Final decepcionante, para variar cuando se trata del PSG. Qué equipo sin alma, le pasa lo mismo que al City, compran a los jugadores más caros pero no pueden comprar el alma, que es lo que hace a los cuatro grandes los cuatro grandes. Real Madrid, Milan, Liverpool y Bayern, los grandes de Europa, la nobleza y su Rey. El Madrid. Todo vuelve a su sitio tras la perturbación temporal de la fuerza.
Neymar y Mbappé en el Madrid serían mucho mejores, en el PSG siempre decepcionan, y a caratortuga se le empiezan a acumular los fracasos y decepciones. Se le empieza a poner cara de Higuaín. O de Messi, que tampoco ha aparecido fácilmente en los grandes partidos.
Ayer ganamos todos y perdieron los jovenlandeses, perdieron los traidores que nos venden a los jovenlandeses y perdieron los culerdos. El Bayern con su incombustible solidez y rodillo eternos nos salvó a todos de un match ball muy importante; que esos equipos-estado de jeques árabes no ganen nuestra sagrada Copa de Europa.
Un campeón inesperado a principios de año que ha acabado repitiendo un triplete brutalísimo. No le iría mal a Florentino enviar a Butragueño una temporada a Munich a estudiar lo que hacen allí con bastante menos dinero que nosotros. Es un equipo que no ha conseguido entrar en la élite económica al nivel de los ingleses, jovenlandeses o españoles pero es el más regular en Alemania y en Europa. Larga vida al rodillo alemán que anoche nos ha salvado a todos, fin al jovenlandésnegro invasor y lo de siempre: Fútbol, once contra once, Alemania.