La crisis de los 28 años de edad. O del 1/4 de vida.

Según mis cálculos y experiencias, y tomando la literatura al respecto de la crisis del cuarto de vida y la idea de Eric Ericsson, que dice que en todas las décadas de la vida se entra en una crisis, yo, al menos para las personas más inteligentes, sino para todas, estipulo, ya digo, en base a mi experiencia y observación de mí mismo, que a partir de los 18 años y en cada década, cuando se llega a la edad de, dos años antes de entrar en la nueva década de la vida, se entra en una especie de crisis (depresión). Por eso muchas mujeres deciden abandonar la "vida licenciosa" y "formar un "nido".

Recuerdo perfectamente la crisis de los 28 años, sería lo que la autora, ahora no recuerdo su nombre, llamó "la crisis del cuarto de vida" y que describe con pelos y señales la salida de las mujeres de la edad de la juventud.

Los 20 años se tienen por la edad de la juventud por excelencia y a los 28 años ya le vas viendo asomar las orejas al toro de los 30 años. Así sucesivamente. A veces se pueden dar ciertas coincidencias negativas como una ruptura sentimental o el fallecimiento de un familiar, lo cual agrava las crisis, a mí me sucedió a los 38 años de edad , y a los 39 encaraba esta nueva década con fuerzas renovadísimas....

Curiosamente a los 48 años apenas he notado nada, me encuentro físicamente estupendo y entiendo que la vida es un tras*currir. Ya he vivido el fallecimiento de dos familiares allegados y tengo asumida mi propia fin...

Ya no soy aquel chaval que escribía hace unos 10 años, ni, posiblemente, tú tampoco.


Abby Wilner acuñó la frase en 1997. En la actualidad, es ampliamente aceptado por terapeutas y profesionales de la salud mental.

Aspectos emocionales
Algunas de las características que pueden manifestarse durante esta etapa son las siguientes:

• Necesidad de establecer un vínculo emocional de tipo romántico de larga duración y estabilidad.
• Sentimiento de no ser lo suficientemente bueno al no haber encontrado un trabajo acorde a la preparación académica o la capacidad intelectual propia.
• Frustración o desilusión hacia el mundo laboral o la búsqueda de trabajos adecuados.
• Confusión de identidad.
• Inseguridad acerca del futuro inmediato.
• Inseguridad respecto a los logros obtenidos hasta el momento en la vida.
• Revaluación de las relaciones interpersonales cercanas establecidas, especialmente, aquellas de tipo amistoso.
• Perdida de interés en el placer sensual superficial y vacío de carga emocional.
• Consumo de estupefacientes.
• Desilusión por el trabajo.
• fin de los abuelos.
• Nostalgia por la vida propia de la enseñanza secundaria.
• Tendencia a la radicalización, al cambio o al abandono de ciertas opiniones sobre diversos temas.
• Sentimiento de decepción, desencanto o desengaño hacia las relaciones sociales.
• Despreocupación por los asuntos financieros.
• Sentimiento de aislamiento y soledad, especialmente, de tipo emocional.
• Deseo de formar una familia y tener hijos.
• Percepción de que de alguna manera a todo mundo le va mejor que a uno mismo.
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• "Nota personal"
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• O sea, que la mayoría de hogares surge de una crisis, un desencanto de la mujer hacia las relaciones sociales que ha llevado durante la veintena y una reevaluación de los logros conseguidos. Si durante esa época no se ha logrado encontrar a la pareja adecuada, la mayoría de matrimonios suelen fracasar. Aun con hijos, que es otra forma de la mujer de vencer esa depresión; denuncias de violencia de género, demandas de divorcio, infidelidad y vuelta "a la vida juvenil" por parte de la mujer, y del hombre, en algunos casos. Venganzas...
  
  
  Suelen ser hogares fríos, surgidos al albor de una depresión y como forma de superarla, sería como casarse con un hombre o una mujer por un solo rasgo de su físico y no "por un todo", cuando "el tandem" es "el todo". (Y os dejo perdidas).
  
  Muchas mentiras se han logrado en torno al cuerpo del hombre y e incluso de su personalidad, por lo que la mujer se puede ver confusa en un mar de trampas y mentiras tendentes, según mi criterio, a burlar la belleza femenina en pro de un acercamiento del hombre menos apto en alguno de estos tres sentidos a la mujer.
  
  Hollywood nos vende "ideales" y la mujer tiende hacer caso más a esos ideales que a su propio criterio o emoción. Por duro que suene, es así. Muchas lo racionalizan en que "el hombre semejante al de Hollywood es el que triunfará", pero el amor es el que ha de coincidir en una pareja para que esta perviva a lo largo del tiempo y no un ideal de teleserie.
  
  Y, al igual que la estatura, el hombre suele "crecer" al lado de una mujer "que le da todo", pero de ahí a que se conforme un hogar cálido y real dista un trecho. Por eso mi recomendación fue que si a los 28 años no se había encontrado el marido ideal (a los 19 a los 23...), se esperase a pasar la depresión y entonces decidir.
  
  Los 32, por ejemplo, es una edad muy joven aún, y muchos chicos de esa edad y caballeros estarían encantados de hacer suya a una mujer de esa edad. De cualquier modo, somos demasiados millones de personas en el planeta y yo me autoexcluyo porque ya he pasado por todas estas redes y el algoritmo de salida es perder, quedarme con mi sexdoll.
  
  
• Algún día podría escribir algo así como "Del ego al fracaso", ha sido toda una vida de intentar hacerme ver que no valgo nada, yo, ni nada de lo que haya podido hacer u obtener, luego el output es el detestable sentimiento que siento hacia toda la raza humana y en especial hacia las mujeres españolas. Aunque aun pueda sentir algo de apego hacia mujeres de otras culturas, sé que todo este entramado del que hablo hará que sufra más de lo que he sufrido, por eso os dejo con vuestras queridas, esposas, y amantes. Que en lo que mí respecta ya me han demostrado que no me valoran para nada.

Cuanto demorado mental, yo tengo 38 y ojalá volviese a los 28, no andaría con tanta tontería.

Pasale ese texto a alguien de 50, 60 o 80 años, verás que leche te mete, sacan el garrote y te muelen a palos. iluso.