Ruso
Madmaxista
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"The Christian Druids — On the filid or Philosopher Poets of Ireland" de John Minahane.
Lo estoy leyendo ahora y es muy interesante. Los Filid eran los poetas, un... ¿Como llamarlos? ¿Gremio, casta? El caso es que eran un grupo cerrado, con jerarquias y que exigian una educacion que duraba años antes de aceptar un miembro nuevo. Gozaban de una gran influencia y consideracion en la sociedad irlandesa medieval. Fueron ellos los que tras*mitieron buena parte de la cultura nativa precristiana hasta avanzada la Edad Media.
Mientras en el resto de Europa se publicaban unicamente tratados teologicos, actas de concilios o cronicas escuetas, en Irlanda se cultivaba el ingenio, el humor, la satira y la mitologia. Me maravilla hasta que punto desconocemos este enorme tesoro cultural. Europa no es solo Grecia y Roma, diablos.
Sin embargo los mejores poetas de aquella época en Inglaterra, ya fueron anglosajones y sobre todo los de tema religioso, monjes, lo que demuestra la influencia de los cristianos celtas, su referencia a la hora de convertirse, ya que el resto de cultura celta en Inglaterra quedó barrida, mientras se conservó en Gales y Escocia.
Sin embargo, se fueron romanizando poco a poco y la llegada de los normandos ya fue el remate. En Irlanda adoptaron el sistema de arzobispados en el siglo XII, aún así su influencia fue muy grande y se nota hoy en día, como en la confesión, allí se hacía de forma privada tanto la confesión como la penitencia, mientras en Europa quienes se confesaban hacían una penitencia en público, después confesaban sus pecados en privado uno a uno y eran absueltos en conjunto al final, esto se terminó extendiendo.
Siempre fue una iglesia en comunión con las demás, no algo separado, a los primeros concilios ya acudieron obispos britones, antes de la oleada turística anglosajona, cuando en Arles (Francia) se celebra un primer concilio contra la herejía donatista en 314 d.C., aparecen tres obispos llegados de Britania, en plena comunión con Roma y sus conclusiones. Hubo representantes británicos también en los concilios de Sardica (343) y Rímini (359).
El papa Celestino I envió a Britania a su representante, San Germano, obispo de Auxerre, en el 429, quien fue invitado de nuevo en el 446, acompañado de Severo, para combatir el pelagianismo. Hay que decir que Germano fue maestro en Auxerre de dos santos que tendrían gran influencia: San Illtud, en Gales, y el mismísimo San Patricio, de origen inglés y evangelizador de Irlanda, aunque a la Isla Verde llegó antes que él, Paladio, consagrado por Celestino I en 431 como primer obispo de Irlanda.
En el Libro de Armagh, escrito en Irlanda en el año 807, al narrar las hazañas de San Patricio de 350 años antes, queda claro que el Apóstol de Irlanda, en casos de polémica, pedía a sus sacerdotes recurrir "a la Sede Apostólica", es decir, a Roma. Hacia el 450 dC., el Imperio se hundió, Britania se quedó sin legiones y oleadas de anglos, jutos y sajones invadieron las islas, exterminando el cristianismo de Inglaterra, con la excepción de zonas más agrestes del norte o de Gales, donde se concentraron oleadas de britano-romanos cristianos huyendo de los bárbaros. Se cortaron las comunicaciones con Roma y con Europa.
La excepción fue Irlanda, donde el cristianismo se extendió con rapidez y durante el siglo VI exportó misioneros a Escocia, al norte de Inglaterra y hasta a Francia, las abadías anglosajonas del norte de Inglaterra, se hicieron muy célebres.