calzonazos
Madmaxista
Me recuerdan tus escritos a este blog La saga de DashiellAllí estábais los dos bajo la lluvia torrencial como dos iluso mirando la piedra que se había clavado en la rueda.
Tu suerte no mejoraba.
Dos horas caminando por el arcén anegado con el cuerpo aterido y cuando el chaval éste te para va y pincha una rueda.
Una piedra en mitad de la carretera clavada como una punta de flecha.
Y allí estáis los dos agachados mirando la rueda y entonces el pobre levanta la cabeza para mirarte a los ojos y te pregunta si no vas a sacar ahora un cuchillo y matarle.
Le respondes "No, ¿Y tú?",
y te dice que tampoco.
Ya más tranquilos os ponéis a cambiar la rueda y una vez en el coche te ofrece parar a tomar un café.
Conduce hasta una pequeña venta con una parra en la de derechasda,
apenas hay dos coches aparcados y una mujer mayor con un mandil de flores trajina dentro en la barra.
El chaval es joven y viste de traje,
tu llevas un chándal azul y una camiseta de Pepsi que te dieron las monjas en Valladolid.
Pide café para los dos y te pregunta si quieres comer algo.
Un bocadillo de lomo con pimientos.
Tienes mucho hambre y estás helado.
En la radio suenan viejas canciones de los ochenta y lamentas no poder escuchar más música,
te prometes que en cuanto encuentres un curro y sitio donde asentarte,
te pillas un Walkman con radio.
Volvéis al coche y el chaval te da un paquete de tabaco que acaba de comprar.
Al final vas teniendo suerte.
Ya sólo falta encontrar un buen sitio dónde pasar la noche y secarte un poco la ropa.
Casi al anochecer llegáis a Ciudad Rodrigo.
Te despides de ėl con un apretón de manos y le das las gracias mirando a sus ojos.
Con la mochila al hombro echas a andar y enciendes un cigarrillo,
buscas una cabina y llamas a Rubén.
No creo que te de para publicarlo pero para burbuja y un blog vas más que sobrado