Aquilifer
Himbersor
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Yo dejo está reflexión que coincide bastante con la mia y me largo, pasando de entrar a debatir si la izquierda de antes era la güena o que, pereza y perdida de tiempo.
Traducido del inglés:
La izquierda ha desempeñado su papel de degenerar el mundo hasta el punto de que la gente ahora está desesperada por cualquier tipo de sentido común... Y ahora la derecha está tomando su turno en el escenario para desempeñar el papel de la cordura. El papel que se le hizo desempeñar en esta obra kosher que han puesto para nosotros, llevada a cabo en el teatro de la locura bíblica. Los espectadores nunca han visto un espectáculo así, están hipnotizados. Pero como todas las obras, hay un clímax y un final. La obra debe terminar... Y los actores deben inclinarse y desaparecer detrás de las cortinas dejando a los espectadores conmocionados en la oscuridad y en su camino de regreso a casa...
Es extremadamente difícil que aparezca en el mundo moderno un líder que posea las dimensiones espirituales y metafísicas necesarias para conducir a nuestro pueblo a la victoria, la verdadera victoria.
Trump no está destinado a establecer el dharma, ni es un emperador de ningún tipo, ni un representante de nuestro pueblo que algunos de los derechistas disidentes quieren desesperadamente que sea.
Si se hubiera presentado como candidato hace algunas décadas, nadie lo habría tomado en serio. Sin embargo, por muy caricaturesco que sea, representa para los estándares actuales un soplo de cordura en medio de la locura rampante. De ahí su popularidad entre las masas semicomatosas.
Hay altibajos en el interior, y sin importar la era o el ciclo cósmico en el que uno se encuentre, Trump es simplemente el punto en el que la curva descendente podría comenzar a enderezarse.
Traducido del inglés:
La izquierda ha desempeñado su papel de degenerar el mundo hasta el punto de que la gente ahora está desesperada por cualquier tipo de sentido común... Y ahora la derecha está tomando su turno en el escenario para desempeñar el papel de la cordura. El papel que se le hizo desempeñar en esta obra kosher que han puesto para nosotros, llevada a cabo en el teatro de la locura bíblica. Los espectadores nunca han visto un espectáculo así, están hipnotizados. Pero como todas las obras, hay un clímax y un final. La obra debe terminar... Y los actores deben inclinarse y desaparecer detrás de las cortinas dejando a los espectadores conmocionados en la oscuridad y en su camino de regreso a casa...
Es extremadamente difícil que aparezca en el mundo moderno un líder que posea las dimensiones espirituales y metafísicas necesarias para conducir a nuestro pueblo a la victoria, la verdadera victoria.
Trump no está destinado a establecer el dharma, ni es un emperador de ningún tipo, ni un representante de nuestro pueblo que algunos de los derechistas disidentes quieren desesperadamente que sea.
Si se hubiera presentado como candidato hace algunas décadas, nadie lo habría tomado en serio. Sin embargo, por muy caricaturesco que sea, representa para los estándares actuales un soplo de cordura en medio de la locura rampante. De ahí su popularidad entre las masas semicomatosas.
Hay altibajos en el interior, y sin importar la era o el ciclo cósmico en el que uno se encuentre, Trump es simplemente el punto en el que la curva descendente podría comenzar a enderezarse.