Himmler: "las cazas de brujas europeas fueron un intento del cristianismo por destruir las religiones germánicas y la feminidad aria"

El cristianismo siempre fue un elemento para degenerar a las sociedades que le sufren...una religión para gente poco inquieta. Por eso domina el Kali Yuga...
 
El augusto ese de Schwartz es un desinformador que está sacando fuera de contexto esa imagen de Hitler con obipos y sacerdotes cristianos,además el usuario que le respondió a Schwartz es un liberal católico pero dijo al cierto en su discusión con ese vejete de schartz,que los regímenes de Izquierda mataron más gente que los de derecha.
 
El cristianismo siempre fue un elemento para degenerar a las sociedades que le sufren...una religión para gente poco inquieta. Por eso domina el Kali Yuga...
El cristianismo siempre fue un elemento para degenerar a las sociedades que le sufren...una religión para gente poco inquieta. Por eso domina el Kali Yuga...
El cristianismo es una religión del medio oriente que se impuso en Europa a través de la coacción y matanzas de pueblos enteros.
 
El cristianismo es una religión del medio oriente que se impuso en Europa a través de la coacción y matanzas de pueblos enteros.
no, en absoluto, ni de lejos, porque el cristianismo es una cierta creencia de medio oriente con influencia helénica, para empezar, refundada con otras buenas dosis de filosofía griega y cultura romana.

San agustín, santo tomás, san pablo, etc, son filósofos de corte grecolatino, no indoiranio, por ejemplo.

y ya han pasado 2000 años, jorobar, ha forjado nuestra identidad como cultura tanto como la tradición griega y romana clásicas.
 
Hitler mandaba poco en muchos aspectos de la Alemania nancy. La parte "cultural" la dirigían paganistas anti-católicos como Bormann, Himmler, Goebbels o Rosenberg, así que poco importaba el supuesto cristianismo de Adolfo.
De hecho Hitler les dio rienda suelta para que ellos aplicará leyes anticristianas.
 
Lo místico es un estado elevado de la espiritualidad y el espíritu, en su definición cristiana, tiene estas tres potencias: voluntad, memoria y discernimiento. Por lo tanto, la racionalidad es parte esencial del espíritu, siendo la voluntad la que aborda las sutilezas de la libertad, y separarlas como entes de distinta naturaleza es, además de una maniobra torpe cuando no satánica, el rechazo a la propia naturaleza humana. La plasticidad del cerebro es capaz de sortear problemas de conexión con el mundo exterior de la persona haciendo que áreas sanas tomen el testigo de las que ya no funcionan. Eso no puede deberse a una adaptación "per se" sino a que una fuerza de rango superior al cerebro le obliga a adaptarse a las nuevas condiciones.

La voluntad no tendría sentido si solo hubiera una opción para cada acto volitivo y si hay varias opciones es necesario conocerlas -por la memoria conocemos las que se suman a nuestra experiencia- y discernir cuál nos parece mejor y ahí aparecen los condicionantes, sean de oportunidad, de filias y fobias, o jovenlandesales. En este sistema, que supongo se reconocerá en cada lector, la tras*gresión necesitaría de dos caminos: el acto voluntario y autónomo de no seguir ciertas reglas, muy por encima de su discusión racional, o el acto del discernimiento que mueve a la voluntad en contra de las reglas. El resultado sería el mismo en apariencia pero su origen es muy distinto porque la comprensión de lo que se tras*grede y el conocimiento de sus efectos, entra de lleno en la plenitud del espíritu humano dispuesto a todo.

No es de extrañar que para el mundo protestante que reniega o no entiende el libre albedrío, todo acto jovenlandesalmente reprobable sea efecto directo del malo, o dicho de otro modo, que un cristiano "solo" puede separarse de Dios por la intercesión directa y constante de malo, como si su voluntad y discernimiento estuvieran en suspenso y por ello no podrían asumir en primera persona ninguna responsabilidad. No niego en absoluto las tentaciones demoníacas pero precisamente el hecho de ser tentaciones y no órdenes, las pone en un lugar subsidiario de nuestra libertad, entendida como el binomio de la voluntad y el discernimiento -la razón- cooperando la primera pero subyugada por la capacidad de tomar decisiones pensadas.

Todo lo anterior forma parte de la filosofía católica y con ello se puede entender mejor el distinto modo de tratar la brujería y a las brujas, que fueron o son personas con la misma dignidad que el Papa de Roma y por tanto con el mismo derecho a ser tratadas como seres humanos redimibles a menos que su voluntad lo impida por algo de lo que ya dije antes. Quiero destacar el hecho de que las apelaciones a lo satánico son tradición en el mundo protestante y pregunto a los que son de cultura católica si antes de ahora -y no por el efecto de las redes- habían escuchado tanto a cerca del malo. Desde cierto punto de vista "mola más" porque sortea el pecado y dirige su inquisición sobre el malo sin cuyas acciones seríamos muy buenos... La parte negativa es que cuando uno está frente a un malo humano sería muy difícil aceptar que pueda cambiar de rumbo y tal vez su fin sería un acto generoso con la humanidad. La subversión cultural es por desgracia un hecho.

El primer párrafo es una declaración de principios, con definiciones de partes de un todo, que no se pueden dividir sin renunciar al todo. Para que exista algo como la plasticidad cerebral guiada por el espíritu, debería explicar por qué le crece el regazo a una lagartija, cuando se lo corta el gamberrete. Es decir, si el lagarto tiene más o mejor espíritu.

El segundo párrafo se puede resumir en un principio de conservación del estado. Acción/Reacción, natural, como mecanismo.

El tercer párrafo, comienza con la "negación protestante" del libre albedrío, que mi poca cabeza no acierta a encontrar en este momento. De hecho, creo que es el fondo del debate, ( que no vi entero), del Obispo de Canterbury y Richard Dawkins. La alternativa de Dawkins es terrorífica para el Catolicismo, y respecto a la protestante, no veo la diferencia con la católica, en cuanto el problema es siempre dual: El bien contra el mal, Dios contra la Nada.

El cuarto párrafo es la negación del libre albedrío por el catolicismo.

*************

Puede usted pasar a machacarme.

Disculpe, ya sabe que no es personal, pero quizá alguien no lo entienda.
 
El primer párrafo es una declaración de principios, con definiciones de partes de un todo, que no se pueden dividir sin renunciar al todo. Para que exista algo como la plasticidad cerebral guiada por el espíritu, debería explicar por qué le crece el regazo a una lagartija, cuando se lo corta el gamberrete. Es decir, si el lagarto tiene más o mejor espíritu.

El segundo párrafo se puede resumir en un principio de conservación del estado. Acción/Reacción, natural, como mecanismo.

El tercer párrafo, comienza con la "negación protestante" del libre albedrío, que mi poca cabeza no acierta a encontrar en este momento. De hecho, creo que es el fondo del debate, ( que no vi entero), del Obispo de Canterbury y Richard Dawkins. La alternativa de Dawkins es terrorífica para el Catolicismo, y respecto a la protestante, no veo la diferencia con la católica, en cuanto el problema es siempre dual: El bien contra el mal, Dios contra la Nada.

El cuarto párrafo es la negación del libre albedrío por el catolicismo.

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Puede usted pasar a machacarme.

Disculpe, ya sabe que no es personal, pero quizá alguien no lo entienda.
Si encuentra alguna relación directa de las potencias del alma con el regazo del lagarto, tal vez debería darle la razón...

Si su elección racional y consciente, incluso por encima de sus apetitos físicos, le parece un mecanismo equiparable al hecho de que soltar una piedra tiene como consecuencia que llega al suelo, pues debería de nuevo darle la razón...

Existen tantas corrientes protestantes que es fácil equivocarse generalizando sobre sus doctrinas, a manos que se trate de su desprecio por el catolicismo y el Papa. En cualquier caso, la predestinación y el libre albedrío no se llevan bien ¿no cree?

Por cierto, no entiendo qué le lleva a afirmar que el cuarto párrafo niega precisamente el libre albedrío.
 
Si encuentra alguna relación directa de las potencias del alma con el regazo del lagarto, tal vez debería darle la razón...

Si su elección racional y consciente, incluso por encima de sus apetitos físicos, le parece un mecanismo equiparable al hecho de que soltar una piedra tiene como consecuencia que llega al suelo, pues debería de nuevo darle la razón...

Existen tantas corrientes protestantes que es fácil equivocarse generalizando sobre sus doctrinas, a manos que se trate de su desprecio por el catolicismo y el Papa. En cualquier caso, la predestinación y el libre albedrío no se llevan bien ¿no cree?

Por cierto, no entiendo qué le lleva a afirmar que el cuarto párrafo niega precisamente el libre albedrío.
Jajajaja

Me ha hecho usted reír.

Feliz Navidad
 
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