No hay independencia financiera posible en España y probablemente tampoco en la UE.
El motivo son los impuestos: son la herramienta de los Estados para que nadie fuera de una élite cerrada y exclusiva pueda abandonar la rueda de la servidumbre.
Por ejemplo en España, la cantidad de activos generadores de rentas fijas e ingresos pasivos que te permitan vivir bien te lleva a la obligación de tener que pagar impuesto de patrimonio... al ser progresivo, a más tienes más pagas y por lo tanto es imposible salir.
Si para generar unos ingresos pasivos decentes de 50.000€/ año tras costes e impuestos necesitas 1,5M de € te ves con el problema de tener que pagar casi 20.000€ en imp. de propiedades. Con 30.000€ (apenas 2.600/mes) no puedes vivir bien, especialmente si tienes hijos.
Para recuperarte de esa perdida te ves en la necesidad de llegar a los 2,1M así puedes llegar a 50.000€/año (70.000-20.000) pero entonces ves que el impuesto se va a 32.000€ y además tienes que pagar más renta al estar tus ingresos en un tramo más alto, con lo que los impuestos que pagas de más se van a 40.000€. Entonces ves que 70.000-40.000 = 30.000, sigues en esos 30.000 a pesar de haber aumentado tu capital y tus rendimientos.
Llega un punto e n el que cuanto más tienes más pagas y te quedas en el estancamiento o incluso puede que en España llegues a ingresar menos con 3M que con 2M en activos que generen rendimientos.
Entonces es cuando descubres que casi todos los que de verdad tienen dinero en España o tienen tinglados societales o simplemente no viven en España.
Es decir, te dejan con la alternativa de meterte en chanchullos o emigrar. En mi caso, como repruebo los chanchullos y no soporto vivir bajo una espada de damocles he decidido marcharme.
Yo no tengo ni quiero la independencia financiera (me gusta mi trabajo y además mantiene mi mente activa), pero me desmotiva trabajar y generar riqueza en un sistema que es una gran mentira y esta diseñado para no salir jamás de la rueda.. Estoy perdiendo la ilusión y quiero vivir en un entorno en el que mi esfuerzo y mis ideas den frutos reales.
Además debo pensar en mi vejez, cuando el deterioro de mis capacidades dejen de permitirme generar los ingresos que ahora tengo.