivas que pueda ser interpretado como negativo: quieren reemplazar la palabra «primitivo» por «iletrado». Parecen casi paranoicos sobre cualquier cosa que les sugiera que alguna cultura primitiva es inferior a la nuestra. (No queremos decir que las culturas primitivas SON inferiores a la nuestra. Solamente apuntamos la hipersensibilidad de estos antropólogos).
12. Aquellos que son más delicados sobre la terminología «políticamente correcta» no son los neցros medios habitantes del gueto, pagapensiones asiáticos, mujeres maltratadas o personas imposibilitadas, sino una minoría de activistas, muchos de los cuales no pertenecen a ningún grupo «oprimido», sino que provienen de estratos sociales privilegiados. La corrección política tiene su mayor arraigo entre los profesores de universidad, los cuales tienen empleo seguro con salarios confortables y, la mayoría de ellos, son varones blancos heterosexuales de familias de clase media.
13. Muchos izquierdistas tienen una intensa identificación con los problemas de grupos que tienen una imagen de débiles (mujeres), derrotados (indios americanos), repelentes (gayses), o por lo que sea inferiores. Nunca admitirán en su fuero interno que tienen tales sentimientos, pero es precisamente por su visión de estos grupos como inferiores por lo que se identifican con sus problemas. (No sugerimos que las mujeres, los indios, etc., SON inferiores; sólo estamos haciendo un apunte sobre la psicología izquierdista).
14. Las feministas están ansiosamente desesperadas por demostrar que las mujeres son tan fuertes y tan capaces como los hombres. Ellas están claramente machacadas por el miedo de que las mujeres puedan NO ser tan fuertes y capaces como los hombres.
15. Los izquierdistas odian todo lo que tenga una imagen de ser fuerte, bueno y exitoso. Ellos odian América, odian la civilización occidental,.odian a los varones blancos, odian la racionalidad. Las razones que dan para reprobar occidente, etc. claramente no coinciden con sus motivos reales. DICEN que odian occidente porque es guerrero, imperialista, sexista, etnocéntrico, pero cuando las mismas faltas aparecen en países socialistas o culturas primitivas, encuentran excusas para ellos o, como mucho, lo admiten REFUNFUÑANDO, mientras que señalan (y muchas veces exagerando en exceso) estas faltas cuando aparecen en civilizaciones occidentales. Así, está claro que estas faltas no son los motivos reales para reprobar América y occidente: odian América y occidente porque son fuertes y exitosos.
16. Palabras como «autoconfianza», «seguridad en uno mismo», «iniciativa», «empresa», «optimismo», etc. juegan un papel muy pequeño en el vocabulario liberal e izquierdista. El izquierdismo es antiindividualista, es procolectivista. Quieren a la sociedad para resolver las necesidades de todo el mundo por ellos, para cuidar de ellos. No es la clase de personas que tienen un sentido interior de confianza en sus propias habilidades para resolver sus propios problemas y satisfacer sus propias necesidades. El izquierdista es antagonista al concepto de competición porque, interiormente, se siente como un perdedor.
17. Las formas de arte que apelan a los intelectuales del izquierdismo moderno tienden a enfocarse en la sordidez, la derrota y la desesperación o, por otro lado, toman un tono orgiástico, renunciando al control racional, como si no hubiera esperanza de lograr nada a través del cálculo racional y todo lo que ha quedado fuera el sumergirse en la sensación del momento.
18. Los filósofos izquierdistas modernos tienden a rechazar la razón, la ciencia, la realidad objetiva e insisten en que todo es culturalmente relativo. Es cierto que uno puede hacer preguntas serias sobre los fundamentos del saber científico y sobre todo cómo el concepto de realidad objetiva puede ser definido. Pero es obvio que estos filósofos no son simplemente lógicos de cabeza fría que sistemáticamente analizan los fundamentos del conocimiento. Están profundamente envueltos emocionalmente en su ataque a la verdad y a la realidad. Atacan estos conceptos por sus necesidades psicológicas. Por una cosa, su ataque es una salida para la hostilidad, y al ser exitoso, satisface el impulso por el poder. Más importante, los izquierdistas odian la ciencia y la racionalidad porque clasifican ciertas creencias como verdaderas (es decir, éxito, superior) y otras creencias como falsas (es decir, fracaso, inferior). Los sentimientos izquierdistas de inferioridad corren tan profundamente que no pueden tolerar ningún clasificación de algo como exitoso o superior y otra cosa como fracasada o inferior. Esto también subraya el rechazo de muchos de enfermedad mental y de la utilidad de las pruebas de inteligencia. Son antagonistas de las explicaciones genéticas de las habilidades o conductas humanas porque estas explicaciones tienden a hacer aparecer a algunas personas como superiores o inferiores a otras. Prefieren dar a la sociedad el mérito o la culpa para una habilidad o carencia individual. Así, si una persona es «inferior» no es su culpa, sino de la sociedad, porque no ha sido educada correctamente.
19. El izquierdista no es típicamente la clase de persona de la que sus sentimientos de inferioridad hacen de ella un bravucón, un egoísta, un valentón, un promotor de sí mismo, un competidor cruel. Esta clase de persona no ha perdido totalmente su confianza. Tiene un déficit en su sentido de poder y en su valor, pero aún se puede concebir teniendo la capacidad para ser fuerte, y sus esfuerzos por fortalecerse producen su comportamiento desagradable. Alegamos que TODOS, o casi todos, los fanfarrones y los competidores despiadados sufren sentimientos de inferioridad. Pero el izquierdista está demasiado lejos para eso. Sus sentimientos de inferioridad están tan arraigados que no puede concebirse como un individuo fuerte y valioso. De ahí el colectivismo del izquierdista: sólo puede sentirse fuerte como miembro de una organización grande o un movimiento de masas con el cual identificarse.
20. Atención a la tendencia masoquista de las tácticas izquierdistas. Protestan tumbándose ante los vehículos, provocan intencionadamente a la policía o a los racistas para que los maltraten, etc. Estas tácticas a menudo pueden ser efectivas, pero muchos las usan, no como medios para un fin, sino porque PREFIEREN tácticas masoquistas. El repruebo por uno mismo es la característica izquierdista.
21. Pueden pretender que su activismo está motivado por la compasión o por principios jovenlandesales, y los principios jovenlandesales juegan un papel para los izquierdistas del tipo sobresocializado, pero la compasión y los principios jovenlandesales no pueden ser los principales motivos para su activismo. La hostilidad es un componente demasiado distinguido del comportamiento izquierdista, de igual manera que el impulso por el poder. Además, muchos de los comportamientos izquierdistas no están racionalmente calculados para servir de beneficio a la gente a quienes claman estar intentando ayudar. Por ejemplo, si uno cree que las acciones afirmativas son buenas para la gente de color, ¿tiene sentido el demandar acciones afirmativas en términos hostiles o dogmáticos? Obviamente será más productivo tomar una aproximación diplomática y conciliadora que por lo menos haga concesiones verbales y simbólicas a las personas blancas que piensan que las acciones afirmativas los discriminan. Pero los activistas izquierdistas no tomarán semejantes aproximaciones porque no satisfarán sus necesidades emocionales. Ayudar a la gente de color no es su verdadera finalidad. En vez, los problemas raciales sirven para ellos como una excusa para expresar su propia hostilidad y frustración por su necesidad de poder. Haciendo.esto ellos realmente hacen daño a la gente de color, porque la actitud hostil de los activistas hacia la mayoría blanca tiende a intensificar el repruebo racial.
22. Si nuestra sociedad no tuviera ningún problema social, tendrían que INVENTAR problemas con objeto de proporcionarse una excusa para organizar un alboroto.
23. Enfatizamos que lo precedente no pretende ser una descripción exacta de todo el mundo que pueda considerarse un izquierdista. Es sólo una indicación tosca de una tendencia general.
SOBRESOCIALIZACIÓN
24. Los psicólogos usan el término «socialización» para designar el proceso por el cual los niños son entrenados para pensar y actuar como demanda la sociedad. Se dice que una persona está bien socializada si cree y obedece el código jovenlandesal de su sociedad y encaja bien como parte del funcionamiento de ésta. Puede parecer con poco sentido decir que muchos izquierdista están sobresocializados, desde que el izquierdista es percibido como un rebelde. Sin embargo, la posición puede ser defendida: muchos no son tan rebeldes como parecen.
25. El código jovenlandesal de nuestra sociedad es tan exigente que nadie puede pensar, sentir y actuar de una forma completamente jovenlandesal. Por ejemplo, se supone que no podemos reprobar a nadie, sin embargo casi todo el mundo odia a alguien alguna vez, bien se lo admita a sí mismo o no. Alguna gente está tan altamente socializada que intenta pensar, sentir y actuar jovenlandesalmente, imponiéndose una severa carga. Con objeto de eludir sentimientos de culpa, continuamente tienen que engañarse sobre sus propios motivos y encontrar explicaciones jovenlandesales para sentimientos y acciones que en realidad no tienen un origen jovenlandesal. Usamos el término sobresocializado para describir a tales personas. Durante el periodo Victoriano mucha gente sobresocializada sufrió serios problemas psicológicos como resultado de reprimir o del intento de represión de sus sentimientos sensuales. Freud aparentemente basa sus teorías en gente de este tipo. Hoy en día el foco de la socialización se ha trasladado del sesso a la agresión.
26. La sobresocialización puede conducir a una baja autoestima, a sentimientos de impotencia, al derrotismo, a la culpa, etc. Uno de los más importantes recursos por los cuales nuestra sociedad socializa a los niños es haciéndolos sentir avergonzados del comportamiento o del habla que es contraria a las expectativas de la sociedad. Si esto es excesivo o si un chico en particular es especialmente sensible a tales sentimientos, acaba por sentirse avergonzado de Sí MISMO. Además el pensamiento y el comportamiento de la persona sobresocializada están más restringidos por las expectativas de la sociedad de lo que lo están los de aquellas personas levemente socializadas. La mayoría de la.gente ajusta en una cantidad significativa de comportamiento travieso. Mienten, cometen robos poco apreciables, violan las normas de tráfico, holgazanean en el trabajo, odian a alguien, dicen cosas rencorosas o usan trucos para ponerse por delante de otro sujeto. La persona sobresocializada no puede hacer estas cosas, o si las hace le generan un sentimiento de vergüenza y autoaborrecimiento. La persona sobresocializada incluso no puede experimentar, sin culpabilidad, pensamientos o sentimientos que son contrarios a la jovenlandesalidad aceptada; no puede tener ideas «impuras». Y la socialización no es sólo un problema de jovenlandesalidad; estamos socializados para confirmar mucha normas de comportamiento que no están bajo el encabezamiento de la jovenlandesalidad. Así la persona sobresocializada está retenida con una correa psicológica y pasa su vida corriendo por los railes que la sociedad ha tendido para él. En mucha gente sobresocializada esto resulta en un sentido de coacción e impotencia que puede ser una severa pena. Sugerimos que la sobresocialización está entre las crueldades más serias que los seres humanos se infligen unos a otros.
27. Deducimos que un segmento muy importante e influyente de la izquierda moderna está sobresocializado y que su sobresocialización es de gran importancia en la determinación de la dirección del izquierdismo moderno. Los izquierdistas del tipo sobresocializado tienden a ser intelectuales o miembros de la clase media alta. Nótese que los intelectuales universitarios, sin incluir necesariamente a los especialistas en ingeniería o la ciencia «hard», constituyen el segmento más altamente socializado de nuestra sociedad y el ala más izquierdista.
28. El izquierdista del tipo sobresocializado trata de huir de su correa psicológica y reafirmar su autonomía rebelándose. Pero normalmente no es suficientemente fuerte como para rebelarse contra los valores más básicos de la sociedad. Generalmente hablando, las finalidades de los izquierdistas de hoy NO están en conflicto con la jovenlandesal establecida. Antes bien, la izquierda toma un principio de la jovenlandesal establecida, lo adopta a su manera y entonces acusa a la corriente mayoritaria de la sociedad de violar ese principio. Ejemplos: igualdad racial, igualdad de los sexos, ayudar a la gente pobre, paz como opuesto a la guerra, generalmente pacifistas, libertad de expresión, amabilidad a los animales. Aún más fundamental, la obligación de la persona de servir a la sociedad y la obligación de la sociedad de hacerse cargo de la persona. Todos estos han sido valores profundamente arraigados de nuestra sociedad (o al menos por mucho tiempo de su clase media y alta). Hay bastantes personas de la clase media y alta que se resisten a algunos de estos valores, pero normalmente su resistencia está más o menos encubierta. Tal resistencia aparece en los medios de masas sólo con una extensión muy limitada. El principal impulso de la propaganda en nuestra sociedad es en favor de los valores declarados. La principal.razón de que estos valores hayan resultado, por así decirlo, como los valores oficiales de nuestra sociedad es que le son útiles al sistema industrial. La violencia se desaprueba porque tras*torna el funcionamiento del sistema. El racismo se desaprueba porque los conflictos étnicos también lo tras*tornan, y la discriminación malgasta el talento de los miembros de un grupo minoritario que pueden ser útiles para el sistema. La pobreza debe ser «curada» porque la clase baja causa problemas al sistema y el contacto con ésta abate la jovenlandesal de las otras clases. Las mujeres son animadas a tener carreras porque su talento es valioso para el sistema y, aún más importante, por medio de trabajos regulares las mujeres están mejor integradas en el sistema y se atan directamente a él antes que a sus familias. Esto ayuda a debilitar la solidaridad familiar. (Los líderes del sistema dicen que quieren fortalecer la familia, pero lo que realmente quieren decir es que procuran que la familia sirva como herramienta eficaz para socializar a los hijos de acuerdo con sus necesidades. Razonamos en los párrafos 51, 52 que el sistema no puede permitir a la familia o a otro grupo social de pequeña escala ser fuerte y autónomo). Estos valores son explícitamente o implícitamente expresados o presupuestos en mucho del material presentado por los medios de comunicación de corriente de opinión mayoritaria y por el sistema educativo. Los izquierdistas especialmente del tipo sobresocializado, normalmente no se rebelan contra estos principios, sino que justifican su hostilidad a la sociedad afirmando (con algún grado de verdad) que esta no está viviendo conforme a ellos.
29. He aquí una ilustración de la manera en como el izquierdista sobresocializado enseña su apego real a las actitudes convencionales de nuestra sociedad mientras pretende estar en rebelión contra ellas. Muchos promueven acciones afirmativas, para mover a la gente de color dentro de los trabajos prestigiosos, para mejorar la educación en los colegios neցros e invertir más dinero en tales colegios; la forma de vida de la «clase baja» de color la conservan como una desgracia social. Quieren integrar al hombre neցro dentro del sistema, hacer de él un ejecutivo de negocios, un juez, un científico, simplemente como la gente blanca de clase medio alta. Responderán que la última cosa que quieren es hacer del hombre neցro una copia del hombre blanco; en vez, quieren preservar la cultura afroamericana. ¿Pero en qué consiste esta preservación? Puede consistir simplemente en comer el estilo de comida de color, escuchar música de color, vestir ropa al estilo neցro e ir a una iglesia o mezquita negras. En otras palabras, sólo pueden expresarse en los problemas superficiales. En todos los aspectos ESENCIALES más izquierdistas del tipo sobresocializado quieren armonizar al hombre neցro respecto a los ideales de clase media del hombre blanco. Quieren hacer al padre neցro «responsable», quieren que las bandas negras se vuelvan no violentas, etc. Pero estos son exactamente los valores del sistema tecnológico-industrial. El sistema no puede preocuparse menos de la clase de música que un hombre escucha, qué clase de ropa lleva o en qué religión cree, mientras estudie en el colegio, tenga un trabajo respetable, ascienda la escala social, sea un padre «responsable», sea no violento y así sucesivamente. En efecto, porque muchos pueden negarlo, el izquierdista sobresocializado quiere integrar al hombre neցro en el sistema y hacer que adopte sus valores.
30. Ciertamente no postulamos que los izquierdistas, incluso del tipo sobresocializado, NUNCA se rebelen contra los valores fundamentales de nuestra sociedad. Claramente algunas veces lo hacen. Algunos izquierdistas sobresocializados han ido demasiado lejos hasta rebelarse contra uno de los principios más importantes de la sociedad moderna atrayendo la violencia física. Por su propia cuenta, la violencia es para ellos una forma de «liberación». En otras palabras, cometiendo violencia atraviesan las restricciones psicológicas que han sido experimentadas en su interior. Porque están sobresocializados estas restricciones han sido más limitantes para ellos que para otros; por lo tanto necesitan liberarse de ellas. Pero normalmente justifican su rebelión en términos de valores de la corriente de opinión principal. Si se comprometen en la violencia postulan el estar luchando contra el racismo o algo parecido.
31. Comprendemos que se pueden poner de realce muchas objeciones al pequeño esbozo precedente. La situación real es compleja, y algo como una descripción completa ocuparía varios volúmenes, incluso si los datos necesarios estuvieran disponibles. Afirmamos sólo haber indicado muy aproximadamente las dos tendencias más importantes en la psicología del izquierdismo moderno.
32. Los problemas del izquierdismo son indicativos de los problemas de nuestra sociedad como conjunto. Baja autoestima, tendencias depresivas y derrotismo no están restringidos a la izquierda. Aunque son especialmente notables en ésta, están extendidos en nuestra sociedad. Y la sociedad de hoy trata de socializarnos a un mayor alcance que cualquier sociedad previa. Incluso los expertos nos dicen cómo comer, cómo hacer el amor, cómo educar a nuestros hijos y así sucesivamente.
La Sociedad Industrial y su Futuro : Manifiesto de FC (Unabomber)