Fudivarri
EL ESTADO ES TU PEOR ENEMIGO.
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La enorme contradicción que tanto se nos reprocha a los “conspiranoicos” es la siguiente:
“El cobi19 NO EXISTE, pero… es un bichito artificial chino o americano para exterminar a la humanidad”.
Los conspiranoicos coherentes “solucionamos” esta contradicción de alguna de estas 3 maneras:
1. El bichito cobi19 no existe, las trombosis del tejido vascular las producen las radiaciones electromagnéticas de microondas de las torres de telecomunicaciones 4 y 5G”. Apoyan esta idea los fallecimientos de personas con la ferritina alta (hierro en sangre libre y combinado), pues es imantable. Las observaciones de doctores en el medio rural, lo avalan. La banderillación es absurda, pues se trata de una enfermedad séptica por radiaciones.
O bien:
2. El bichito no existe. Los muertos vienen de una pura manipulación, tomando los fallecidos por gripe estacional, adjudicando fallecidos por todas las causas al el bichito, abandono de tratamientos y ancianos y yatrogenia y sedaciones. La banderilla es el verdadero objetivo del poder y es de alto riesgo: Es un vehículo para implantar en el genoma humano la industria de la producción de espículas S, que resultan ser un veneno para el tejido vascular. Lo avala la intensa campaña para banderillar, aún habiéndose descubierto que la espícula S es la causante de la enfermedad, y no el bichito.
Pero somos conscientes de que ambas causas no tienen nada que ver una con otra, a menos que ambas sean parte del proyecto del Novus Ordo Mundi. Y éste se caracteriza por la interposición de pantallas que desvían la atención sobre la verdad.
3. La teoría alternativa es que los bichito ni siquiera existen, son exosomas (desperdicios que evacuan las células en forma de paquetes, producto de su metabolismo). El portador de la enfermedad, tampoco es un bichito. ¿Qué ha sido? ¿La banderilla de la gripe estacional? ¿Un hongo?. Y es la propia banderilla, da igual de qué tipo, adenovírica o de ARNm,, la que introduce el gen para la fabricación de espículas S en cantidades letales en los organismos de los medicados.
Exosomas
Y en esas estamos. Nada puede rechazarse apriorísticamente. Y todo pueden ser pantallas.
Salud y acracia.
“El cobi19 NO EXISTE, pero… es un bichito artificial chino o americano para exterminar a la humanidad”.
Los conspiranoicos coherentes “solucionamos” esta contradicción de alguna de estas 3 maneras:
1. El bichito cobi19 no existe, las trombosis del tejido vascular las producen las radiaciones electromagnéticas de microondas de las torres de telecomunicaciones 4 y 5G”. Apoyan esta idea los fallecimientos de personas con la ferritina alta (hierro en sangre libre y combinado), pues es imantable. Las observaciones de doctores en el medio rural, lo avalan. La banderillación es absurda, pues se trata de una enfermedad séptica por radiaciones.
O bien:
2. El bichito no existe. Los muertos vienen de una pura manipulación, tomando los fallecidos por gripe estacional, adjudicando fallecidos por todas las causas al el bichito, abandono de tratamientos y ancianos y yatrogenia y sedaciones. La banderilla es el verdadero objetivo del poder y es de alto riesgo: Es un vehículo para implantar en el genoma humano la industria de la producción de espículas S, que resultan ser un veneno para el tejido vascular. Lo avala la intensa campaña para banderillar, aún habiéndose descubierto que la espícula S es la causante de la enfermedad, y no el bichito.
Pero somos conscientes de que ambas causas no tienen nada que ver una con otra, a menos que ambas sean parte del proyecto del Novus Ordo Mundi. Y éste se caracteriza por la interposición de pantallas que desvían la atención sobre la verdad.
3. La teoría alternativa es que los bichito ni siquiera existen, son exosomas (desperdicios que evacuan las células en forma de paquetes, producto de su metabolismo). El portador de la enfermedad, tampoco es un bichito. ¿Qué ha sido? ¿La banderilla de la gripe estacional? ¿Un hongo?. Y es la propia banderilla, da igual de qué tipo, adenovírica o de ARNm,, la que introduce el gen para la fabricación de espículas S en cantidades letales en los organismos de los medicados.
Exosomas
Y en esas estamos. Nada puede rechazarse apriorísticamente. Y todo pueden ser pantallas.
Salud y acracia.
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