Abro gostoso hilo-río viendo que en Guarde no sólo hay copropandi, fracapandi y otras sino también cinéfilos de bien como yo El tema de la película "Dune"
https://www.burbuja.info/inmobiliaria/guarderia/1043911-dune-1984-manda.html
me ha hecho reflexionar porque desde ese año las cosas en el cine de ciencia-ficción cambiaron radicalmente. "Dune" fue un fracaso de taquilla. En 1984 otras películas de temática espacial fueron recibidas con frialdad, como "2010" o "Starfighter" mientras que las taquillas reventaban con "Los cazafantasmas" y desde luego con la imprescindible "Terminator", que marcaría las siguientes dos décadas del género. Además la saga Star Wars había cerrado su círculo y no se esperaban continuaciones que alimentasen el interés popular por la aventura espacial. A lo largo de años anteriores otras películas muy importantes habían pinchado en taquilla: "Blade Runner", "Tron", "La cosa" etc. Cultivadores de la CF se pasarían a otros géneros. Para mí hay un antes y un después de ese año. Para peor.
Críticos, cinéfilos y demás ralea podemos estar más a gusto con los clásicos de la Universal de los años treinta, o las de marcianitos de los años cincuenta, pero a mí no me cabe la menor duda de que la era 1968-1984 es sin duda la mejor en cuanto a calidad, a acabado artístico y a profundidad, de toda la historia del género. El género de CF nace casi con el cine, con el viaje a la Luna de Meliès, y sigue funcionando a toda pastilla en nuestra época. El siglo XXI ha conocido un renacimiento de ese género. Pero su época mejor fue la que arrancó con "2001, odisea en el espacio" y "El planeta de los personajes" y concluyó con Terminator persiguiendo sin descanso a Sarah Connor.
-Había más libertad de expresión. Siempre que la libertad de expresión aumenta, y más temas se pueden tocar y más a fondo, el arte es mejor. En 1968 el Código Hays estaba extinto y el cine podía meterse en avisperos que antes estaban prohibidos. También había más libertad de expresión que hoy a efectos prácticos, porque ahora los "sentimientos ofendidos" y el griterío mediático silencian a muchos creadores que no pueden decir lo que piensan.
La mayor libertad llevó a experimentar más, a intentar cosas nuevas, a buscar inspiración en nuevos escenarios. Esa creatividad se nota tanto en las aventuras espaciales como en las que están ambientadas en la Tierra, en época presente o futura, con un tono más apocalíptico o más esperanzado. La CF se personaliza, se nota más la impronta de sus creadores.
-El diálogo con otras artes se intensificó. Siguiendo con los ejemplos iniciales, "2001, odisea en el espacio" prescindió de banda sonora compuesta para la ocasión y recurrió a música culta ya publicada, tanto "antigua" como bastante reciente (Ligeti, Katchaturian) que le pega a las imágenes como un guante. Y en el caso de "El planeta de los personajes", aunque es una BSO, Jerry Goldsmith empleó elementos de atonalidad para aumentar la impresión de extrañeza y desolación.
La música electrónica contribuyó también a mejorar la faceta de las BSO. Los compositores podían recurrir a orquestas clásicas de cuerdas y vientos, o a instrumentos electrónicos, o a una mezcla de ambos.
Artistas punteros, futuristas y visionarios de todas partes se asomaron por las producciones CF dejando su sello. Hoy sería imposible reunir la cantidad de talento que había en "Alien", por ejemplo. Ni de broma. Es irrepetible. Ahora ese talento anda disperso por los cuatro puntos cardinales sin centrarse en nada.
-La tecnología avanza. Mejores cámaras, mejores efectos, mejores maquetas. El cine es el arte industrial por excelencia, y necesita mucha tecnología. La CF 1968-1984 fue la época de las maquetas primorosamente hechas, con el genio Douglas Trumbull como una de sus grandes referencias. Maquetas, animatronics y matte paintings eran la santísima trinidad de los efectos visuales inmersivos de aquella época.
Esa época murió cuando la CF de maquetas y matte paintings dejó de ser rentable en taquilla, apareciendo una CF distinta. Sólo con la llegada de los CGI se ha podido revitalizar la CF como antes, aunque no es lo mismo. A los CGI les falta esa fisicidad, ese toque real que tenían los efectos de antes. No es nostalgia, es la pura realidad. Uno ve las pelis rebosantes de CGI de esta época y parecen de dibujos animados, o videojuegos.
-Space is the place. Aquella generación soñaba con el Espacio. Había conocido la carrera espacial muy de cerca, recordaba las palabras de Kennedy, que pondrían al hombre en la Luna, soñaba con naves y con viajes interplanetarios. Conforme esos sueños no se fueron cumpliendo, la imaginación de los artistas se enfrió un poco, pero durante dos décadas se creyó posible el inminente asalto humano a los Cielos.
-Memento mori. Aquella época fue también la del miedo atómico. Ese miedo ha desaparecido ahora, pero entonces marcaba la psicología de los creadores. Además los humanos nos dábamos cuenta de cuán pequeñitos somos en el Universo, y que otras especies nos pueden suplantar, especies tanto extraterrestres como terrestres mutadas. La CF se adentró en toda clase de distopías. Catástrofes nucleares, degeneración biológica humana, bichito y animales agresivos, masificación, agotamiento de los recursos, inteligencias artificiales victoriosas, etc. Los años setenta fueron especialmente catastrofistas.
El arte de categoría surge cuando hay algo que contar, cuando quieres expresar lo que tienes dentro, algo que te acongoja, algo que necesitas compartir.
-El apoyo de la industria. Se empezó a gastar dinero en películas que unos diez años atrás serían carne de serie B-Z. Las majors comenzaron a tomarse el género en serio y a dedicarle presupuestos que antes iban dirigidos al musical y al cine bíblico. Estrellas como Charlton Heston o Sean Connery se dejaron ver en títulos importantes.
Había que competir con la televisión, y la CF ofrecía la oportunidad de dar espectáculo de primera. El musical fue derroyéndose poco a poco, y las películas "de romanos" se acabaron. La CF se convirtió, junto con el cine de terror (que también había sido desdeñado por la industria durante mucho tiempo) y el bélico, en imprescindible para llamar a la gente a hacer cola en la calle en vez de estar en casa viendo la caja sencilla.
-Fue una época previa a la feminización de Hollywood. Es un cine para tíos. Por entonces la industria hacía películas para nosotros, para nuestro peculiar frikismo masculino, y tocaba temas que no digo que no puedan interesar a algunas mujeres pero que de siempre han sido comeduras de coco típicas de hombres. Es pura estadística. Las películas sobre la boda de mi mejor amiga, mi boda griega y la boda de no sé qué tenían y tienen un público abrumadoramente femenino, y si el hombre va a verlas es porque va con su mujer y ésta ha decidido qué peli ver, cuando él preferiría ver una de distopías con mutantes y tiros, y soñar despierto con salvar a la Humanidad.
Abro paraguas.
https://www.burbuja.info/inmobiliaria/guarderia/1043911-dune-1984-manda.html
me ha hecho reflexionar porque desde ese año las cosas en el cine de ciencia-ficción cambiaron radicalmente. "Dune" fue un fracaso de taquilla. En 1984 otras películas de temática espacial fueron recibidas con frialdad, como "2010" o "Starfighter" mientras que las taquillas reventaban con "Los cazafantasmas" y desde luego con la imprescindible "Terminator", que marcaría las siguientes dos décadas del género. Además la saga Star Wars había cerrado su círculo y no se esperaban continuaciones que alimentasen el interés popular por la aventura espacial. A lo largo de años anteriores otras películas muy importantes habían pinchado en taquilla: "Blade Runner", "Tron", "La cosa" etc. Cultivadores de la CF se pasarían a otros géneros. Para mí hay un antes y un después de ese año. Para peor.
Críticos, cinéfilos y demás ralea podemos estar más a gusto con los clásicos de la Universal de los años treinta, o las de marcianitos de los años cincuenta, pero a mí no me cabe la menor duda de que la era 1968-1984 es sin duda la mejor en cuanto a calidad, a acabado artístico y a profundidad, de toda la historia del género. El género de CF nace casi con el cine, con el viaje a la Luna de Meliès, y sigue funcionando a toda pastilla en nuestra época. El siglo XXI ha conocido un renacimiento de ese género. Pero su época mejor fue la que arrancó con "2001, odisea en el espacio" y "El planeta de los personajes" y concluyó con Terminator persiguiendo sin descanso a Sarah Connor.
-Había más libertad de expresión. Siempre que la libertad de expresión aumenta, y más temas se pueden tocar y más a fondo, el arte es mejor. En 1968 el Código Hays estaba extinto y el cine podía meterse en avisperos que antes estaban prohibidos. También había más libertad de expresión que hoy a efectos prácticos, porque ahora los "sentimientos ofendidos" y el griterío mediático silencian a muchos creadores que no pueden decir lo que piensan.
La mayor libertad llevó a experimentar más, a intentar cosas nuevas, a buscar inspiración en nuevos escenarios. Esa creatividad se nota tanto en las aventuras espaciales como en las que están ambientadas en la Tierra, en época presente o futura, con un tono más apocalíptico o más esperanzado. La CF se personaliza, se nota más la impronta de sus creadores.
-El diálogo con otras artes se intensificó. Siguiendo con los ejemplos iniciales, "2001, odisea en el espacio" prescindió de banda sonora compuesta para la ocasión y recurrió a música culta ya publicada, tanto "antigua" como bastante reciente (Ligeti, Katchaturian) que le pega a las imágenes como un guante. Y en el caso de "El planeta de los personajes", aunque es una BSO, Jerry Goldsmith empleó elementos de atonalidad para aumentar la impresión de extrañeza y desolación.
La música electrónica contribuyó también a mejorar la faceta de las BSO. Los compositores podían recurrir a orquestas clásicas de cuerdas y vientos, o a instrumentos electrónicos, o a una mezcla de ambos.
Artistas punteros, futuristas y visionarios de todas partes se asomaron por las producciones CF dejando su sello. Hoy sería imposible reunir la cantidad de talento que había en "Alien", por ejemplo. Ni de broma. Es irrepetible. Ahora ese talento anda disperso por los cuatro puntos cardinales sin centrarse en nada.
-La tecnología avanza. Mejores cámaras, mejores efectos, mejores maquetas. El cine es el arte industrial por excelencia, y necesita mucha tecnología. La CF 1968-1984 fue la época de las maquetas primorosamente hechas, con el genio Douglas Trumbull como una de sus grandes referencias. Maquetas, animatronics y matte paintings eran la santísima trinidad de los efectos visuales inmersivos de aquella época.
Esa época murió cuando la CF de maquetas y matte paintings dejó de ser rentable en taquilla, apareciendo una CF distinta. Sólo con la llegada de los CGI se ha podido revitalizar la CF como antes, aunque no es lo mismo. A los CGI les falta esa fisicidad, ese toque real que tenían los efectos de antes. No es nostalgia, es la pura realidad. Uno ve las pelis rebosantes de CGI de esta época y parecen de dibujos animados, o videojuegos.
-Space is the place. Aquella generación soñaba con el Espacio. Había conocido la carrera espacial muy de cerca, recordaba las palabras de Kennedy, que pondrían al hombre en la Luna, soñaba con naves y con viajes interplanetarios. Conforme esos sueños no se fueron cumpliendo, la imaginación de los artistas se enfrió un poco, pero durante dos décadas se creyó posible el inminente asalto humano a los Cielos.
-Memento mori. Aquella época fue también la del miedo atómico. Ese miedo ha desaparecido ahora, pero entonces marcaba la psicología de los creadores. Además los humanos nos dábamos cuenta de cuán pequeñitos somos en el Universo, y que otras especies nos pueden suplantar, especies tanto extraterrestres como terrestres mutadas. La CF se adentró en toda clase de distopías. Catástrofes nucleares, degeneración biológica humana, bichito y animales agresivos, masificación, agotamiento de los recursos, inteligencias artificiales victoriosas, etc. Los años setenta fueron especialmente catastrofistas.
El arte de categoría surge cuando hay algo que contar, cuando quieres expresar lo que tienes dentro, algo que te acongoja, algo que necesitas compartir.
-El apoyo de la industria. Se empezó a gastar dinero en películas que unos diez años atrás serían carne de serie B-Z. Las majors comenzaron a tomarse el género en serio y a dedicarle presupuestos que antes iban dirigidos al musical y al cine bíblico. Estrellas como Charlton Heston o Sean Connery se dejaron ver en títulos importantes.
Había que competir con la televisión, y la CF ofrecía la oportunidad de dar espectáculo de primera. El musical fue derroyéndose poco a poco, y las películas "de romanos" se acabaron. La CF se convirtió, junto con el cine de terror (que también había sido desdeñado por la industria durante mucho tiempo) y el bélico, en imprescindible para llamar a la gente a hacer cola en la calle en vez de estar en casa viendo la caja sencilla.
-Fue una época previa a la feminización de Hollywood. Es un cine para tíos. Por entonces la industria hacía películas para nosotros, para nuestro peculiar frikismo masculino, y tocaba temas que no digo que no puedan interesar a algunas mujeres pero que de siempre han sido comeduras de coco típicas de hombres. Es pura estadística. Las películas sobre la boda de mi mejor amiga, mi boda griega y la boda de no sé qué tenían y tienen un público abrumadoramente femenino, y si el hombre va a verlas es porque va con su mujer y ésta ha decidido qué peli ver, cuando él preferiría ver una de distopías con mutantes y tiros, y soñar despierto con salvar a la Humanidad.
Abro paraguas.