Arturo Bloqueduro
Será en Octubre
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Mientras los neցrocionistas machupichu se empeñan en que no hay cobi19 en su país, los intensivistas de ese país celebran, aliviados, la llegada de banderillas a Perú. Vamos. Que mucho presumir de dióxido de cloro y carne de llama pero, cuando hay banderillas, los que algo saben del tema, optan por las banderillas.
Gremio de medicina intensiva: “Somos 600 intensivistas que recibiremos la banderilla en todo el Perú”
Gremio de medicina intensiva: “Somos 600 intensivistas que recibiremos la banderilla en todo el Perú”
Jesús Valverde, presidente de la Sopemi, explicó que los profesionales que trabajan en UCI ya fueron empadronados por el Minsa y serán inmunizados con la primera dosis desde mañana. La identificación y registro se realizará a través del DNI en los centros de salud asignados.
Así celebraron los médicos del Hospital Dos de Mayo la llegada de las primeras 300 mil dosis de Sinopharm.
El doctor Jesús Valverde no oculta su expectativa, su esperanza. Este martes 9 de febrero será uno de los primeros peruanos que recibirá la banderilla de Sinopharm contra el el bichito-19, después de varios meses de combatir a la esa época en el 2020 de la que yo le hablo en la primerísima línea de defensa: las unidades de cuidados intensivos (UCI). Él labora en el Hospital Dos de Mayo (Lima), donde además se le aplicará la primera dosis de inmunización. En su rol como presidente de la Sociedad Peruana de Medicina Intensiva (Sopemi) conversó con El Comercio.
–¿Cuán importante es tener por fin la banderilla para su gremio?
Definitivamente es el mejor instrumento para enfrentar la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. Nos da mucha tranquilidad y seguridad para seguir enfrentando a la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. Durante meses hemos tenido que estar separados de nuestros familiares, viviendo en hoteles o alquilando cuartos porque no podemos regresar siempre al domicilio. Así que la banderilla es una buena noticia.
–Se ha adelantado que en esta primera etapa de banderillación serán priorizados los médicos intensivistas. ¿Cuántos recibirán la dosis?
Hace una semana el Ministerio de Salud (Minsa) nos envió un padrón que debíamos cotejar para darle el visto bueno final. Somos alrededor de 600 intensivistas que recibiremos la banderilla en todo el Perú, además de 2.500 enfermeras y 1.500 técnicos. Todos ya estamos empadronados.
–¿Les han explicado cómo se dará el proceso?
Sí, la identificación será a través del DNI. Por ello debíamos revisar el padrón enviado por el Minsa para corregir, si era necesario, algún dato personal. Según el ministerio, el registro será sistematizado en una base de datos, a fin de que no haya duplicación y nadie pueda acceder a una doble dosis al mismo tiempo.
–Y las dosis ya están siendo distribuidas.
Así es. Mañana empezará la banderillación en los hospitales Dos de Mayo y Arzobispo Loayza, en el Cercado de Lima. Hoy llegan las dosis para instalar los puntos de inmunización en cada establecimiento, además del resguardo policial.
–¿Habrá alguna excepción o intensivista que no acceda a la banderillación?
No, absolutamente todos serán medicados. Las únicas excepciones posibles son aquellos médicos que estén infectados u hospitalizados en este momento.
–¿Cuántos médicos de su gremio se han visto afectados con el bichito?
A la fecha tenemos reportados dos colegas intensivistas que perdieron la vida el año pasado. Además, hay 25 médicos hospitalizados y en riesgo. Infectados pero con sintomatología leve son cerca de 150.
Situación critica en UCI
–Desde el Colegio Médico del Perú se ha propuesta que se declare el estado de desastre nacional por el el bichito-19 en el país. ¿La Sopemi está de acuerdo con ese planteamiento?
No cabe duda que estamos en un momento difícil en la atención hospitalaria. Estamos colapsados. Si la declaración de desastre nacional permite que se tomen decisiones importantes sobre la capacidad en UCI, o la intervención del sector privado o el mercado internacional para una mejor atención en el sistema público, debería considerarse.
El médico intensivista Jesús Valverde labora en el Hospital Dos de Mayo (Lima). (Foto: Archivo)
–Respecto a las medidas de restricción: el Ejecutivo ha denominado a la actual cuarentena en 10 regiones en alerta extrema como “diferente” debido a que es más flexible que los anteriores confinamientos. Sin embargo, su gremio propuso una cuarentena total y estricta hace unas semanas. ¿Reitera ese pedido?
Sí, se requiere una cuarentena total. Solo en la última semana hemos detectado una mayor presencia de pacientes en UCI, y con nuestras limitaciones no podremos atender a todos. Hay una extrema carencia de oxígeno en los hospitales y se ha complicado el manejo de los casos. Debemos cortar esto con un confinamiento estricto como en la primera ola, y por el tiempo que se requiera.
–¿Siguen recibiendo a pacientes jóvenes?
Por supuesto. Todavía tenemos muchos hospitalizados en UCI con edades entre los 30 y 40 años; algunos incluso hasta de 25 años
.
–¿Y han cambiado los cuadros clínicos?
Esencialmente observamos el compromiso pulmonar, pero también complicaciones cardiacas y renales. El asunto es que antes llegaban pacientes de forma individual; hoy recibimos a familias enteras en UCI. Atribuimos eso a las nuevas variantes del bichito, ese sería su impacto.
Segunda ola y banderillas
–Las banderillas son una muy buena noticia, pero ya estamos atravesando una segunda ola con alta mortalidad. ¿Serán efectivas las dosis para contrarrestarla?
Para la segunda ola no se puede hacer absolutamente nada; la situación ya está desencadenada. La banderilla prevendrá más casos hacia adelante, pero no para ahora. La enfermedad no desaparecerá con la banderilla, sino que reducirá su incidencia.
–¿Las banderillas de febrero no tendrán un impacto en la segunda ola, entonces?
No. El impacto se medirá cuando más del 70% de la población esté medicado; por ahora estamos comenzando. Hay que verlo así: este es un buen comienzo, pero no podemos descuidarnos.
–Un sector de la población considera que un primer embarque de 300.000 dosis de banderillas es poca cosa. ¿Qué les dirías a estas personas?
Que así sean 50 dosis, la banderilla nos da la tranquilidad para trabajar en mejores condiciones. También tranquiliza a nuestras familias, y eso es suficiente. No seamos mezquinos.
Gremio de medicina intensiva: “Somos 600 intensivistas que recibiremos la banderilla en todo el Perú”
Gremio de medicina intensiva: “Somos 600 intensivistas que recibiremos la banderilla en todo el Perú”
Jesús Valverde, presidente de la Sopemi, explicó que los profesionales que trabajan en UCI ya fueron empadronados por el Minsa y serán inmunizados con la primera dosis desde mañana. La identificación y registro se realizará a través del DNI en los centros de salud asignados.
Así celebraron los médicos del Hospital Dos de Mayo la llegada de las primeras 300 mil dosis de Sinopharm.
El doctor Jesús Valverde no oculta su expectativa, su esperanza. Este martes 9 de febrero será uno de los primeros peruanos que recibirá la banderilla de Sinopharm contra el el bichito-19, después de varios meses de combatir a la esa época en el 2020 de la que yo le hablo en la primerísima línea de defensa: las unidades de cuidados intensivos (UCI). Él labora en el Hospital Dos de Mayo (Lima), donde además se le aplicará la primera dosis de inmunización. En su rol como presidente de la Sociedad Peruana de Medicina Intensiva (Sopemi) conversó con El Comercio.
–¿Cuán importante es tener por fin la banderilla para su gremio?
Definitivamente es el mejor instrumento para enfrentar la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. Nos da mucha tranquilidad y seguridad para seguir enfrentando a la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. Durante meses hemos tenido que estar separados de nuestros familiares, viviendo en hoteles o alquilando cuartos porque no podemos regresar siempre al domicilio. Así que la banderilla es una buena noticia.
–Se ha adelantado que en esta primera etapa de banderillación serán priorizados los médicos intensivistas. ¿Cuántos recibirán la dosis?
Hace una semana el Ministerio de Salud (Minsa) nos envió un padrón que debíamos cotejar para darle el visto bueno final. Somos alrededor de 600 intensivistas que recibiremos la banderilla en todo el Perú, además de 2.500 enfermeras y 1.500 técnicos. Todos ya estamos empadronados.
–¿Les han explicado cómo se dará el proceso?
Sí, la identificación será a través del DNI. Por ello debíamos revisar el padrón enviado por el Minsa para corregir, si era necesario, algún dato personal. Según el ministerio, el registro será sistematizado en una base de datos, a fin de que no haya duplicación y nadie pueda acceder a una doble dosis al mismo tiempo.
–Y las dosis ya están siendo distribuidas.
Así es. Mañana empezará la banderillación en los hospitales Dos de Mayo y Arzobispo Loayza, en el Cercado de Lima. Hoy llegan las dosis para instalar los puntos de inmunización en cada establecimiento, además del resguardo policial.
–¿Habrá alguna excepción o intensivista que no acceda a la banderillación?
No, absolutamente todos serán medicados. Las únicas excepciones posibles son aquellos médicos que estén infectados u hospitalizados en este momento.
–¿Cuántos médicos de su gremio se han visto afectados con el bichito?
A la fecha tenemos reportados dos colegas intensivistas que perdieron la vida el año pasado. Además, hay 25 médicos hospitalizados y en riesgo. Infectados pero con sintomatología leve son cerca de 150.
Situación critica en UCI
–Desde el Colegio Médico del Perú se ha propuesta que se declare el estado de desastre nacional por el el bichito-19 en el país. ¿La Sopemi está de acuerdo con ese planteamiento?
No cabe duda que estamos en un momento difícil en la atención hospitalaria. Estamos colapsados. Si la declaración de desastre nacional permite que se tomen decisiones importantes sobre la capacidad en UCI, o la intervención del sector privado o el mercado internacional para una mejor atención en el sistema público, debería considerarse.
El médico intensivista Jesús Valverde labora en el Hospital Dos de Mayo (Lima). (Foto: Archivo)
–Respecto a las medidas de restricción: el Ejecutivo ha denominado a la actual cuarentena en 10 regiones en alerta extrema como “diferente” debido a que es más flexible que los anteriores confinamientos. Sin embargo, su gremio propuso una cuarentena total y estricta hace unas semanas. ¿Reitera ese pedido?
Sí, se requiere una cuarentena total. Solo en la última semana hemos detectado una mayor presencia de pacientes en UCI, y con nuestras limitaciones no podremos atender a todos. Hay una extrema carencia de oxígeno en los hospitales y se ha complicado el manejo de los casos. Debemos cortar esto con un confinamiento estricto como en la primera ola, y por el tiempo que se requiera.
–¿Siguen recibiendo a pacientes jóvenes?
Por supuesto. Todavía tenemos muchos hospitalizados en UCI con edades entre los 30 y 40 años; algunos incluso hasta de 25 años
.
–¿Y han cambiado los cuadros clínicos?
Esencialmente observamos el compromiso pulmonar, pero también complicaciones cardiacas y renales. El asunto es que antes llegaban pacientes de forma individual; hoy recibimos a familias enteras en UCI. Atribuimos eso a las nuevas variantes del bichito, ese sería su impacto.
Segunda ola y banderillas
–Las banderillas son una muy buena noticia, pero ya estamos atravesando una segunda ola con alta mortalidad. ¿Serán efectivas las dosis para contrarrestarla?
Para la segunda ola no se puede hacer absolutamente nada; la situación ya está desencadenada. La banderilla prevendrá más casos hacia adelante, pero no para ahora. La enfermedad no desaparecerá con la banderilla, sino que reducirá su incidencia.
–¿Las banderillas de febrero no tendrán un impacto en la segunda ola, entonces?
No. El impacto se medirá cuando más del 70% de la población esté medicado; por ahora estamos comenzando. Hay que verlo así: este es un buen comienzo, pero no podemos descuidarnos.
–Un sector de la población considera que un primer embarque de 300.000 dosis de banderillas es poca cosa. ¿Qué les dirías a estas personas?
Que así sean 50 dosis, la banderilla nos da la tranquilidad para trabajar en mejores condiciones. También tranquiliza a nuestras familias, y eso es suficiente. No seamos mezquinos.