El ectoplasma es una sutil materia viva que se halla presente en el cuerpo físico, capaz de asumir estados líquidos, sólidos y sus propiedades. Fluye en la oscuridad a través de los poros y los distintos orificios del cuerpo, siendo generalmente luminoso[cita requerida].
Es característico de los médiums físicos. Cuando se produce, (en general) baja la temperatura del lugar, posee un olor característico y es frío al tacto. La denominación de ectoplasma fue propuesta por Charles Richet. Es un fluido etérico semimaterial que emana de los médiums durante el trance. La composición de ésta sustancia analizada en laboratorio muestra en ocasiones una estructura similar a la albúmina, hallándose tejido proteínico, grasas, leucocitos, fosfatos, tejido cartilaginoso y células en formación. Parece que ve afectada su constitución por medio de la luz, descomponiéndose y vaporizándose, aunque la luz roja parece no afectarle[cita requerida]. En ocasiones puede llegar a conformar cuerpos enteros y en estos casos se mueven provistos de vida propia, hablando o caminando con una total independencia. Suelen poseer funciones fisiológicas como pulso, tensión arterial, temperatura y respiración, todo ello medible y asimilable a los valores normales del hombre.
El médium, durante la producción, experimenta (registra) una disminución de masa; para recuperarlo una vez que ha absorbido nuevamente el ectoplasma. Una sustracción con fines de análisis infligiría al médium un intolerable sufrimiento[cita requerida].