La gente ya se la sudan los entierros?

Siempre puede ser peor. A la salida de un entierro unos niñatos "graciosos" gritaron "viva los novios!"

No los mataron porque tuvieron la precaución de ponerse lo bastante lejos como para salir por patas.
Para eso el típico que se equivoca de capilla y da el pésame hasta darse cuenta que no es su muerto
 
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Ya muy enfermo, Quevedo preguntó al médico que cuánto tiempo le quedaba por vivir; el médico le dijo que tres días, a lo que el escritor replicó: “Ni tres horas”. Y así fue.

Dictó sus últimas disposiciones y ante la propuesta de un amigo de que dejara dinero para pagar los músicos que habían de acompañar su entierro, soltó: “La música páguela quien la oyere”.
 
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