ciclado
Himbersor
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Rusos marrulleros en cuclillas con chándal adidas mandan.
La estética 'gopnik': ¿Por qué los rusos están obsesionados con la marca Adidas?
La estética 'gopnik': ¿Por qué los rusos están obsesionados con la marca Adidas?
Las matrioshkas, Dostoievski, el críptico cirílico, el vodka de alta graduación, y hasta el antiguo comunismo han dejado de ser lo más representativo de "La progenitora Rusia". ¿Qué es en la actualidad lo más icónico de este maravilloso país? Pues gracias a Internet, que tantos ratos buenos nos ha hecho pasar con vídeos de fails y memes de gatos, podemos decir que la presente bandera de esta nación debería trazarse con las tres franjas míticas de la marca Adidas. Desde luego, todo el mundo le rendiría respeto y admiración o al menos, la tribu urbana conocida en Rusia como los gopnik; que ahora mismo, gracias a las redes, son lo más conocido del país septentrional.
¿Cómo explicarlo? En la actualidad, los gopnik serían el equivalente, más rubito y eslavo, de nuestros queridísimos y patentados canis o bakalas. No sé si ocuparan con la misma pose los parkings de las discotecas, pero sí sé que a ambos le van los peinados rasos y la ropa de sport. No hay más que ver las exóticas fotos que podemos encontrar de estos sujetos por toda la Red. El cuadro suele acompañarse por un fusil de asalto soviético, una mirada decidida, y una arraigada postura en cuclillas, ya tan carismática como la del loto en el asceta oriental.
Pese a que muchos intentáramos borrarlo de los anales de la historia con prendas vaqueras rasgadas y pataletas entre el dependiente y nuestra progenitora, el chándal va a sobrevivirnos. Seguramente porque es cómodo y porque una de las subculturas urbanas más populares del país más extenso del mundo lo utiliza tanto de smoking como de pijama. Pero hay nivel, nada de burdos apaños con telas que parecen sacadas de un paracaídas fosforito, no. Chándals y ropajes deportivos de la indiscutible marca Adidas. Siempre con el logo bien destacado, y si puede ser, surcados con las tres franjas que caracterizan tanto a la compañía. Para ir un paso más allá en lo rocambolesco, tanto el emblema como el estilo serán los del Adidas de los 80, dando un toque obsoleto pero carismático a su estampa.
¿A qué se debe esta obsesión por la conocida marca alemana? Pues sólo hay que remontarse a las Olimpiadas de Moscú de 1980. Una Adidas ochentera diseñó la equipación reglamentaria de los deportistas soviéticos, aunque no sin ser algo censurados. No habría rastro de etiquetas ni del nombre de la marca alemana y las tres rayas características serían cambiadas por una roja, más gruesa y soviética. Aun así, Adidas se ganó el respeto y la popularidad entre el pueblo ruso, tanto, que hasta el día de hoy la marca resalta en el pecho de su selección de fútbol.
Las olimpiadas con sus eventos deportivos y medalleros pasaron de largo, sin embargo, en Rusia quedó la impronta de la marca Adidas. Pronto el que vestía la marca y la llevaba por la calle era señalado de moderno y de cool. De hecho, en su tiempo, todo lo que venía de más allá de la frontera era señalado de moderno y de cool. Hasta que no llegaron las falsificaciones desde puntos como China o Turquía, las prendas Adidas eran bastante caras y difíciles de conseguir en la Rusia soviética. No es de extrañar que el que las consiguiera se viera a sí mismo como un elegante modelo que porta lo último traído desde el exótico occidente.
El chándal como distintivo de clase
"¡Quien viste Adidas venderá mañana a su patria" era una cantinela típica de aquel tiempo. Pero poco se podía hacer, pedir a las autoridades que se interesasen por el tema era para ellos como parar la llegada de otros productos occidentales que también estaban rompiendo, como los chicles o los jeans.
Para cuando la Unión Soviética se vino abajo, el chándal Adidas ya era toda una institución. Incluso se convirtió en un distintivo criminal. Debido a que muchas de las cárceles rusas carecían de uniforme los prisioneros elegían el chándal. Por no hablar de todos aquellos ex deportistas que bajaron del podio de las olimpiadas para hundirse en la delincuencia con el fin de llevarse algo a la boca. Lamentablemente, la misma ropa que les sirvió para moverse con rapidez y agilidad en la pista de atletismo les serviría para hacer lo propio en las calles.
La marca Adidas en Rusia vio desde las profundidades de los callejones hasta la cumbre de muchos negocios. No era difícil ver a los jefazos de empresas engalanados con su chándal de la marca presidiendo reuniones o charlas. Impresionados, los gopniks, término que un principio refería a los rateros y gánsters comunes, empezaron a usarlo como símbolo de prestigio, aunque muchas veces, como hemos dicho, se trataban de falsificaciones, pero, ¿quién no ha tenido alguna vez unos calcetines de la marca "Adiidos"?
La estética 'gopnik': ¿Por qué los rusos están obsesionados con la marca Adidas?
La estética 'gopnik': ¿Por qué los rusos están obsesionados con la marca Adidas?
Las matrioshkas, Dostoievski, el críptico cirílico, el vodka de alta graduación, y hasta el antiguo comunismo han dejado de ser lo más representativo de "La progenitora Rusia". ¿Qué es en la actualidad lo más icónico de este maravilloso país? Pues gracias a Internet, que tantos ratos buenos nos ha hecho pasar con vídeos de fails y memes de gatos, podemos decir que la presente bandera de esta nación debería trazarse con las tres franjas míticas de la marca Adidas. Desde luego, todo el mundo le rendiría respeto y admiración o al menos, la tribu urbana conocida en Rusia como los gopnik; que ahora mismo, gracias a las redes, son lo más conocido del país septentrional.
¿Cómo explicarlo? En la actualidad, los gopnik serían el equivalente, más rubito y eslavo, de nuestros queridísimos y patentados canis o bakalas. No sé si ocuparan con la misma pose los parkings de las discotecas, pero sí sé que a ambos le van los peinados rasos y la ropa de sport. No hay más que ver las exóticas fotos que podemos encontrar de estos sujetos por toda la Red. El cuadro suele acompañarse por un fusil de asalto soviético, una mirada decidida, y una arraigada postura en cuclillas, ya tan carismática como la del loto en el asceta oriental.
Pese a que muchos intentáramos borrarlo de los anales de la historia con prendas vaqueras rasgadas y pataletas entre el dependiente y nuestra progenitora, el chándal va a sobrevivirnos. Seguramente porque es cómodo y porque una de las subculturas urbanas más populares del país más extenso del mundo lo utiliza tanto de smoking como de pijama. Pero hay nivel, nada de burdos apaños con telas que parecen sacadas de un paracaídas fosforito, no. Chándals y ropajes deportivos de la indiscutible marca Adidas. Siempre con el logo bien destacado, y si puede ser, surcados con las tres franjas que caracterizan tanto a la compañía. Para ir un paso más allá en lo rocambolesco, tanto el emblema como el estilo serán los del Adidas de los 80, dando un toque obsoleto pero carismático a su estampa.
¿A qué se debe esta obsesión por la conocida marca alemana? Pues sólo hay que remontarse a las Olimpiadas de Moscú de 1980. Una Adidas ochentera diseñó la equipación reglamentaria de los deportistas soviéticos, aunque no sin ser algo censurados. No habría rastro de etiquetas ni del nombre de la marca alemana y las tres rayas características serían cambiadas por una roja, más gruesa y soviética. Aun así, Adidas se ganó el respeto y la popularidad entre el pueblo ruso, tanto, que hasta el día de hoy la marca resalta en el pecho de su selección de fútbol.
Las olimpiadas con sus eventos deportivos y medalleros pasaron de largo, sin embargo, en Rusia quedó la impronta de la marca Adidas. Pronto el que vestía la marca y la llevaba por la calle era señalado de moderno y de cool. De hecho, en su tiempo, todo lo que venía de más allá de la frontera era señalado de moderno y de cool. Hasta que no llegaron las falsificaciones desde puntos como China o Turquía, las prendas Adidas eran bastante caras y difíciles de conseguir en la Rusia soviética. No es de extrañar que el que las consiguiera se viera a sí mismo como un elegante modelo que porta lo último traído desde el exótico occidente.
El chándal como distintivo de clase
"¡Quien viste Adidas venderá mañana a su patria" era una cantinela típica de aquel tiempo. Pero poco se podía hacer, pedir a las autoridades que se interesasen por el tema era para ellos como parar la llegada de otros productos occidentales que también estaban rompiendo, como los chicles o los jeans.
Para cuando la Unión Soviética se vino abajo, el chándal Adidas ya era toda una institución. Incluso se convirtió en un distintivo criminal. Debido a que muchas de las cárceles rusas carecían de uniforme los prisioneros elegían el chándal. Por no hablar de todos aquellos ex deportistas que bajaron del podio de las olimpiadas para hundirse en la delincuencia con el fin de llevarse algo a la boca. Lamentablemente, la misma ropa que les sirvió para moverse con rapidez y agilidad en la pista de atletismo les serviría para hacer lo propio en las calles.
La marca Adidas en Rusia vio desde las profundidades de los callejones hasta la cumbre de muchos negocios. No era difícil ver a los jefazos de empresas engalanados con su chándal de la marca presidiendo reuniones o charlas. Impresionados, los gopniks, término que un principio refería a los rateros y gánsters comunes, empezaron a usarlo como símbolo de prestigio, aunque muchas veces, como hemos dicho, se trataban de falsificaciones, pero, ¿quién no ha tenido alguna vez unos calcetines de la marca "Adiidos"?
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