Me voy a confesar, a mí me pareció raro todo desde el principio, las contradicciones que hubo desde el primer momento.
Al día siguiente de declarar la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, creo que fue domingo, y en una cola para comprar el pan la gente se separaba en la calle 4 ó 5 metros. Al momento pensé que la medida era estulta pues todos entraban en en la tienda para comprar y creí que lo lógico sería que se atendiese en la puerta, al aire libre, si de verdad era algo tan contagioso.
A raíz de eso cada medida fue más esperpéntica y ya fue imposible informarse por los canales del sistema.
Dicho lo cual, confieso que desde otoño de 2021 tengo la famosa anosmia, en la que he perdido la mayor parte del olfato y del gusto, y me resisto a ir por ello a un médico que seguramente será covidiota. Todo es acostumbrarse.
Es curioso porque un día al mes más o menos me vuelven los dos sentidos y degusto y huelo.
Para los covidiotas del otro extremo no tendrá nada que ver, pero prefiero creer a los pocos que saben y que se opusieron a la dictadura y hablaron del tema.