En esto de la abolición (imaginaria) hay también mucho de repruebo entre mujeres.
La mayoría son o han sido asalariadas en trabajos paco, cobrando cosa para llegar a fin de mes, y que si no fuera por su novio-marido-mascota, seguirían viviendo con sus padres. Y hay una minoría, que no necesariamente son pilinguis, pero que en la práctica viven de su cuerpo, que ganan en un mes lo que cualquier petarda asalariada y esclava en un año.
Esto de poner trabas a la prespitación va directo a jorobar el negocio a gran parte de esa minoría de tías buenas que viven de lujo, y haciendo lo que más desea una mujer en la vida, poner el máximo de platanos duras.
El que ha tenido novias atractivas sabe la guerra de fondo y a machete que hay entre cardos y pibones.