La película "As bestas" causa polémica al pintar una Galicia rural tenebrosa llena de paletos violentos

Apunto que la paga rural no es que sea una paguita así sin más caída del cielo, sino que son los montos de explotar el monte común, es decir el resultado del trabajo del monte y los beneficios obtenidos de la tala y aprovechamiento, una vez descontados los gastos.

Probablemente cuando las familias que se sublevaron en la edad media consiguieron que el rey le hiciese esas concesiones (por mucho que fuese incorporado al derecho español en el SXIX realmente el man común viene de la época sueva -siglos V a VIII- y se consolidó violentamente en la edad media) pues eso, que dudo mucho que en esa época considerasen que cualquiera que pasase por allí ya podía hacer y deshacer a su antojo*.

Es verdad que puede ser miembro cualquier vecino de casa habitada (casa con fuego); pero luego hay que atenerse a mayorías y no andar chinchando para que se haga lo que uno quiera (que me da a mi que es lo que hizo el holandés) ni andarse burlando de los vecinos cuando la oposición a la entrada y gestión es algo muy natural y cualquier propietario obraría con la prudencia de no dejar que cualquiera se metiese de buenas a primeras y atenerse a lo que diga un juzgado. Y ya es de ser buenos de más el que se permita que extranjeros puedan formar parte de una explotación milenaria como para encima pretender iluminarlos.
Seguramente esos vecinos que pintan como neandertales preferirían que el nieto de cualquier vecino emigrado a barcelona que va los veranos estuviese en el monte común, pero les tocaron los holandeses listos.

No es por quitarle culpa a los asesinos ni por hacer culpable a la víctima, pero los conflictos por la propiedad son más viejos que el soltar y desde luego no es más salvaje que muchos otros asesinatos que se dan en zonas urbanas con mucha menos justificación.



*el holandés aducía que el señor de la familia de al lado, que era el presidente del monte vecinal, era el que hacía y deshacía a su antojo; pero es que hay que ver también que llevando siglos asentados ahí y siendo unos supervivientes de muchos tiempos de cosa y de emigraciones y condiciones penosas, no es tampoco para menos. Probablemente hubiese otros vecinos en el mancomún de pueblos vecinos e incluso algunos emigrados que mantenían vínculos con la zona, habría que ver si ellos tenían conflictos previos con el presidente o si se iniciaron casualmente con la llegada del holandés.
Efectivamente, es que en este país estamos agilipollados con la fruta leyenda de color, vemos a un bárbaro rubio con ojos azules hablando en lenguaje bárbaro, y ya asumimos que es un ser SUPERIOR al que rendir pleitesía. Y parece ser que, como a mi no me sorprende lo más mínimo, que los holandeses estos iban de lo que son, tanto en su país como en por ejempl españa: unos chulitos presuntuosos que van de superiores. Me voy que se me hace mala sangre recordando mi tiempo en holanda, y eso que no lo los sufrí demasiado porque los evitaba y los veía venir, pero vi cada cosa, algunas delitos y directamente, que prefiero no volver a recordar.
 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
Última edición:
Solo los usuarios registrados pueden ver el contenido de este tema, mientras tanto puedes ver el primer y el último mensaje de cada página.

Regístrate gratuitamente aquí para poder ver los mensajes y participar en el foro. No utilizaremos tu email para fines comerciales.

Únete al mayor foro de economía de España

 
«As bestas» y Sorogoyen, torva e inaceptable mirada sobre Galicia
JOSÉ LUIS LOSACANNES / E. LA VOZ
CULTURA
Sorogoyen, en el centro, entre Denis Menochet, Marie Colomb, Marina Foïs y Diego Anido, en Cannes.

Sorogoyen, en el centro, entre Denis Menochet, Marie Colomb, Marina Foïs y Diego Anido, en Cannes. Clemens Bilan | Efe
Mientras la lengua gallega de los asesinos es de una sobreactuación mucho más que patibularia, el buen vecino que apoya al matrimonio galo se expresa en un perfectísimo castellano mesetario
27 may 2022. Actualizado a las 16:23 h.
Comentar · 2
En el cine es esencial el punto de vista. Y este —salvo en algunos documentales observacionistas— nunca es neutral. De cómo encara la realidad o la ficción depende la nobleza de una película y de sus autores. Por eso As bestas es una obra de dudoso sentido ético. Porque su guion, escrito a cuatro manos por Rodrigo Sorogoyen e Isabel Peña, lleva dentro el desarrollo de una mirada sobre la Galicia profunda que responde a cánones de una sociedad tan primaria que se aleja de cualquier concepto de pre-civilización.

Los hombres de esta Galicia de Sorogoyen son bestias, hablan como tales, actúan con obcecación violenta. Y Sorogoyen y Peña no buscan abstracciones o huidas de la realidad. Practican un hiperrealismo cuando menos culposo.
Su guion recoge libremente el crimen de Santoalla. La hiperviolencia nace del acoso que sufre un matrimonio francés que se ha instalado en el pueblo. Y ese lenguaje que vehiculan los actores Luis Zahera y Diego Anido, hermanos en la ficción, es un gallego de una sobreactuación mucho más que patibularia. El constante uso de términos genitales es solo el preámbulo de una utilización del lenguaje como resorte dramático de lo primitivo, ancestral, lo sangriento. Inaceptable.


El realizador Sorogoyen, en pleno rodaje de «As bestas». A la izquierda de la imagen, Zahera.


Pero demos por válida la existencia de seres como estos hermanos. En ese caso, ¿cuál es la razón por la cual el buen vecino que apoya al matrimonio galo, el único que entabla con ellos amistad, se expresa en un perfectísimo castellano mesetario? Según acusan los dos hermanos imprecadores, los franceses son los únicos de fuera. Entonces, ¿cómo el único nativo de buen corazón se expresa como un doblador de TVE?
En esa cuestión de atacar al foráneo reside otra de las hiperrealidades de As bestas. Los personajes que encarnan Zahera y Anido (nada va con ellos; están magníficos) incluyen en su brutalidad la xenofobia. Una de las razones por las que son odiadores es que el francés ha llegado de fuera. ¿De verdad la xenofobia es una atmósfera que hace irrespirable el medio rural gallego?

Cuando el guion desarrolla las agresiones de los personajes de Zahera y Anido, en actuación de la Guardia Civil del puesto hay apuntes de desentendimiento. Pero —atención, spoiler— cuando culmina el crescendo de violencia en el asesinato del francés y en la desaparición del cuerpo, la Guardia Civil nunca lo habría encontrado. Y es la viuda quien, tras emprender por su cuenta el rastreo de los bosques, da con un objeto que permite hallar el cadáver. Esta invención del guion de Sorogoyen y Peña, ¿da a entender que el medio rural gallego es un territorio sin ley, donde las fuerzas del orden público encubren a los primarios habitantes de la aldea?
Y una cuestión latente durante todo el metraje. ¿Se habría atrevido Sorogoyen a desarrollar, tal cual, con similares matices de hiperrealismo esta situación con —por ejemplo— payeses catalanes?

Pensemos en que todas estas —para mí, abiertamente ofensivas— miradas a Galicia fueran actos fallidos en las mentes de Sorogoyen y su coguionista Isabel Peña. Entonces, ¿por qué ni siquiera se plantearon presentar el proyecto de la película a las ayudas audiovisuales que concede la Xunta? ¿Y por qué la casi totalidad del rodaje tiene lugar en el Bierzo, con un excurso a Sabucedo para filmar a un caballo en la secuencia inicial?

Fotograma del filme de Rodrigo Sorogoyen «As bestas».


As bestas es un nada sutil ultraje. La pantalla de la sala Debussy aplaudía ayer en Cannes la visión de una Galicia tras*mutada en paisaje donde seres embrutecidos que farfullan amenazas y continuos verbos malsonantes en una lengua extraña asesinan, en una orgía de xenofobia naturalista, a un ciudadano francés civilizado y ecologista.

Por cierto, en una sala donde también estaba el ministro Iceta. Apuesto a que se sintió tan ofendido como yo. Que dará alguna opinión sobre la marca Galicia que vendió en Cannes un cineasta mercader, experto en broncas películas de policías matones pero astutos, de antidisturbios solidarios. Y que en Galicia deja vendida hasta a la Guardia Civil.
Solo es una película. Pero solo tirando de buscador, telita...

 
Volver