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La empresa alemana se prepara para la tormenta perfecta: la reinvención de las Mittelstand en mitad de la guerra comercial
23/08/2019 - 13:59
Las Mittelstand son la pequeña industria que hacen de correa de tras*misión dentro del motor económico en Alemania. Compañías familiares que funcionan como empresas auxiliares de los gigantes de la industria. Aportan el 35% de la facturación del sector y el 58% del empleo. Actualmente, han quedado atrapadas en mitad de la guerra comercial y las tensiones geopolíticas, justo en un momento crítico. La empresa mediana alemana busca otros sectores para expandirse y afrontar el cambio estructural hacia las fábricas 4.0.
La compañía alemana Huebner es una de las miles empresas medianas que forman parte del tejido industrial de la primera economía del euro. De gestión familiar lleva 73 años suministrando piezas de caucho y plásticos al sector de la automoción. Con más de 3.300 empleados, la guerra comercial entre EEUU y China se ha metido en el profundo proceso de tras*formación que los Huebner habían iniciado hace unos años.
La presión de los fabricantes de coches obligó a la compañía a poner venta su unidad de fabricación de aceleradores, pedales y piezas de carrocerías. Las grandes marcas como Volkswagen, BMW o Mercedes han exprimido sus márgenes hasta obligar a Reinhard Huebner, principal accionista de la empresa e hijo del fundador, a reinventar la empresa centrando su esfuerzo en convertirse proveedor de fabricantes de trenes y producir láseres.
Los primeros golpeados han sido compañías como Siemens, Basf o Daimler que venden sus productos por todo el mundo. En los últimos meses, se han sucedido recortes de beneficios, y la promesa de los gigantes de reducir costes. Aquí es donde las Mittelstan pagan las consecuencias de las tensiones geopolíticas.
Así será el plan de rescate que prepara Merkel para Alemania: ni inminente, ni de largo alcance
Huebner denuncia que los grandes fabricantes están maltratando a los proveedores pagando cada vez un precio menor por los suministros. El empresario asegura a Bloomberg que los fuelles plegables para tranvías, metro y autobuses son un sector más seguro que el automotriz. "Cada vez las ciudades y los estados invierten en tras*porte público", señala.
Las Mittelstand a menudo, de propiedad familiar pero con una gestión profesional, no tienen suficiente músculo financiero para aguantar el envite de una recesión. Pero el gran problema es que se han quedado atrás de la revolución industrial 4.0. evitar una recesión. No están preparadas para afrontar la digitalización de las fábricas.
Alemania acuñó el término industia 4.0, pero el país carece de las estructuras para combinar robótica, inteligencia artificial, computación en la nube, big data e Internet de las cosas para crear fábricas inteligentes capaces de una producción mejor y más eficiente. Falta hasta desarrolladores como la infraestructura necesaria de Internet. Alemania alcanzó el objetivo de invertir el 3% del PIB en I + D pero solo gracias a la inversión de las multinacionales.
Huebner es el ejemplo de como las empresas alemanas están intentando romper la tendencia. En 2014, comenzó a invertir con fuerza en láser con una serie de adquisiciones. Un movimiento muy alejado de la actividad que venía desarrollando desde la década de los 40. Actualmente, la unidad de láser emplea 40 trabajadores y tiene líneas de fabricación en Estocolmo y puntos de ventas en Silicon Valley y el Reino Unido. La compañía ha logrado entrar en el negocio de películas holográficas para gafas de realidad aumentada e investigación biomédica.
La empresa alemana se prepara para la tormenta perfecta: la reinvención de las Mittelstand en mitad de la guerra comercial
- Pagan las consecuencias de las tensiones de la guerra comercial
- Están recibiendo la presión de los gigantes industriales del país
- Las medianas empresas abandonan los sectores tradicionales
23/08/2019 - 13:59
Las Mittelstand son la pequeña industria que hacen de correa de tras*misión dentro del motor económico en Alemania. Compañías familiares que funcionan como empresas auxiliares de los gigantes de la industria. Aportan el 35% de la facturación del sector y el 58% del empleo. Actualmente, han quedado atrapadas en mitad de la guerra comercial y las tensiones geopolíticas, justo en un momento crítico. La empresa mediana alemana busca otros sectores para expandirse y afrontar el cambio estructural hacia las fábricas 4.0.
La compañía alemana Huebner es una de las miles empresas medianas que forman parte del tejido industrial de la primera economía del euro. De gestión familiar lleva 73 años suministrando piezas de caucho y plásticos al sector de la automoción. Con más de 3.300 empleados, la guerra comercial entre EEUU y China se ha metido en el profundo proceso de tras*formación que los Huebner habían iniciado hace unos años.
La presión de los fabricantes de coches obligó a la compañía a poner venta su unidad de fabricación de aceleradores, pedales y piezas de carrocerías. Las grandes marcas como Volkswagen, BMW o Mercedes han exprimido sus márgenes hasta obligar a Reinhard Huebner, principal accionista de la empresa e hijo del fundador, a reinventar la empresa centrando su esfuerzo en convertirse proveedor de fabricantes de trenes y producir láseres.
Solo es un ejemplo de lo que esconde la actual crisis industrial que atraviesa Alemania. La economía alemana se contrajo en el segundo trimestre y con casi toda la seguridad caerá en recesión en el tercer trimestre del año. La actividad del principal sector alemán ha caído a niveles de hace seis años y la perspectiva es poco halagüeña. Más de la mitad de compañías alemanas esperan que la producción disminuya en lugar de aumentar en los próximos 12 meses, como consecuencia de la caída de las exportación. Una cornada mortal para una economía donde el comercio exterior supone alrededor del 80% del PIB.Las Mittelstan están pagando las consecuencias de las tensiones geopolíticas asumiendo el recorte de gastos de los gigantes industriales
Los primeros golpeados han sido compañías como Siemens, Basf o Daimler que venden sus productos por todo el mundo. En los últimos meses, se han sucedido recortes de beneficios, y la promesa de los gigantes de reducir costes. Aquí es donde las Mittelstan pagan las consecuencias de las tensiones geopolíticas.
Así será el plan de rescate que prepara Merkel para Alemania: ni inminente, ni de largo alcance
Huebner denuncia que los grandes fabricantes están maltratando a los proveedores pagando cada vez un precio menor por los suministros. El empresario asegura a Bloomberg que los fuelles plegables para tranvías, metro y autobuses son un sector más seguro que el automotriz. "Cada vez las ciudades y los estados invierten en tras*porte público", señala.
Alemania acuñó el término industria 4.0, pero el país carece de la capacidad necesaria para liderar la revolución
Las Mittelstand a menudo, de propiedad familiar pero con una gestión profesional, no tienen suficiente músculo financiero para aguantar el envite de una recesión. Pero el gran problema es que se han quedado atrás de la revolución industrial 4.0. evitar una recesión. No están preparadas para afrontar la digitalización de las fábricas.
Alemania acuñó el término industia 4.0, pero el país carece de las estructuras para combinar robótica, inteligencia artificial, computación en la nube, big data e Internet de las cosas para crear fábricas inteligentes capaces de una producción mejor y más eficiente. Falta hasta desarrolladores como la infraestructura necesaria de Internet. Alemania alcanzó el objetivo de invertir el 3% del PIB en I + D pero solo gracias a la inversión de las multinacionales.
Huebner es el ejemplo de como las empresas alemanas están intentando romper la tendencia. En 2014, comenzó a invertir con fuerza en láser con una serie de adquisiciones. Un movimiento muy alejado de la actividad que venía desarrollando desde la década de los 40. Actualmente, la unidad de láser emplea 40 trabajadores y tiene líneas de fabricación en Estocolmo y puntos de ventas en Silicon Valley y el Reino Unido. La compañía ha logrado entrar en el negocio de películas holográficas para gafas de realidad aumentada e investigación biomédica.
La empresa alemana se prepara para la tormenta perfecta: la reinvención de las Mittelstand en mitad de la guerra comercial