La psicobiología ya ha probado que los hijos que no se crían con su progenitora biológica, son más propensos a desarrollar trastornos psicológicos, sobre todo en el adolescencia.
Parece que el inconsciente profundo comienza a formarse en el útero materno durante los últimos meses de gestación. Y lo hace tomando como modelo el inconsciente materno. Ese desarrollo continúa luego fuera del vientre materno. Si el bebé pierde a la progenitora, pierde ese modelo que copia para desarrollar su mente inconsciente, que es la clave para la regulación emocional y para el establecimiento de relaciones interpersonales.
Por eso los adoptados suelen tener adolescencias tan difíciles. Algo que después de la adolescencia apenas cambia tampoco.
La progenitora biológica es insustituible. Las adopciones deberían reducirse a casos extremos, nunca por capricho o por conseguir un niño. Un niño no viene al mundo a hacer "feliz" a nadie ni a colmar las expectativas de paternidad de nadie. No debería ser así.
Lo de la gestación subrogada es una aberración más de las que ha traído la modernidad.
Ya han empezado a surgir asociaciones de personas nacidas por donación de leche de donante anónimo que reivindican su derecho a buscar y conocer a sus padres biológicos. Imaginaros cuando empiecen a reclamar sus derechos los nacidos por ovodonación y los nacidos por gestación subrogada.