M. Priede
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Editorial de El Mundo:
e-pesimo Auxiliar 1: EDITORIALES: Hay que reunir al Parlamento para hablar del Peñón
El País:
Reconoce la provocación continua por parte de GB y Gibraltar, pero vierte todas las culpa sobre el Gobierno español por no estar a la altura de aquella doctrina de consenso, talante y diálogo
Aguas de Gibraltar | Opinión | EL PAÍS
Está claro que mientras España tenga la Izquierda que tiene, que apenas oye la mera palabra España se pone de uñas y se echa en brazos del enemigo más próximo, difícilmente saldrá adelante la nación, para ellos inexistente o repelente, a diferencia de todas las de dentro y fuera, desde Cataluña y Andalucía a Quebec y Flandes, que les parecen indiscutibles.
Diario de Verano: Cambiemos al PSOE por Gibraltar - El blog de Federico
El presidente de los trabajadores espaoles en Gibraltar nunca ha trabajado en la colonia - Libertad Digital
Barbadillo:
La izquierda expañola es española sólo por residencia y cobro de subvenciones, que no por carácter ni patriotismo ni decencia. Claro que sus votantes tienen gran culpa de ello.
El Imperio Progre expañol
-Está en contra del colonialismo.
-Se opone a todo paraíso fiscal, porque una vía por la que los ricos y el capitalismo financiero detraen el dinero que deben pagar a los Estados.
-Respalda los procesos de descolonización pendientes y hasta reclama que se extiendan al interior de España.
-El juego le parece una manera de esquilmar a las clases pobres y evadir impuestos.
-Se declara ecologista, verde, renovable y reciclable.
-Combate la explotación laboral de los trabajadores extranjeros.
-Clama contra la presencia de armas nucleares en suelo español.
Entonces, ¿por qué el Imperio Progre y su principal brazo político, el PSOE, es el salvavidas de los caciques gibraltareños en España?
Gibraltar es un paraíso fiscal, una colonia declarada como tal por la ONU, donde el 15% de su PIB proviene del juego, que desde su existencia ha esquilmado y empobrecido la comarca vecina para contar con una mano de obra barata y sumisa, que permite el atraque de submarinos nucleares británicos, que vende combustible a buques, que atropella a los pescadores españoles, que viola la legislación de la ONU... Y la izquierda expañola se comporta ante los gibraltareños como si fuese nieta del conde don Julián, el que, según la leyenda, abrió la puerta de España a los invasores fiel a la religión del amores. El mismo comportamiento que tiene con jovenlandia, invasor y ocupante del Sáhara Occidental.
David Torres, ejemplo de estos donjulianes, a lo que añade una incultura insondable, ha definido así a Gibraltar:
(...) esa roca subida de peso que está en frente de Algeciras y molesta sobremanera a los españolazos de toda clase y condición
Qué análisis tan profundo, cuánto patriotismo, menuda preocupación por la ley internacional, qué defensa de los explotados por un nido de piratas... Cuando los siervos del Imperio Progre ven que sus tópicos coinciden siquiera de refilón con lo español, los tiran a la sarama, porque para ellos lo primero es el repruebo a España, casi a la misma altura que el repruebo a Cristo.
Con memos como éste y quintacolumnistas como la alcaldesa de la Línea de la Concepción, Gema Araujo, España nunca será un país europeo, porque seguiremos padeciendo una izquierda peronista, muy distinta de la que existe enEuropa, en la Gran Bretaña, sin ir más lejos.
(Ahora esperemos que el Gobierno de Rajoy no se arrugue y aplique las medidas que ha anunciado.)
Se equivoca: la izquierda peronista argentina es ultranacionalista. Ni siquiera en su versión peronista la izquierda que padecemos desde hace un siglo se parece a ninguna izquierda en el mundo. Ni al peronismo:
La izquierda expañola, en apoyo de Gibraltar
LA ESCALADA de tensión entre los gobiernos español y británico en relación a Gibraltar ha abierto un debate político en ambos países. Pero mientras en Reino Unido todos han cerrado filas en torno a las autoridades gibraltareñas y han pedido contundencia con España, aquí los principales partidos se han desmarcado de las posiciones del Ejecutivo español. [Como los cientos de progretarios que circulan por la Burbuja, que aprueban esa actitud de sumisión al paso que sostienen que España es una cosa. De ese modo se convencerán de que la nada que ellos son quedará oculta bajo la nada que quieren que sea España Esa diferente actitud refuerza los intereses británicos y perjudica los españoles. Llegado el momento de negociar, Cameron siempre podrá presentar cualquier gesto, por mínimo que sea, como una concesión, pues lo haría en contra de la opinión pública de su país, mientras que la firmeza que pudiera oponer Rajoy siempre podrá ser caricaturizada como radical y partidista.
Pero para no perder la perspectiva en este debate conviene acudir al origen del enfrentamiento. Es la decisión unilateral de Gibraltar de sembrar de bloques de hormigón el fondo marino para impedir que faenen los pesqueros españoles lo que ha desatado el conflicto. España se ha limitado a responder a ese acto hostil endureciendo los controles en la frontera.
Las declaraciones del ministro principal gibraltareño, Fabián Picardo, hablando de «ruido de sables», comparando al Gobierno con el régimen fascista de Franco y a España con Corea del Norte se contestan por sí solas. Ese desquiciamiento es la mejor prueba de que Exteriores acierta al responder con firmeza a su política de hechos consumados.
Sorprende, sin embargo, que tras conocerse la respuesta de Picardo, el responsable de Relaciones Institucionales del PSOE, Antonio Hernando, haya exigido al Gobierno que tenga un diálogo sin «exabruptos» ni «salidas de tono», y en cambio no haya tenido una sola palabra de reproche hacia aquél. IU, por su parte, ha asumido hasta tal punto el discurso de Picardo que utiliza sus mismas expresiones y habla de medidas «al estilo de las tomadas por los gobiernos franquistas».
La izquierda, que justifica su rechazo a la reacción del Gobierno erigiéndose en defensora de las condiciones de vida de los habitantes de la zona, debería ser consciente de que éstas no pueden salvaguardarse a cualquier precio.Sobre los miles de puestos de trabajo que se pierden por culpa del contrabando, IU no habla; o los impuestos que se niegan a pagar los 6.000 gibraltareños residentes en Sotogrande, o los perjuicios que ocasiona en nuestra economía la evasión. Tampoco d eso habla. Como está en juego el prestigio de la nación y ellos dices que solo les interesa 'er' pueblo, ¿qué les puede importar España? Esa es nuestra izquierda y no otra. EN NINGÚN PAÍS SUCEDERÍA ALGO SEMEJANTE, SALVO AQUÍ, QUE TENEMOS UNA IZQUIERDA ÚNICA EN EL MUNDO
El asunto de Gibraltar tiene que afrontarse con políticas de Estado, nunca desde posiciones partidistas. Por eso debería convocarse a la Diputación Permanente y llevar el debate al Parlamento. Si en algo se ha equivocado García-Margallo es en responder a las provocaciones de Gibraltar desde el sofá del Ministerio en lugar de hacerlo como requiere la ocasión: desde la sede de la soberanía nacional. Esa comparecencia en las Cortes es si cabe más necesaria y urgente por cuanto la Comisión Europea ya ha anunciado su intención de mantener después del verano una reunión con las autoridades españolas para abordar este asunto.
Lo que no puede volver a ocurrir con Gibraltar es que la posición española quede al albur del gobierno de turno. Ahí fue de una gran irresponsabilidad la actitud de jovenlandesatinos, que en contra del PP y de la tradicional política de nuestro país, hizo unas disparatadas concesiones a la colonia. La fuerza del Reino Unido es que cuando en Londres cambia el Ejecutivo no cambia su política en Gibraltar. Aquí debería pasar lo mismo.
Pero para no perder la perspectiva en este debate conviene acudir al origen del enfrentamiento. Es la decisión unilateral de Gibraltar de sembrar de bloques de hormigón el fondo marino para impedir que faenen los pesqueros españoles lo que ha desatado el conflicto. España se ha limitado a responder a ese acto hostil endureciendo los controles en la frontera.
Las declaraciones del ministro principal gibraltareño, Fabián Picardo, hablando de «ruido de sables», comparando al Gobierno con el régimen fascista de Franco y a España con Corea del Norte se contestan por sí solas. Ese desquiciamiento es la mejor prueba de que Exteriores acierta al responder con firmeza a su política de hechos consumados.
Sorprende, sin embargo, que tras conocerse la respuesta de Picardo, el responsable de Relaciones Institucionales del PSOE, Antonio Hernando, haya exigido al Gobierno que tenga un diálogo sin «exabruptos» ni «salidas de tono», y en cambio no haya tenido una sola palabra de reproche hacia aquél. IU, por su parte, ha asumido hasta tal punto el discurso de Picardo que utiliza sus mismas expresiones y habla de medidas «al estilo de las tomadas por los gobiernos franquistas».
La izquierda, que justifica su rechazo a la reacción del Gobierno erigiéndose en defensora de las condiciones de vida de los habitantes de la zona, debería ser consciente de que éstas no pueden salvaguardarse a cualquier precio.Sobre los miles de puestos de trabajo que se pierden por culpa del contrabando, IU no habla; o los impuestos que se niegan a pagar los 6.000 gibraltareños residentes en Sotogrande, o los perjuicios que ocasiona en nuestra economía la evasión. Tampoco d eso habla. Como está en juego el prestigio de la nación y ellos dices que solo les interesa 'er' pueblo, ¿qué les puede importar España? Esa es nuestra izquierda y no otra. EN NINGÚN PAÍS SUCEDERÍA ALGO SEMEJANTE, SALVO AQUÍ, QUE TENEMOS UNA IZQUIERDA ÚNICA EN EL MUNDO
El asunto de Gibraltar tiene que afrontarse con políticas de Estado, nunca desde posiciones partidistas. Por eso debería convocarse a la Diputación Permanente y llevar el debate al Parlamento. Si en algo se ha equivocado García-Margallo es en responder a las provocaciones de Gibraltar desde el sofá del Ministerio en lugar de hacerlo como requiere la ocasión: desde la sede de la soberanía nacional. Esa comparecencia en las Cortes es si cabe más necesaria y urgente por cuanto la Comisión Europea ya ha anunciado su intención de mantener después del verano una reunión con las autoridades españolas para abordar este asunto.
Lo que no puede volver a ocurrir con Gibraltar es que la posición española quede al albur del gobierno de turno. Ahí fue de una gran irresponsabilidad la actitud de jovenlandesatinos, que en contra del PP y de la tradicional política de nuestro país, hizo unas disparatadas concesiones a la colonia. La fuerza del Reino Unido es que cuando en Londres cambia el Ejecutivo no cambia su política en Gibraltar. Aquí debería pasar lo mismo.
e-pesimo Auxiliar 1: EDITORIALES: Hay que reunir al Parlamento para hablar del Peñón
El País:
Reconoce la provocación continua por parte de GB y Gibraltar, pero vierte todas las culpa sobre el Gobierno español por no estar a la altura de aquella doctrina de consenso, talante y diálogo
Aguas de Gibraltar | Opinión | EL PAÍS
Está claro que mientras España tenga la Izquierda que tiene, que apenas oye la mera palabra España se pone de uñas y se echa en brazos del enemigo más próximo, difícilmente saldrá adelante la nación, para ellos inexistente o repelente, a diferencia de todas las de dentro y fuera, desde Cataluña y Andalucía a Quebec y Flandes, que les parecen indiscutibles.
Diario de Verano: Cambiemos al PSOE por Gibraltar - El blog de Federico
El presidente de los trabajadores espaoles en Gibraltar nunca ha trabajado en la colonia - Libertad Digital
Barbadillo:
La izquierda expañola es española sólo por residencia y cobro de subvenciones, que no por carácter ni patriotismo ni decencia. Claro que sus votantes tienen gran culpa de ello.
El Imperio Progre expañol
-Está en contra del colonialismo.
-Se opone a todo paraíso fiscal, porque una vía por la que los ricos y el capitalismo financiero detraen el dinero que deben pagar a los Estados.
-Respalda los procesos de descolonización pendientes y hasta reclama que se extiendan al interior de España.
-El juego le parece una manera de esquilmar a las clases pobres y evadir impuestos.
-Se declara ecologista, verde, renovable y reciclable.
-Combate la explotación laboral de los trabajadores extranjeros.
-Clama contra la presencia de armas nucleares en suelo español.
Entonces, ¿por qué el Imperio Progre y su principal brazo político, el PSOE, es el salvavidas de los caciques gibraltareños en España?
Gibraltar es un paraíso fiscal, una colonia declarada como tal por la ONU, donde el 15% de su PIB proviene del juego, que desde su existencia ha esquilmado y empobrecido la comarca vecina para contar con una mano de obra barata y sumisa, que permite el atraque de submarinos nucleares británicos, que vende combustible a buques, que atropella a los pescadores españoles, que viola la legislación de la ONU... Y la izquierda expañola se comporta ante los gibraltareños como si fuese nieta del conde don Julián, el que, según la leyenda, abrió la puerta de España a los invasores fiel a la religión del amores. El mismo comportamiento que tiene con jovenlandia, invasor y ocupante del Sáhara Occidental.
David Torres, ejemplo de estos donjulianes, a lo que añade una incultura insondable, ha definido así a Gibraltar:
(...) esa roca subida de peso que está en frente de Algeciras y molesta sobremanera a los españolazos de toda clase y condición
Qué análisis tan profundo, cuánto patriotismo, menuda preocupación por la ley internacional, qué defensa de los explotados por un nido de piratas... Cuando los siervos del Imperio Progre ven que sus tópicos coinciden siquiera de refilón con lo español, los tiran a la sarama, porque para ellos lo primero es el repruebo a España, casi a la misma altura que el repruebo a Cristo.
Con memos como éste y quintacolumnistas como la alcaldesa de la Línea de la Concepción, Gema Araujo, España nunca será un país europeo, porque seguiremos padeciendo una izquierda peronista, muy distinta de la que existe enEuropa, en la Gran Bretaña, sin ir más lejos.
(Ahora esperemos que el Gobierno de Rajoy no se arrugue y aplique las medidas que ha anunciado.)
Se equivoca: la izquierda peronista argentina es ultranacionalista. Ni siquiera en su versión peronista la izquierda que padecemos desde hace un siglo se parece a ninguna izquierda en el mundo. Ni al peronismo:
La izquierda expañola, en apoyo de Gibraltar
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