Si es cuestión de gustos, nada que objetar por supuesto. Al contrario, bienvenida sea la diversidad y así no nos peleamos todos por lo mismo.
En cuanto al diseño de Pistrucci, precisamente para mí (es una opinión personal por supuesto), el hecho de que se conserve casi invariable desde hace más de 200 años es un punto a favor, pues soy un defensor a ultranza del principio universal "si funciona, no lo toques", especialmente en estos tiempos de actualizaciones continuas que a menudo solo sirven para que deje de funcionar algo que estabas utilizando sin problemas.
Por completar la información, decir que aunque el diseño de Pistrucci aparece efectivamente en 1817 en los soberanos de Jorge III y se mantiene en los de su sucesor Jorge IV, ya en los del siguiente rey, Guillermo IV, el reverso se sustituye por un escudo de armas, algo que ocurre también con la reina Victoria desde que sube al trono hasta aprox. 1871, en que se retoma el diseño de Pistrucci (algunos años hay soberanos tanto con escudo como con San Jorge y el dragón).
Insisto en que no lo veo aburrido ni mucho menos. Decíamos que los soberanos con la reina Victoria joven y el escudo en el reverso son raros y no se consiguen a spot, pero buscando tampoco hace falta pagar disparates. Sin irnos lejos, la semana pasada en una de las principales casas de subastas españolas se remató algún soberano de Victoria joven con escudo en MBC+ por menos de 400€ (comisión incluida), esto es alrededor del 5% sobre el spot. Teniendo en cuenta que el famoso lince-chapa se vende con el 10% sobre el spot, para mí (insisto, opinión personal) no hay tonalidad a la hora de elegir.
Decir también que en esa misma subasta se remataron soberanos normales a precio spot, es decir, más barato que una onza bullion comprada en tienda. O sea, que el soberano no tiene desventaja en precio, si uno se curra la compra, eso sí.
Por último señalar que no es mi intención polemizar ni convencer a nadie de nada, al contrario, mejor que las preferencias se repartan y cada uno tenga su espacio. Pero simplemente, me gusta compartir las razones de mis gustos.