Uritorco
The White Revolution is the only solution.
La esvástica es un símbolo ario introducido por estos en los cuatro rincones del planeta. Solo muy tardiamente penetraron en Europa trayendo consigo logicamente la esvastica y la cruz gamada, que aparece en todos los pueblos nordicos y germanicos, desde los celtas a los godos. Los romanos tambien la utilizaron. La mitologia de todas las culturas no blancas hablan de hombres altos, rubios y barbados de los que la gran conspiracion se ha encargado de ir borrando sus huellas. El ex diplomatico chileno Miguel Serrano publico esto al respecto en un articulo en 1992:La cosa no es que lo usaran solo o no los pueblos indoeuropeos, sino que su antigüedad es muy anterior a estos. Miles de años antes de que los indoeuropeos empezaran a expandirse. 10.000 AC ya se ha encontrado muestras de esvasticas cuando no había indoeuropeos ni una concepción de blancos.
"En la celebración de los quinientos años del llamado "Descubrimiento de América", fui invitado a participar en el Primer Encuentro Internacional "Salud, Historia y Cultura", que se realizó en Quito, Ecuador. Se me pedía desarrollar los temas: "El rescate de la Identidad de América" y “La Historia Preincáica y el significado de Tiahuanacu". Escribí el siguiente trabajo, el que al ser editado en este pequeño ***eto lo dedico a la memoria de Hermann Wirth, autor de la monumental obra "La Aurora de la Humanidad" y fundador de la Ahnenerbe, instituto de Investigaciones especializado en la herencia ancestral de las SS hitleristas, al pastor Jurgen Spanuth, quien lo ha arriesgado todo en la reivindicación del Mundo Hiperbóreo y al antropólogo francés que se radicara en Argentina, Profesor Jacques de Mahieu, genial y acucioso investigador de nuestra América vernácula, la de los Dioses Blancos.
Estos tres héroes de la investigación histórica, son los más grandes revisionistas al presente, por desgracia poco conocidos, pues la Gran Conspiración hace todo lo posible por ignorarlos. Conocí personalmente a estos tres investigadores, habiendo sido un gran honor para mi estrechar sus manos. A ellos dedico este trabajo y, muy especialmente, a mi gran amigo y camarada Jacques de Mahieu, con todo mi afecto y admiración sin límites, de modo que mi recuerdo pueda llegarle hasta donde el ahora se encuentre, después de haber navegado las oscuras aguas de este mundo.
No hay nada de más insípido, ni más falso, que la historia oficial, edificada sobre datos espúreos, rehechos. Esta historia se denomina a sí misma "científica". Y, ¡Ay de aquel que pretenda apartarse un milímetro de ella!. Se le descalifica por "no serio", "no científico"; "un imaginativo", y se le coloca al margen del "mundo académico". Algo así ha sucedido, por ejemplo, con el pastor alemán, Júrgen Spanuth y, entre otros, con el antropólogo e investigador francés, radicado en Argentina, Jacques de Mahieu. Y eso a pesar de que ambos se ciñen estrictamente al tipo de investigación "científica", actuando sobre datos concretos de excavaciones, grafitos, esqueletos, momias, signos pétreos y alfarerías.
Conocí a ambos investigadores personalmente, y, con el profesor de Mahieu mantuve una importante correspondencia hasta su fin. Sostiene Spanuth que la Atlántida de Platón era en verdad Hiperbórea, una isla continente, ubicada en la cercanía del Polo Norte, por donde hoy aparece Helgoland. Su capital era Basiléia, o Abalus. Habría desaparecido en una gran catástrofe, la que se halla relatada en la "Crónica de Oera-Linda", que tradujera y divulgara el profesor Hermann Wirth, fundador en Alemania del Instituto de Investigaciones especializadas de las SS, Ahnenerbe y a quien también conocí algunos años antes de su fin. Desde el norte polar descienden los Hiperbóreos, en oleadas sucesivas, abriéndose en abanico hacía las regiones del hoy desierto del Gobi, donde fundan una grandiosa civilización, cuyos restos investigara el profesor Wirth, en Siberia.
A esto se refiere también Tilak, el político y filósofo Hindú, en su importante libro The Artic home in the Vedas, sosteniendo que es en "Los Vedas" donde se encuentran las pruebas de que los arios que conquistaron la India, es decir, Baharatha, la Tierra de los "Grandes Baharathas", de los gigantes, venían del Ártico. Mohenjo Daro y Jarapa, con bastante más de siete mil años, son fundaciones hiperbóreas tardías. En el otro extremo del abanico los hiperbóreos descienden hasta Africa, mucho antes de lo que Spanuth piensa, aunque él mismo me afirmara que la lucha entre los invasores hiperbóreos y Ramsés II, faraón egipcio, había sido una "lucha de parientes, como la de los alemanes con los ingleses". Es decir, que las primeras dinastías egipcias fueron blancas, tal vez venidas de la India, como lo asegura el Conde de Gobineau. Blancas, como las dinastías Inkas, hasta el imperio impostor de Atahualpa.
Extraño destino el de los investigadores y hombres de ciencia como Wirth, Spanuth y de Mahieu. Encuentran una línea y si la siguen firmemente de pronto se hallan con un mundo de arena movedizas y de espejismos mágicos, que ellos no buscaban y donde ya no hay hitos ni un sendero seguro. Se vuelven atrás, o tendrán que enfrentarse a un ambiente enemigo, que por todos los medios tratará de combatirlos y aniquilarlos. Es esta la "sombra de color" de la Gran Conspiración histórica. Thor Heyerdahl debió ceder y desdecirse de sus primeros descubrimientos e investigaciones en la Isla de Pascua, pudiendo así tras*formarse en un "investigador reconocido y de prestigio"; es decir, comenzar a ganar dinero. Lo contrario aconteció con el doctor Wirth, al perder la guerra el Tercer Reich, y con el pastor Spanuth, quien ha debido de interrumpir sus investigaciones, amenazado de perder su canonjía. Jacques de Mahieu ha muerto pobre, sin un reconocimiento oficial, ni un puesto en la Universidad de Argentina, a la que dedicara la mayor parte de su vida.
Pero el gran de Mahieu, continuó por el sendero extraño y misterioso que se abriera frente a sus pasos, sin amedrentarse, hasta el final, como un buen guerrero, espada en mano, abriéndose camino hasta donde sus solitarias fuerzas y su formación le permitieron. Fue así como al final de sus días, debió confesarme que "el Tíahuanacu Vikingo, del que él hablara, fue sólo una reconstrucción tardía de otro Tiahuanacu muy anterior". Porque de Mahieu descubrió vestigios, en piedras grabadas, de un alfabeto pre-rúnico, pudiendo sostener que los aborígenes Comechingotes, de la Sierra de Córdoba, eran los restos de los troyanos sobrevivientes, escapados y nunca hallados. Los troyanos eran descendientes de los hiperbóreos, remotamente venidos al polo ártico.
Lo que aquí estamos relatando es de una tremenda antigüedad. Europa perdió la memoria de ello con el advenimiento del cristianismo. Se le hizo perder la memoria. Y aun antes. Lo prueba Platón, que es el único que habla de la Atlántida; al menos, el único que ha sobrevivido tras el incendio intencional de la Biblioteca de Alejandría, llevado a cabo, sin dudas por la Gran Conspiración, ya que ahí los egipcios hablarían de lo mismo, y aun mas. También el navegante y alquimista, Pedro Sarmiento de Gamboa, hombre de trágico destino, en su "Historia de los Inkas", aporta conocimientos clásicos de gran importancia y que habrían servido de inspiración y guía del camino a de Mahieu, y a mí, fundamentalmente".
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