2.- Crisis del Capitalismo Mundial.
El imperialismo capitalista se configura, se desarrolla y se realiza en sus contradicciones, de las cuales las fundamentales son la que enfrenta las relaciones sociales de producción (formas jurídicas de propiedad) con el desarrollo de las fuerzas materiales del trabajo (ciencia y tecnología); las formas de producción crecientemente social con la apropiación capitalista privada individual; los trabajadores y trabajadoras y demás sectores sociales explotados y oprimidos con la burguesía, la oligarquía y el imperialismo; el imperialismo y sus mega corporaciones monopólicas tras*nacionales con los Estados-Nación y su independencia y soberanía; la racionalización extrema de las unidades de producción (reingeniería y calidad total) con la anarquía creciente de la producción y la sociedad.
En los últimos tiempos, durante la hegemonía de la fase neoliberal del imperialismo capitalista, estas contradicciones han tendido a agudizarse a grados extremos.
Paradójicamente esta situación se presenta en momentos en que asistimos a la más grande revolución científica y tecnológica que conozca la humanidad y que ninguna sociedad anterior pudo imaginar siquiera en materias como el descubrimiento del genoma humano, los desarrollos en inteligencia artificial, las Tecnologías de Información y Comunicación y los logros en biotecnologías y nuevos materiales, para mencionar algunos de los más importantes avances científicos y tecnológicos actuales, que han creado las bases materiales para ascender a un orden social superior que, sin embargo, por el contrario, sólo ha servido para incrementar la desigualdad y la injusticia. La consecuencia es un insólito grado de pobreza que afecta a todos los pueblos del mundo.
El sistema ha tendido a hacerse cada vez más parasitario y expoliador y esto se expresa en la contradicción creciente entre la preponderancia del dinero y el mercado (valor de cambio) y la producción de bienes y servicios para atender necesidades reales (valor de uso), con lo que cada vez existe menor posibilidad de satisfacer esas necesidades. Esa contradicción explica la tendencia a las crisis financieras como la que ha originado la última crisis del imperialismo capitalista, la que al igual que todas las crisis del capitalismo siempre conducen a una explotación más profunda de la fuerza de trabajo, el desmejoramiento de las condiciones de trabajo y mayor sufrimiento para todos los pueblos explotados del mundo.
La voracidad del imperialismo no afecta solamente a la humanidad. Afecta también a la naturaleza. La explotación irracional de la naturaleza por parte de las grandes corporaciones monopólicas ha llevado al planeta y a toda forma de vida al borde del colapso. La reducción de la capa de ozono, el efecto invernadero, el cambio climático y el recalentamiento global, la contaminación de aguas y océanos, la pérdida de espacios forestales, son síntomas de que nos aproximamos peligrosa y aceleradamente al desastre.
Esta dramática situación, a todas luces insostenible, ha llevado al establecimiento de mecanismos de dominio absoluto de la ideología burguesa, que con tanta fuerza denunció Marx, como instrumentos para ocultar la degradación de la vida y para intentar la legitimación del imperialismo capitalista, mediante el envilecimiento de la conciencia social a través del uso y explotación de las redes de comunicación apoyadas en las Tecnologías de Información y Comunicación, las cuales han impuesto un demencial grado de alienación de la conciencia social en el ámbito global.
Asistimos a un creciente dominio de la dictadura de los propietarios de los medios de difusión ideológicos masivos que ha contribuido grandemente con el envilecimiento de la conciencia social y la parálisis egoísta de la sociedad, sobre la base de identificar la racionalidad humana con la racionalidad mercantil y de exacerbar al extremo el individualismo egoísta y posesivo alrededor de un exagerado consumismo mercantil. La consecuencia es que nos enfrentamos a un sujeto social que constantemente pierde su espiritualidad, sensibilidad y sentido de vida y pertenencia social y que naufraga en sus profundos desequilibrios.
La consecuencia de estos procesos es una agudización extrema del carácter polarizante del capitalismo: acumulación de la riqueza, la propiedad, la producción y los privilegios en un polo, frente a la concentración de miseria, tormentos de trabajo, esclavitud, ignorancia, embrutecimiento y degradación jovenlandesal de los trabajadores y los pueblos del mundo, en el otro. Detrás de este proceso se desarrolla la tendencia que empuja a la eliminación del estado-nación periférico y su soberanía y la preponderancia del estado-nación hegemónico, con EE.UU. y sus organizaciones supranacionales en plan de recolonizar el planeta bajo su dominio, con el ardid de la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, dentro de un proceso de reordenamiento en la lucha por la hegemonía mundial.
Estas son algunas de características actuales del funcionamiento del capitalismo que muestran el proceso de agudización de sus contradicciones y plantean la urgente necesidad de la revolución socialista como condición de salvación de la vida humana y el planeta.
3.- Terminar con el Capitalismo y Construir el Socialismo para acabar con la Pobreza e implantar la Justicia Social
De la inclusión social a la construcción del Socialismo Bolivariano
Combatir y acabar con la pobreza y la miseria en todas sus manifestaciones, el desamparo, la marginalización y la exclusión, es otra prioridad inseparable de las anteriores: sin acabar con la explotación, la polarización o concentración de la riqueza en pocas manos y el crecimiento de la pobreza más allá de todo lo conocido en la historia, la guerra sería inevitable.
La historia del mundo y muy claramente la experiencia venezolana, demuestran que el capitalismo, en la era del imperialismo en crisis, lejos de acabar con la pobreza, en su devenir irracional, la aumenta cada día, mostrando al mundo que detener al Imperialismo y construir el socialismo, asumiendo el pueblo el poder, para la trasformación del modo de producción capitalista, es la única salida y meta racional, necesaria y posible en esta encrucijada de la humanidad.
El partido socialista debe ser el verdadero guía y unificador de la clase y sectores explotados en la batalla por liberar definitivamente a la patria de la pobreza extrema, el atraso y la dependencia; debe ser el propulsor de la conciencia social y de los cambios históricos, promotor de la justicia social, jovenlandesal y económica. Si hay educación para la conciencia ideológica-socialista de toda la población, se podrá derrotar la pobreza.
El partido debe asumir el compromiso de luchar contra la injusticia y la exclusión. Impulsar nuevas formas de organización y políticas sociales que mejoren el nivel de vida y garanticen la mayor suma de felicidad posible. Promover el sentido de pertenencia, respeto, igualdad y dignidad, la crítica y autocrítica, para combatir todas las amenazas que confronta la revolución como la guerra de cuarta generación (desarrollada por los medios de comunicación del capitalismo), teniendo presente el carácter socialista revolucionario y antiimperialista del proceso, evitando la tras*culturización, todo ello aunado al ejercicio de la contraloría social sobre los gobernantes y funcionarios públicos, especialmente sobre los que militen en el partido.
En el presente, podemos afirmar que durante los años del Gobierno Bolivariano Revolucionario, se ha dado prioridad a la inclusión social, la misma exigía respuestas rápidas y masivas; de allí el origen de las misiones como una estrategia para burlar la estructura burocrática y pesada del estado burgués heredado, utilizando la renta petrolera como fuente de financiamiento. Podemos mostrar los avances en la inclusión social, allí están los indicadores sociales; en Educación, Salud, Nutrición y en acceso a derechos humanos fundamentales. La erradicación del analfabetismo, los avances hacia la universalización del derecho a la educación, el tener la mayor tasa de crecimiento de la matrícula de educación superior en América Latina, el incremento en los porcentajes de la población con acceso al agua potable y a la recolección de las aguas servidas; el incremento del porcentaje de la población con acceso a la atención médica y a los medicamentos, la reducción de la desnutrición y la mortalidad infantil, son entre otros indicadores que nos han permitido alcanzar algunas metas del milenio antes del plazo establecido (2015). Así mismo hemos saltado del Índice de Desarrollo Humano (IDH) de nivel medio a un IDH alto y según el informe de la CEPAL, Venezuela aparece hoy como el país con menor desigualdad de América Latina. Todo esto gracias al enorme esfuerzo por la inclusión social realizado por el Gobierno Bolivariano Revolucionario que lidera nuestro Comandante Hugo Chávez.
Reconocidos los avances y logros de la revolución bolivariana en la inclusión social, se hace necesario saltar a una nueva etapa del proceso: a la construcción del Socialismo Bolivariano. Esto exige profundizar en los cambios estructurales y estratégicos. Necesitamos construir un modelo alternativo al modelo de acumulación de capital, generador de pobreza y exclusión social, un modelo sustentable y sostenible. Nuestro Comandante Hugo Chávez, lo ha definido como el Socialismo Bolivariano, asumiendo las grandes líneas y los principios del socialismo aplicados a la realidad histórica y cultural concreta de la Venezuela de hoy, que debe ser construido, además, entre todos, con la participación y el protagonismo del pueblo.
La Revolución Bolivariana reconoce el rol histórico que han ejercido las mujeres a lo largo de nuestra historia en general y en particular en el proceso revolucionario y por lo tanto impulsa políticas públicas que garantizan la equidad de género. El partido rechaza cualquier tipo de discriminación hacia la mujer y no permite su utilización como objeto sensual o como mercancía.
4.- Del Estado capitalista burgués al Estado Socialista
Restituir el poder al pueblo: Construcción del Poder Popular
La conclusión es tras*parente: “para acabar con la pobreza, es preciso darle el poder a los pobres” y construir el socialismo. Ese poder nace de la participación y el protagonismo del pueblo.
El Partido Socialista Unido de Venezuela debe ser propulsor de la participación directa del pueblo y su instrumento para la construcción del socialismo. Esa participación debe ser democrática y plena, de trabajadores y trabajadoras, campesinos y campesinas, jóvenes, intelectuales, profesionales, artistas, amas de casa, pequeños productores, comerciantes del campo y de la ciudad, pueblos indígenas y afro-descendientes, en la conformación y funcionamiento de todos los órganos del poder, en la elaboración, discusión y resolución de programas y estrategias y en la promoción y elección de sus direcciones, en igualdad de condiciones, para lograr la dirección colectiva del proceso revolucionario.
Para ello, es tarea fundamental del partido elevar la conciencia revolucionaria de la masa, organizarla y formarla para la lucha por la conquista del poder, elevar su nivel de conciencia filosófica, política, ideológica, jovenlandesal y organizativa para lograr la tras*formación de patrones de representatividad en patrones de democracia participativa y protagónica. Significa formar al pueblo para el ejercicio del poder en las funciones de planificación, elaboración de presupuestos, toma de decisiones, ejecución y control orientados por valores socialistas. Asimismo significa, en lo ideológico, asumir el socialismo bolivariano como nuestro mayor ideal de sociedad, de modelo político y de Estado. Bajo estas orientaciones, el partido debe ser un instrumento de lucha para la emancipación, una herramienta política unificadora y un órgano de control político, económico, financiero y social del gobierno en toda su estructura, bajo el fundamento de la concepción socialista del partido.
El partido enmarca sus líneas estratégicas para la construcción del poder popular en la elaboración, formulación, control previo y posterior en la ejecución de los programas de gobierno, con sentido de equidad, igualdad, humanismo y bajo principios socialistas, en el proceso generador de la nueva hegemonía del poder.
La construcción del Poder Popular se fundamenta en el enfoque territorial organizativo que nos proporciona la Nueva geometría del Poder Popular. Con ese enfoque se promoverá el fortalecimiento de los movimientos sociales de base.
El partido debe tener por objetivo dar poder al pueblo organizado y consciente, socializando el poder político a través del ejercicio directo del poder de las masas en la búsqueda del desarrollo ético, social, científico, artístico y cultural.
El partido como instrumento de lucha de millones de hombres y mujeres libres, ratifica asimismo la necesidad de una efectiva centralización para la acción en los grandes combates ya entablados: contra la pobreza, la explotación, la corrupción, la degradación del ser humano, la reacción interna y sus mandantes imperialistas.
Habrá de ser la herramienta política unificadora de las grandes mayorías y nace con la convicción de que afronta una constante amenaza militar de los enemigos internos y externos de la Revolución, razón por la cual asume en todos los planos la responsabilidad de defender a la patria, enfrentar y vencer el imperialismo.
Para avanzar hacia la sociedad socialista que queremos, necesitamos sustituir el Estado capitalista burgués por un Estado Socialista. El nuevo estado esbozado, avanza hacia el estado comunal planificado y orgánico cuya concreción se da por la interacción dialéctica entre las viejas células organizativas, poco dinámicas y obsoletas y las nuevas formas organizativas superiores como las comunas, consejos comunales, consejos revolucionarios de trabajadores y trabajadoras, consejos revolucionarios de estudiantes, entre otros.
El partido, junto al pueblo, debe afianzar la lucha contra la corrupción, creando las condiciones y los mecanismos para combatir este vicio enquistado en las estructuras del Estado burgués, que promueve la degradación jovenlandesal y ética de las instituciones y del ser humano, generando prácticas que riñen con los principios éticos; en consecuencia, se debe promover la búsqueda incesante de la tras*formación revolucionaria de la conciencia del deber social, aunado con la aplicación de elementos jurídicos que liquiden la impunidad, castigando implacablemente hechos que atenten contra la ética y la jovenlandesal pública. Todo acto de corrupción es un acto contra revolucionario, el Partido trabajará en el fortalecimiento de la ética revolucionaria, que es la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, entre el discurso y la acción.