Pablo_Iglesias
Himbersor
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INVESTIGACION / SER alubio* EN ESPAÑA
La ****ofobia les asusta
ALGUNOS ocultan sus apellidos judíos en España. Otros, en vez de la «kippa» se cubren con una gorra. Cada colegio hebreo tiene un servicio de seguridad propio. ¿Miedo fundado o paranoia?
ANIBAL C. MALVAR
El 30% de los españoles considera que los judíos no se preocupan de nadie salvo de los suyos; el 27% cree que los judíos utilizan prácticas poco honestas para conseguir sus fines; el 58% opina que los judíos españoles son más leales a Israel que a España; y el 63% piensa que los judíos tienen demasiado poder en todo el mundo. ¿Hay, con estos datos, ****ofobia en España?
Los datos proceden del informe Manifestaciones de anti-semitismo en la Unión Europea, encargado por el Parlamento europeo y nunca hecho público oficialmente. Según un sector de la comunidad judía, a causa de los escalofriantes datos que ofrece. Como los arriba tras*critos.
Aida Oceransky es judía. Presidenta de la Comunidad Judía de Asturias. Nació en México hace 58 años. Vino a España con 22.Concejal en Oviedo, donde aún vive, por la UCD tras las primeras elecciones democráticas. Expulsada del partido y despedida de su trabajo por defender a las/los abortistas de la época. Se afilió al PSOE.
Hace tres años y medio empezó a recibir amenazas. Sonaba el teléfono a las cuatro de la madrugada cada día. La conversación no era demasiado imaginativa ni demasiado variada, a pesar de su insistencia: «cortesana judía, vas a morir». O: «fruta judía, vamos a por ti».La rima es asonante. Bárbara.
Lo denunció. Le intervinieron el teléfono. Le pusieron sombra: un escolta de paisano. Las llamadas cesaron y Aida intentó olvidarse de todo. Hasta que una mañana, al sacar el coche del garaje, leyó en la pared: «Aida, asesina». Una esvástica ilustraba la leyenda.
SIONISMO NO ES SEMITISMO
Hasta aquí, todo normal para un judío que se manifiesta públicamente como tal en España. Hay una extrema derecha que sigue añorando la limpieza étnica que emprendió Adolf Hitler. Y grupos de izquierda afectos a la causa palestina que confunden semitismo con sionismo.
Lo besugo emergió cuando las hijas de Aida bajaron a borrar la pintada. Los vecinos se opusieron. Es un trabajo profesional que debe hacer una empresa de limpieza. Vale. Pasaron los meses.La esvástica saludaba cada mañana a la «asesina judía». La empresa de limpieza nunca llegaba. Al final, sus hijas, hartas, aplicaron el disolvente a espaldas de sus vecinos. Aida y su familia buscaron la vivienda prometida en otro barrio.
En 1983 Aida pleiteaba con un marido al que ya no quería por la custodia de cinco hijos. El abogado de él alegó su religión judía como prueba de que con ella no podían recibir una correcta educación. «Entonces no le di importancia. Pero quizá el juez debería haberle dicho algo así como: "¿Pero qué tontería está contando usted?" ¿O no?».
En España viven hoy 40.000 judíos. Apenas el 0,1% de la población.Una densidad muy inferior a la de, por ejemplo, Francia, donde habitan 600.000. Allí la ****ofobia está alcanzando cotas alarmantes.La Gendarmerie ha detenido, en lo que va de año, a 103 personas por 229 agresiones a cementerios, sinagogas, escuelas... Las agresiones personales son más escasas, pero empiezan a proliferar: los ataques a rabinos y estudiantes identificables en la calle por su indumentaria están dejando de ser sólo esporádicos.
Sin embargo, sólo el 24% de los franceses considera que sus judíos se preocupan únicamente de los suyos (30% en España); sólo el 16% cree que sus judíos utilizan prácticas poco honestas para lograr sus fines (27% aquí); sólo el 42% opina que los judíos franceses son más leales a Israel que a Francia (58% de nacionales); y sólo el 42% piensa que los judíos tienen demasiado poder en todo el mundo (frente al 63% español).
La encuesta concluye que España es el país europeo con más antisemitismo ideológico (hablamos de la Europa de los Quince), mientras Francia se lleva la palma en antisemitismo violento.
Esta encuesta, con un nivel de confidencia del 95% y un margen de error del +/- 4,4%, fue realizada entre el 16 de mayo y el 4 de junio y entre el 9 y el 29 de septiembre de 2002. Muy lejos, aún, de la carnicería salvaje del 11 de marzo.
Resulta paradójico escuchar el análisis que realiza Xavier Torrens, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Barcelona, del aumento del antisemitismo en España que las comunidades judías denuncian a partir del 11-M. «El conflicto árabe-israelí no aumentó el racismo anti árabe, pero sí el antisemitismo. Y mucha gente en España culpa tanto del 11-M a la participación española en la oleada turística de Irak como a la situación en Oriente Medio».
Alberto Benasuly dirigió durante 12 años (hasta 2002) un equipo de una decena de personas que analizaban desde la organización judía B nai B rith Internacional, para uso interno y para diversas universidades europeas, las agresiones antisemitas de diversos países europeos. Entre ellos, España.
Benasuly, con su experiencia, avala de forma indirecta las tesis del profesor Torrens: «No se recrudecieron los ataques desde el 11-S, como quizá esperábamos. Pero sí desde el 11-M».
Tras el 11-M, las investigaciones policiales desvelaron que otro de los objetivos del comando que reventó Atocha era el complejo de cementerio y campo de recreo que los judíos tienen en Hoyo de Manzanares, un pueblo que dormita a los pies de la sierra madrileña.
El mismo día 11 de marzo Aida Oceransky recibió una llamada de un representante de los servicios secretos israelíes, el hermético Mossad, preguntando en qué objetivos había que reforzar la seguridad en Asturias.
Ningún otro representante de la comunidad judía, consultados cerca de una veintena, quiso confirmar este tipo de contactos entre el servicio secreto israelí y las comunidades judías. ¿Acordó el Gobierno español con el israelí, tras el atentado, una colaboración en este sentido?
Cada sinagoga, cada colegio judío en España, posee un denominado servicio de orden que apoya la seguridad en contacto directo con policía y Guardia Civil. En nuestro país, empezó a funcionar hace 15 años, cuando grupos de jóvenes voluntarios viajaron a Israel para ser formados por el Mossad. «Es como un servicio militar que hacen voluntariamente nuestros jóvenes», explica Benasuly.
EJÉRCITO DESARMADO
En cada acto público que los judíos celebran, son reconocibles por los walkie-talkies. Advierten de cualquier presencia sospechosa al cuerpo policial español encargado de la vigilancia del evento.Son una policía desarmada, un ejército. Pero todos los representantes de las comunidades judías consultadas se niegan siquiera a facilitar una aproximación del número de agentes del servicio de orden que operan en España. De si continúan viajando a Israel para ser formados por el Mossad.
Víctor Harel, embajador de Israel en Madrid, desmarca a su Gobierno de la formación de estos servicios de orden: «Eso son acuerdos de los representantes de las comunidades judías con las autoridades españolas».
En cuanto al supuesto repunte de violencia antisemita en nuestro país, culpa en parte a los medios de comunicación. «Las críticas hacia las posiciones del Gobierno de Israel van más allá de la línea roja, cuando se utiliza lenguaje de los nazis para describirlas.Esto conduce a actos de violencia antisemita».
Dalia Lewinson es la presidenta de la comunidad judía de Barcelona.Lleva 47 años en España. También sostiene la teoría de que muchos españoles culpan a Israel del 11-M. «Yo siento mucha pena por muchos amigos marroquíes a los que han demonizado después del atentado de marzo. Pero nosotros, los judíos, somos la única comunidad en España que tiene que tomar sus propias medidas de seguridad. Hay muchos que dicen que esto es paranoia nuestra.Incluso lo dicen muchos judíos. Pero pensamos que debemos estar vigilantes. Lamentablemente».
Tanto que, en algunos colegios, incluso se han construido torretas disimuladas para que los miembros del servicio de orden tengan mayor perspectiva sobre lo que ocurre en los alrededores. Todas las sinagogas se han dotado con detector de metales a la entrada, e incluso se hacen registros a los no habituales que pretenden acceder a ellas.
Pero no sólo preocupa en la comunidad la violencia del integrismo islámico. «Desde hace años, muchos jóvenes, para ir a la sinagoga, han cambiado la kippa por gorras de béisbol», señala Antonio José Chintro, responsable de comunicación de la comunidad judía en Madrid. «El precepto no es llevar kippa, sino cubrirse la cabeza».
En Oviedo, tras los continuos ataques nocturnos a la casa que el ayuntamiento cedió a la comunidad judía, muchos de sus miembros, por miedo, dejaron de asistir a los actos que organizan, denuncia Aida Oceransky.
Y tanto ella como Lewinson reconocen que muchos judíos extranjeros, al llegar a España, prefieren obviar su apellido judío. «Sobre todo cuando se trata de profesionales liberales chilenos o argentinos.Odontólogos, psicólogos, abogados... Temen que pueda mermar la clientela». También muchos músicos de los llegados a España de la Europa del Este para integrarse en las orquestas nacionales han preferido simplificar sus apellidos para que no sea tan obvia su ascendencia judía.
EL NUEVO ANTISEMITISMO
La razón es que España, históricamente, tiene en el exterior fama de antisemita. Es el único país de la antigua Europa de los Quince que no incluye en sus planes de enseñanza secundaria el estudio del Holocausto. (hay que jorobarse!!) Una tradición franquista que se mantiene hoy día, como en el aspecto religioso la simbología antijudía que se manifiesta en las representaciones de la Pasión.
Xavier Torrens es especialista en nuevo antisemitismo. Desde la Universidad de Barcelona, es el único profesor que imparte en España seminarios sobre ****ofobia.
-Perdone, señor Torrens, pero tengo que hacerle la pregunta.¿Pertenece usted a la comunidad judía?
-(...)
-Disculpe, pero creo que es necesario saber desde qué perspectiva aborda usted el problema.
-No se preocupe, pero cuando algún medio de comunicación me llama para hablar de islamofobia, al periodista nunca se le ocurre preguntar si soy árabe. No, yo no soy judío.
Torrens distingue tres tipos de antisemitismo. El religioso: «Que existió en Europa hasta la Revolución Francesa y en España hasta el fin del franquismo». El biológico: «Que los considera racialmente inferiores. El más conocido es el que practicaron los nazis. Es estigmatizado tras el fin de la Segunda Guerra Mundial». El nuevo antisemitismo: «Es la ****ofobia política que nace del antisionismo y el antisraelismo. Esto no quiere decir, por supuesto, que todas las críticas al Estado de Israel sean ****ofóbicas».
El Eurobarómetro analiza en cada Estado los niveles de rechazo social que inspira cada raza en los ciudadanos. No se plantean preguntas concretas sobre xenofobia. Son cuestiones del estilo: ¿Qué tipo de personas no le gustaría tener como vecinos?
Los españoles muestran rechazo social, en primer lugar, a la raza etniana. En segundo puesto se sitúan los árabes fiel a la religión del amores.Y, en tercero -sobre subsaharianos, orientales o americanos del norte y el sur-, están los judíos.
Para los observadores del B nai B rith España -que ofrecen una perspectiva sionista y estatalista, y en EEUU conforman un importante grupo de presión pro israelí-, a la antigua amenaza que suponen los grupos neonazis, muy minoritarios, hay que sumar también este anti judaísmo de izquierdas.
Una situación que ha amaridado a extraños compañeros de cama.Algunos ultras españoles no han dudado en sumarse a la causa islamista para enfrentarse a los judíos. Es el caso del abogado y profesor José Luis Jerez Riesco, vinculado en el pasado a Fuerza Nueva y al neonazi Círculo Español de Amigos de Europa (Cedade).Jerez trabajó como asesor jurídico para la Unión de Comunidades Islámicas de España. Y en junio de 2001, convocado a un coloquio sobre la actualidad del Islam en Europa, se presentó en el programa como José Luis-Mansur Jerez Riesco. Mansur es el sobrenombre que adoptan muchos conversos cuando abrazan la religión islámica.
Esta semana, en la lista de libros más vendidos enviada por la Casa del Libro a un diario, Mein Kampf (Mi lucha), de Adolf Hitler, ocupaba el décimo lugar.
Aparte la innegable amenaza que supone el integrismo islámico, haya o no paranoia entre los judíos españoles ante el supuesto antisemitismo que pueda albergar nuestro país, a Arie Lewinson, comerciante de Barcelona, le da igual. Él pasea siempre por la ciudad con la estrella de David colgada del pecho. Y en el escaparate de su tienda se puede ver, en hebreo, la siguiente leyenda: «Rebajas para los israelís». «Mis compatriotas me advierten de que me van a apiolar. Que vengan». Es otra forma de afrontarlo.
Ocho agresiones en 2004
Los informes del centro de documentación en España del B nai B rith elabora cada año un listado de agresiones de carácter antisemita y xenófobo en general (no se obvian las agresiones a árabes u otros colectivos). En lo referente al antisemitismo exclusivamente, en 2001 registró sólo ocho incidentes reflejados en la prensa; en 2002 fueron siete. El informe de 2003 todavía se encuentra en proceso de elaboración. En lo que va de año, han registrado ya ocho casos.
Pancarta Ultrasur: En el derby capitalino entre Atlético y Real Madrid celebrado el 18 de abril de este año, los espectadores pudieron ver una gran pancarta en la que se podía leer «Judíos, bastardos». Los aficionados ultras que las portaban no fueron conminados por las fuerzas de seguridad a retirar el símbolo xenófobo. La comunidad judía de Madrid protestó ante la Dirección General del Deporte. (Una agresión eso? que se vayan a Gaza a ver lo que es una agresión de verdad)
Holocausto roto: El Memorial por el Holocausto de la ciudad de Barcelona fue destrozado a martillazos por unos desconocidos el 28 de mayo pasado. Una vez restaurado, volvía a sufrir una agresión todavía más virulenta, que lo destruyó totalmente, el primero de junio.
Conferencia «censurada»: Jackie Eldan, portavoz de la Embajada de Israel en España, había programado con las asociaciones judías de Zaragoza un acto de inauguración de la exposición Las Fuentes y una conferencia bajo el título Israel, crisol de culturas.La fecha fijada era el 10 de junio y el ayuntamiento de Zaragoza les otorgó los permisos en mayo para celebrar el acto en la Casa de la Cultura. Hubo protestas por parte de asociaciones pro palestinas.La concejalía de Cultura del Ayuntamiento propuso a Eldan que, por razones de seguridad, cancelara el evento. La concejala Carmen Gallego suspendió el acto alegando que la Casa de la Cultura no albergaba actos políticos. En abril, el ministro palestino de agricultura había pronunciado una conferencia titulada El Muro de la Vergüenza. Finalmente, el acto se celebró en la Casa de la Historia. A Eldan le esperaban en la calle una cincuentena de palestinos y pro palestinos. Hubo una refriega con la policía.A la conferencia sólo asistieron nueve personas.
Pintadas: El 26 de agosto el monumento a Samuel Levy en Toledo apareció con pintadas neonazis.
Agresiones: El 6 de septiembre se informaba de la agresión en Melilla a tres judíos por parte de fiel a la religión del amores. Una de ellas fue contra un anciano, agredido con toallas mojadas delante de la sinagoga.
La ****ofobia les asusta
ALGUNOS ocultan sus apellidos judíos en España. Otros, en vez de la «kippa» se cubren con una gorra. Cada colegio hebreo tiene un servicio de seguridad propio. ¿Miedo fundado o paranoia?
ANIBAL C. MALVAR
El 30% de los españoles considera que los judíos no se preocupan de nadie salvo de los suyos; el 27% cree que los judíos utilizan prácticas poco honestas para conseguir sus fines; el 58% opina que los judíos españoles son más leales a Israel que a España; y el 63% piensa que los judíos tienen demasiado poder en todo el mundo. ¿Hay, con estos datos, ****ofobia en España?
Los datos proceden del informe Manifestaciones de anti-semitismo en la Unión Europea, encargado por el Parlamento europeo y nunca hecho público oficialmente. Según un sector de la comunidad judía, a causa de los escalofriantes datos que ofrece. Como los arriba tras*critos.
Aida Oceransky es judía. Presidenta de la Comunidad Judía de Asturias. Nació en México hace 58 años. Vino a España con 22.Concejal en Oviedo, donde aún vive, por la UCD tras las primeras elecciones democráticas. Expulsada del partido y despedida de su trabajo por defender a las/los abortistas de la época. Se afilió al PSOE.
Hace tres años y medio empezó a recibir amenazas. Sonaba el teléfono a las cuatro de la madrugada cada día. La conversación no era demasiado imaginativa ni demasiado variada, a pesar de su insistencia: «cortesana judía, vas a morir». O: «fruta judía, vamos a por ti».La rima es asonante. Bárbara.
Lo denunció. Le intervinieron el teléfono. Le pusieron sombra: un escolta de paisano. Las llamadas cesaron y Aida intentó olvidarse de todo. Hasta que una mañana, al sacar el coche del garaje, leyó en la pared: «Aida, asesina». Una esvástica ilustraba la leyenda.
SIONISMO NO ES SEMITISMO
Hasta aquí, todo normal para un judío que se manifiesta públicamente como tal en España. Hay una extrema derecha que sigue añorando la limpieza étnica que emprendió Adolf Hitler. Y grupos de izquierda afectos a la causa palestina que confunden semitismo con sionismo.
Lo besugo emergió cuando las hijas de Aida bajaron a borrar la pintada. Los vecinos se opusieron. Es un trabajo profesional que debe hacer una empresa de limpieza. Vale. Pasaron los meses.La esvástica saludaba cada mañana a la «asesina judía». La empresa de limpieza nunca llegaba. Al final, sus hijas, hartas, aplicaron el disolvente a espaldas de sus vecinos. Aida y su familia buscaron la vivienda prometida en otro barrio.
En 1983 Aida pleiteaba con un marido al que ya no quería por la custodia de cinco hijos. El abogado de él alegó su religión judía como prueba de que con ella no podían recibir una correcta educación. «Entonces no le di importancia. Pero quizá el juez debería haberle dicho algo así como: "¿Pero qué tontería está contando usted?" ¿O no?».
En España viven hoy 40.000 judíos. Apenas el 0,1% de la población.Una densidad muy inferior a la de, por ejemplo, Francia, donde habitan 600.000. Allí la ****ofobia está alcanzando cotas alarmantes.La Gendarmerie ha detenido, en lo que va de año, a 103 personas por 229 agresiones a cementerios, sinagogas, escuelas... Las agresiones personales son más escasas, pero empiezan a proliferar: los ataques a rabinos y estudiantes identificables en la calle por su indumentaria están dejando de ser sólo esporádicos.
Sin embargo, sólo el 24% de los franceses considera que sus judíos se preocupan únicamente de los suyos (30% en España); sólo el 16% cree que sus judíos utilizan prácticas poco honestas para lograr sus fines (27% aquí); sólo el 42% opina que los judíos franceses son más leales a Israel que a Francia (58% de nacionales); y sólo el 42% piensa que los judíos tienen demasiado poder en todo el mundo (frente al 63% español).
La encuesta concluye que España es el país europeo con más antisemitismo ideológico (hablamos de la Europa de los Quince), mientras Francia se lleva la palma en antisemitismo violento.
Esta encuesta, con un nivel de confidencia del 95% y un margen de error del +/- 4,4%, fue realizada entre el 16 de mayo y el 4 de junio y entre el 9 y el 29 de septiembre de 2002. Muy lejos, aún, de la carnicería salvaje del 11 de marzo.
Resulta paradójico escuchar el análisis que realiza Xavier Torrens, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Barcelona, del aumento del antisemitismo en España que las comunidades judías denuncian a partir del 11-M. «El conflicto árabe-israelí no aumentó el racismo anti árabe, pero sí el antisemitismo. Y mucha gente en España culpa tanto del 11-M a la participación española en la oleada turística de Irak como a la situación en Oriente Medio».
Alberto Benasuly dirigió durante 12 años (hasta 2002) un equipo de una decena de personas que analizaban desde la organización judía B nai B rith Internacional, para uso interno y para diversas universidades europeas, las agresiones antisemitas de diversos países europeos. Entre ellos, España.
Benasuly, con su experiencia, avala de forma indirecta las tesis del profesor Torrens: «No se recrudecieron los ataques desde el 11-S, como quizá esperábamos. Pero sí desde el 11-M».
Tras el 11-M, las investigaciones policiales desvelaron que otro de los objetivos del comando que reventó Atocha era el complejo de cementerio y campo de recreo que los judíos tienen en Hoyo de Manzanares, un pueblo que dormita a los pies de la sierra madrileña.
El mismo día 11 de marzo Aida Oceransky recibió una llamada de un representante de los servicios secretos israelíes, el hermético Mossad, preguntando en qué objetivos había que reforzar la seguridad en Asturias.
Ningún otro representante de la comunidad judía, consultados cerca de una veintena, quiso confirmar este tipo de contactos entre el servicio secreto israelí y las comunidades judías. ¿Acordó el Gobierno español con el israelí, tras el atentado, una colaboración en este sentido?
Cada sinagoga, cada colegio judío en España, posee un denominado servicio de orden que apoya la seguridad en contacto directo con policía y Guardia Civil. En nuestro país, empezó a funcionar hace 15 años, cuando grupos de jóvenes voluntarios viajaron a Israel para ser formados por el Mossad. «Es como un servicio militar que hacen voluntariamente nuestros jóvenes», explica Benasuly.
EJÉRCITO DESARMADO
En cada acto público que los judíos celebran, son reconocibles por los walkie-talkies. Advierten de cualquier presencia sospechosa al cuerpo policial español encargado de la vigilancia del evento.Son una policía desarmada, un ejército. Pero todos los representantes de las comunidades judías consultadas se niegan siquiera a facilitar una aproximación del número de agentes del servicio de orden que operan en España. De si continúan viajando a Israel para ser formados por el Mossad.
Víctor Harel, embajador de Israel en Madrid, desmarca a su Gobierno de la formación de estos servicios de orden: «Eso son acuerdos de los representantes de las comunidades judías con las autoridades españolas».
En cuanto al supuesto repunte de violencia antisemita en nuestro país, culpa en parte a los medios de comunicación. «Las críticas hacia las posiciones del Gobierno de Israel van más allá de la línea roja, cuando se utiliza lenguaje de los nazis para describirlas.Esto conduce a actos de violencia antisemita».
Dalia Lewinson es la presidenta de la comunidad judía de Barcelona.Lleva 47 años en España. También sostiene la teoría de que muchos españoles culpan a Israel del 11-M. «Yo siento mucha pena por muchos amigos marroquíes a los que han demonizado después del atentado de marzo. Pero nosotros, los judíos, somos la única comunidad en España que tiene que tomar sus propias medidas de seguridad. Hay muchos que dicen que esto es paranoia nuestra.Incluso lo dicen muchos judíos. Pero pensamos que debemos estar vigilantes. Lamentablemente».
Tanto que, en algunos colegios, incluso se han construido torretas disimuladas para que los miembros del servicio de orden tengan mayor perspectiva sobre lo que ocurre en los alrededores. Todas las sinagogas se han dotado con detector de metales a la entrada, e incluso se hacen registros a los no habituales que pretenden acceder a ellas.
Pero no sólo preocupa en la comunidad la violencia del integrismo islámico. «Desde hace años, muchos jóvenes, para ir a la sinagoga, han cambiado la kippa por gorras de béisbol», señala Antonio José Chintro, responsable de comunicación de la comunidad judía en Madrid. «El precepto no es llevar kippa, sino cubrirse la cabeza».
En Oviedo, tras los continuos ataques nocturnos a la casa que el ayuntamiento cedió a la comunidad judía, muchos de sus miembros, por miedo, dejaron de asistir a los actos que organizan, denuncia Aida Oceransky.
Y tanto ella como Lewinson reconocen que muchos judíos extranjeros, al llegar a España, prefieren obviar su apellido judío. «Sobre todo cuando se trata de profesionales liberales chilenos o argentinos.Odontólogos, psicólogos, abogados... Temen que pueda mermar la clientela». También muchos músicos de los llegados a España de la Europa del Este para integrarse en las orquestas nacionales han preferido simplificar sus apellidos para que no sea tan obvia su ascendencia judía.
EL NUEVO ANTISEMITISMO
La razón es que España, históricamente, tiene en el exterior fama de antisemita. Es el único país de la antigua Europa de los Quince que no incluye en sus planes de enseñanza secundaria el estudio del Holocausto. (hay que jorobarse!!) Una tradición franquista que se mantiene hoy día, como en el aspecto religioso la simbología antijudía que se manifiesta en las representaciones de la Pasión.
Xavier Torrens es especialista en nuevo antisemitismo. Desde la Universidad de Barcelona, es el único profesor que imparte en España seminarios sobre ****ofobia.
-Perdone, señor Torrens, pero tengo que hacerle la pregunta.¿Pertenece usted a la comunidad judía?
-(...)
-Disculpe, pero creo que es necesario saber desde qué perspectiva aborda usted el problema.
-No se preocupe, pero cuando algún medio de comunicación me llama para hablar de islamofobia, al periodista nunca se le ocurre preguntar si soy árabe. No, yo no soy judío.
Torrens distingue tres tipos de antisemitismo. El religioso: «Que existió en Europa hasta la Revolución Francesa y en España hasta el fin del franquismo». El biológico: «Que los considera racialmente inferiores. El más conocido es el que practicaron los nazis. Es estigmatizado tras el fin de la Segunda Guerra Mundial». El nuevo antisemitismo: «Es la ****ofobia política que nace del antisionismo y el antisraelismo. Esto no quiere decir, por supuesto, que todas las críticas al Estado de Israel sean ****ofóbicas».
El Eurobarómetro analiza en cada Estado los niveles de rechazo social que inspira cada raza en los ciudadanos. No se plantean preguntas concretas sobre xenofobia. Son cuestiones del estilo: ¿Qué tipo de personas no le gustaría tener como vecinos?
Los españoles muestran rechazo social, en primer lugar, a la raza etniana. En segundo puesto se sitúan los árabes fiel a la religión del amores.Y, en tercero -sobre subsaharianos, orientales o americanos del norte y el sur-, están los judíos.
Para los observadores del B nai B rith España -que ofrecen una perspectiva sionista y estatalista, y en EEUU conforman un importante grupo de presión pro israelí-, a la antigua amenaza que suponen los grupos neonazis, muy minoritarios, hay que sumar también este anti judaísmo de izquierdas.
Una situación que ha amaridado a extraños compañeros de cama.Algunos ultras españoles no han dudado en sumarse a la causa islamista para enfrentarse a los judíos. Es el caso del abogado y profesor José Luis Jerez Riesco, vinculado en el pasado a Fuerza Nueva y al neonazi Círculo Español de Amigos de Europa (Cedade).Jerez trabajó como asesor jurídico para la Unión de Comunidades Islámicas de España. Y en junio de 2001, convocado a un coloquio sobre la actualidad del Islam en Europa, se presentó en el programa como José Luis-Mansur Jerez Riesco. Mansur es el sobrenombre que adoptan muchos conversos cuando abrazan la religión islámica.
Esta semana, en la lista de libros más vendidos enviada por la Casa del Libro a un diario, Mein Kampf (Mi lucha), de Adolf Hitler, ocupaba el décimo lugar.
Aparte la innegable amenaza que supone el integrismo islámico, haya o no paranoia entre los judíos españoles ante el supuesto antisemitismo que pueda albergar nuestro país, a Arie Lewinson, comerciante de Barcelona, le da igual. Él pasea siempre por la ciudad con la estrella de David colgada del pecho. Y en el escaparate de su tienda se puede ver, en hebreo, la siguiente leyenda: «Rebajas para los israelís». «Mis compatriotas me advierten de que me van a apiolar. Que vengan». Es otra forma de afrontarlo.
Ocho agresiones en 2004
Los informes del centro de documentación en España del B nai B rith elabora cada año un listado de agresiones de carácter antisemita y xenófobo en general (no se obvian las agresiones a árabes u otros colectivos). En lo referente al antisemitismo exclusivamente, en 2001 registró sólo ocho incidentes reflejados en la prensa; en 2002 fueron siete. El informe de 2003 todavía se encuentra en proceso de elaboración. En lo que va de año, han registrado ya ocho casos.
Pancarta Ultrasur: En el derby capitalino entre Atlético y Real Madrid celebrado el 18 de abril de este año, los espectadores pudieron ver una gran pancarta en la que se podía leer «Judíos, bastardos». Los aficionados ultras que las portaban no fueron conminados por las fuerzas de seguridad a retirar el símbolo xenófobo. La comunidad judía de Madrid protestó ante la Dirección General del Deporte. (Una agresión eso? que se vayan a Gaza a ver lo que es una agresión de verdad)
Holocausto roto: El Memorial por el Holocausto de la ciudad de Barcelona fue destrozado a martillazos por unos desconocidos el 28 de mayo pasado. Una vez restaurado, volvía a sufrir una agresión todavía más virulenta, que lo destruyó totalmente, el primero de junio.
Conferencia «censurada»: Jackie Eldan, portavoz de la Embajada de Israel en España, había programado con las asociaciones judías de Zaragoza un acto de inauguración de la exposición Las Fuentes y una conferencia bajo el título Israel, crisol de culturas.La fecha fijada era el 10 de junio y el ayuntamiento de Zaragoza les otorgó los permisos en mayo para celebrar el acto en la Casa de la Cultura. Hubo protestas por parte de asociaciones pro palestinas.La concejalía de Cultura del Ayuntamiento propuso a Eldan que, por razones de seguridad, cancelara el evento. La concejala Carmen Gallego suspendió el acto alegando que la Casa de la Cultura no albergaba actos políticos. En abril, el ministro palestino de agricultura había pronunciado una conferencia titulada El Muro de la Vergüenza. Finalmente, el acto se celebró en la Casa de la Historia. A Eldan le esperaban en la calle una cincuentena de palestinos y pro palestinos. Hubo una refriega con la policía.A la conferencia sólo asistieron nueve personas.
Pintadas: El 26 de agosto el monumento a Samuel Levy en Toledo apareció con pintadas neonazis.
Agresiones: El 6 de septiembre se informaba de la agresión en Melilla a tres judíos por parte de fiel a la religión del amores. Una de ellas fue contra un anciano, agredido con toallas mojadas delante de la sinagoga.
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