Yo es que era muy sencilla, pero mucho. Ya he dicho alguna vez que veía tan imposible que alguien se fijara en mí (herencia de mi relación de antes) que me pasé dos meses intentando que se liara con otra amiga que (según yo) era la que le gustaba. Y cuando ya eramos pareja, me pasé dos años calentándome la cabeza (y a él) con que estaba perdiendo oportunidades, que podía estar con alguien mejor que yo, de su edad, soltera, de su ciudad, sin hijos... no hace falta decir que mi autoestima era una pasa.
Es que no hay ninguna garantía, ninguna, de que si eliges alguien de al lado de tu casa, de tu edad y de tus circunstancias vayas a ser feliz para siempre. De hecho, no hay ninguna garantía de que seas feliz con nadie para siempre. Pero entre todos los filtros que hay para decidir estar con alguien, el de la edad (llegado a un punto) es el más inutil de todos
No te creas. Mi ex con 35 años era un adolescente de poco mas de quince: en la vida había vivido fuera de casa (menos algún viaje puntual con alguna novia), nunca había tenido que arreglarse la habitación, poner una lavadora o pelearse con un banco. No se preocupaba de llegar a final de mes, no sabía programar un video ni llamar a un servicio técnico. Y cuando nos casamos, hubo un traspaso de poderes (totalmente cruento) entre sus padres y yo y al final me coroné como la dueña de su vida (literalmente). A partir de ahi todas las decisiones fueron mias, las obligaciones fueron mias y todos los reproches, los fallos y los problemas fueron mios tambien.