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La falta de profesionales pone en jaque a los talleres de coches: «Muchos cierran el negocio porque no hay nadie que se quede con él»
f. fernández FERROL / LA VOZ
FERROL CIUDAD
César Toimil
La falta de relevo generacional acecha los negocios de reparación de vehículos
03 ene 2024. Actualizado a las 21:18 h.
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Seguramente, Manuel Ángel Fernández Prieto, presidente de la asociación de talleres de Ferrol, podría tener un coche del trinque. Pero, en cambio, conduce un Audi A6 del 2012, con motor de gasoil, que no cambiaría por nada. «Yo soy de coche antiguo, a mí los nuevos... Si tuviera que comprar, miraría uno de segunda mano», aconseja este profesional que lleva treinta años en el mundo del motor. ¿Qué pasa con los coches nuevos?: «Están carísimos». Además, «se estropean más porque tienen más cosas» que los antiguos. Aunque aclara que los de segunda mano también «están carísimos, porque la gente no sabe qué comprar, si pasarse o no al eléctrico, y recurre a modelos que sabe que funcionan bien». Como él.
La asociación de talleres Atreve agrupa a 180 negocios de la provincia de A Coruña, de los cuales, un centenar están en la comarca de Ferrol, que movilizan cerca de un millar de puestos de trabajo. Empleos que van a menos, lamenta Fernández Prieto. Porque los talleres también precisan incorporar personal: «Faltan chapistas, pintores, electricistas, mecánicos...». Y los empresarios, la mayoría autónomos, no encuentran trabajadores para cubrir esas vacantes. Ni siquiera para relevar al propietario cuando este se jubila, algo que está pasando sin cesar: «Muchos cierran el taller cuando les llega el retiro porque no encuentran a nadie que se quede con él».
Manuel Ángel Fernández no sabe bien a qué atribuir esta falta de profesionales, pero entiende que «el oficio no debe de ser lo suficientemente atractivo para la gente joven». Y eso que los salarios y las condiciones laborales de los trabajadores han mejorado de forma importante, resalta, fruto justamente de esa falta de personal. Porque los talleres están supliendo ese problema de mano de obra contratando a empleados de otros negocios: «Si necesitas un profesional y no lo encuentras, vas al que sabes que trabaja bien, que está en el taller de al lado y le ofreces mejores condiciones».
Consecuencia de esa sequía de nuevas vocaciones es la acumulación de trabajo en los talleres, para desgracia de los clientes, que tienen que esperar más tiempo para reparar su vehículo. Así lo reconoce el responsable de la patronal: «Es fácil que tengas que esperar un mes, entre que te dan vez para dentro de siete u ocho días, después, una vez que el coche entra en el taller, puede que tengas problemas para localizar la pieza, al final la gente se queja de que las reparaciones se alargan».
¿Problemas para localizar la pieza? Sí, por si la falta de personal no fuera suficiente, ese es otro de los lastres a los que se enfrentan estos negocios de reparación de vehículos. Fernández Prieto explica que, antes, los fabricantes garantizaban el suministro de recambios durante los primeros veinte años de vida de un modelo, pero ahora son diez. Así que «te encuentras con un coche con catorce años averiado o accidentado y la mitad de las piezas están descatalogadas», añade el responsable de Atreve en Ferrol. Hasta resulta complicado encontrarlas en los desguaces, antes grandes supermercados de piezas de segunda mano.
«El coche eléctrico va a implicar menos trabajo para los negocios»
Problemas para cubrir las vacantes, falta de repuestos... Y el coche eléctrico. «Estamos en un cambio de tendencia», corrobora Fernández Prieto. Y los talleres deben adaptarse a los nuevos tiempos. Sobre todo, al previsible fin de los motores de combustión para dar paso a los híbridos o a los eléctricos puros. «Es un sector en el que tienes que estar siempre despierto», reconoce el presidente de los talleres y propietario de Radio Car Ferrol.
Sobre la llegada del coche eléctrico, Fernández Prieto aclara que, de momento, no han entrado en los talleres porque la mayoría están aún en garantía y pasan las revisiones en los concesionarios. Pero cuando esta se acabe, en dos o tres años, esos modelos «van a traer menos trabajo a los talleres porque tienen muchas menos averías y son más fáciles de reparar, pero tenemos que especializarnos».
Sobre el proceso de automatización de los procesos en los negocios de reparación de vehículos, Manuel Ángel Fernández avanza: «Puedes tener una máquina con la que ganas tiempo, pero este trabajo hay que hacerlo con las manos»
