La gran mentira de las chicas obligadas a mantener sesso con los japoneses

fausal

Madmaxista
Desde
1 Sep 2010
Mensajes
5.443
Reputación
14.580
Lugar
PONTEVEDRA
SEGUNDA GUERRA MUNDIAL - La «gran mentira» de las adolescentes obligadas a tener sesso con los soldados japoneses - ABC.es



Han pasado casi 75 años desde que, en el frente del Pacífico, Japón se enfrentaba a sangre y fuego contra los aliados para dirimir quién se alzaría con la victoria en la Segunda Guerra Mundial. Aquel enfrentamiento, como es lógico, acabó con la vida de miles de combatientes en pleno campo de batalla y marcó la de otros tantos que, tras toparse con una mina enemiga o un explosivo, vieron su existencia destrozada para siempre.

No obstante, lejos de las zonas de combate también había miles de mujeres asiáticas cuya existencia quedó horriblemente marcada cuando -aproximadamente desde 1938- el ejército japonés las raptó para que mantuvieran decenas de relaciones sensuales a diario con los soldados del Emperador. Todas ellas eran llamadas «mujeres de solaz» y, aunque no tuvieron que enfrentarse a las balas, sin duda tuvieron que pasar por unas penurias que nunca olvidarían.

Esto es, al menos, lo que cuentan los libros de Historia sobre ellas. Una práctica que ha llegado a reconocer el gobierno japonés y por la que pidió disculpas en 1997. No es para menos, pues unas 200.000 mujeres (principalmente chinas, filipinas, coreanas e indonesias) fueron sacadas a golpes de sus hogares y arrebatadas de los brazos de sus familias para servir de «desahogo sensual» a los combatientes japones. Sin embargo, es algo que no parece estar lo suficientemente probada para revisionistas como Toshio Tamogami, un exjefe de personal de la fuerza aérea nipona y político en activo que -en una entrevista concedida a la «BBC»- ha afirmado que nunca existieron las «mujeres de solaz».
Revisando la historia

Tal y como explica la cadena inglesa, Tamogami es solo uno de los cientos de sujetos que creen que los sucesos vividos por estas esclavas sensuales son invenciones ideadas por países como Corea del Sur (donde fueron raptadas una gran cantidad de mujeres para servir como cortesanas) para minar el espíritu japonés. Según afirma, todo forma parte de un plan orquestado con fines políticos que pretende mostrar a los japoneses como unos «mostruos».

«Si es cierto, ¿cuántos soldados tuvieron que ser movilizados para arrastrar por la fuerza a tantas mujeres? ¿Y se supone que los coreanos simplemente se quedaron observando como se llevaban a sus mujeres sin usar la fuerza? ¿Eran todos unos cobardes?. [...] Como nación derrotada sólo se nos enseña la historia de los vencedores. Para ser una nación independiente debemos alejarnos de la historia que se nos impone. Debemos recuperar nuestra verdadera historia que podemos estar orgullosos», explica.

De una opinión parecida son otros políticos más reconocidos como Shinzo Abe, el primer ministro de Japón. Y es que, aunque este nipón afirmó a principios de año que hubo «mujeres de solaz» en China y el Sudeste Asiático, siempre ha negado que fuera mediante coacción o, incluso, que se las raptase. Por el contrario, cree que eran cortesanas que estaban de acuerdo con su trabajo y partían sabiendo a qué se enfrentaban.
cortesanas de 15 años

Para personas como Tamogami o Abe las pruebas no son suficientes para confirmar la existencia de las «mujeres de solaz». Sin embargo, no creen lo mismo ancianas como Lee Ok-seon, una coreana de 87 años que, según a explicado en repetidas ocasiones, fue raptada por el ejército Imperial cuando apenas contaba 15 años. Posteriormente la trasladaron hasta Yanjin (en la frontera con Corea del Norte), donde la obligaron a mantener relaciones sensuales con una media de 50 soldados al día. Si no cumplía su cuota o se negaba, recibía una paliza.

Con todo, y según afirmó esta octogenaria hace menos de un mes al diario «Daily Mail», no era la cortesana más joven que había en el lugar, pues algunas niñas no superaban las 14 primaveras. Todas ellas sufrían dolorosas palizas cuando intentaban escaparse. «Decían que me iban a apiolar. Me golpeaban y me pateaban constantemente. Llegaron a blandir un cuchillo cerca de mí y a decir que acabarían conmigo», explicaba Lee Ok-seon. Tal era la situación, que muchas jóvenes se suicidaban para no tener que sufrir aquellas vejaciones y evitar ser forzadas a diario.

Como ella, decenas de mujeres han narrado en estos últimos años sus tristes historias, a las que personas como Tamogami no dan credibilidad. ¿La razón? Según él, solo son cuentos promovidos por gobiernos contrarios al japonés. A su vez, este negacionista tampoco cree declaraciones como las del antiguo soldado japonés Masayoshi Matsumoto, quien llegó a calificarse de «criminal de guerra» por haber mantenido relaciones sensuales con «mujeres de solaz» mientras era enfermero militar.

«Había seis mujeres de consuelo para nuestra unidad. Una vez al mes comprobaba que no tenían enfermedades de tras*misión sensual. Las coreanas eran para los oficiales. Así que los soldados rasos atacaban las aldeas raptando a mujeres, violando y matando», explica en declaraciones recogidas por la «BBC».

Matsumoto también tiene palabras de crítica para Abe, a quien acusa de modificar el pasado. «Es ridículo, Aquel que no puede mirar hacia atrás y admitir lo que sucedió repetirá sus malas acciones. Abe cree que deberíamos borrar las cosas malas que hizo Japón en el pasado y hacer como que nada hubiese pasado. Por eso no puedo perdonarle», añade.
 
Los americanos también dicen que en Japón, durante la dominación tras la guerra, no hicieron nada de nada.
También los nazis construían teatros a los judíos en los campos de concentración.
En España los de derechass iban repartiendo caramelos a los niños cuando ganaban un pueblo, y entre los gente de izquierdas todo era igualdad y colaboración entre las personas.

En resumen, que durante la guerra y los años que la sucedieron parece que se vivía mejor que nunca.
 
Como Scire no quiere la pole, me la quedo yo.

Porque el artículo no da para más.
 
Como que los japoneses iban a andarse con contemplaciones.

Desde luego no iban a llevar pilinguis japonesas.

Lo razonable era que tomasen mujeres de aquellas razas que consideraban inferiores.

Y también era razonable que a quienes se les resistían los ejecutaban.

La cultura milenaria japonesa se quedó en las islas. Lo que exportaron al resto del Asia no fue precisamente delicadeza y buenos modales. Trataron a los chinos, coreanos, filipinos, indochinos y europeos como consideraban que había que tratarlos; como inferiores; como esclavos; como sirvientes.
 
Volver