Catalinius
Madmaxista
Yo me he perdido tres entierros muy importantes: un tía, un tío y mi suegro, el de la primera por haberme ido de vacaciones tras una operación en la que pretendían quitarme un riñón porque decían los expertos que tenía un carcinoma que resultó ser un angiomiolipoma y dije que si me iba no volvía (mi prima dejó de hablarme y hasta hoy 8 años después), el segundo acababa de llegar a Barcelona a un tema laboral (mi primo me dijo que sin problema alguno) y el tercero estaba precisamente en el quirófano del tema del riñón.Yo también lo he visto. Familiares que tiene el detalle de hacer cientos de kilómetros para asistir al entierro, y luego se ponen en el tanatorio a reír y contar anécdotas como si se les hubiera olvidado dónde están y para qué.
La risa es un mecanismo de defensa frente a la frustración, que busca un alivio de la ansiedad. Es como el conferenciante que se equivoca en una palabra y acaba diciendo una tontería, y su reacción inmediata es reírse.
¿Puede ser un efecto del ateísmo?¿ Puede ser una reacción ante el miedo a la fin, a pensar que del otro lado no hay nada?
Para mi no ir a entierros se ha convertido en mi meta.