La cascada de renuncias aboca a sortear nuevos miembros de mesas electorales

Ahora que la izquierda terrorista, criminal y asesina las quiere ilegalizar, sería bueno que pusieran en las mesas a pilinguis y se llevaran esos merecidos 70 pavos.

No existe mayor placer en el mundo que ir a votar y que las miembras de la mesa te reciban con los pechotes al aire.
Y una churrupaica como mínimo. ¿Para qué están las cabinas?
 
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