El marqués es lo más falso y rencoroso que el madridismo se pueda echar a la cara. El prototipo bigotudo de "ni una mala palabra ni una buena acción". Inició un motín contra Di Stéfano cuando irrumpió la Quinta del Buitre y el salmantino todavía se creía jugador. Al final logró que Luis de Carlos echara a nuestro primer presidente de honor, y ni siquiera acudió al entierro del genial hispanoargentino.
Vicente es un mediocre zurdo que se ha encontrado con dos Champions, un Mundial y una Eurocopa exclusivamente porque tenía unos jugadores del copón.