Hilo de don Francisco de Quevedo y Villegas.

Berrón

Madmaxista
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A petición de nuestro insigne forero @Vorsicht, maestro y gigoló de la música, que lo mismo toca a blancas que a negras que pone en su sitio a las liantas garrapateas, voy a abrir este hilo en honor a Don Francisco de Quevedo y Villegas, uno de los más grandes escritores de la historia de la literatura universal.

En 14 septiembre de 1580 nacía en Madrid uno de los personajes más singulares y únicos de cuantos habitaron la Villa. Francisco de Quevedo y Villegas, autor del Siglo de Oro, cuya pluma y avatares le hicieron ser una de las más grandes celebridades de la época. Su recuerdo aún se mantiene muy vivo y encendido en la capital con numerosos homenajes, como una calle y una estación de metro que adoptaron su nombre o varias esculturas y placas que se encargan de recordarnos su intenso paso por Madrid. Me gustaría rendir mi particular homenaje compartiendo algunas curiosidades y datos de su peculiar vida.

  • Este madrileño fue bautizado en la Iglesia de San Ginés, situada en la Calle Arenal, el 26 de septiembre de 1580.
  • La abuela de Quevedo era azafata de la reina y la acompañaba en la rutina de Palacio, además su padre era gestor de negocios en la Corte. Por ambas circunstancias el mundo de la realeza le queda próximo y lo conoce bien desde pequeño.
  • Algunos de los pseudónimos con los que firma alguna de sus obras son Celáuro o Miguel de Musa.

  • Cuando viajaba siempre llevaba consigo unos 100 libros de lectura.
  • Este hombre de letras por lo visto era un consumado espadachín. De hecho, en enero de 1607 tuvo un incidente en la Calle Mayor cuando se enfrenta con la espada a un capitán apellidado Rodríguez y le inserta una estocada en el brazo derecho. Curiosamente, después de este enfrentamiento ambos terminarían siendo amigos.
  • Más grave fue el altercado que mantuvo con un hombre en defensa de una dama ya que le terminó dando fin en la Plaza de San Martín, el jueves santo de 1611. Una placa lo recuerda
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  • Resultó desterrado de Madridvarias veces.
    • Se mudó de vivienda en numerosas ocasiones, esto hizo que habitase lugares como la Calle del Niño (actual Calle Quevedo), donde adquirió una casa por 40.000 reales, la Calle Jardines o la Calle San Miguel. Además fue propietario de una vivienda de la Calle Madera.
    • Cuando regresaba a casa después de una noche de parranda tenía la costumbre de pasar por la Calle del Codo y orinar en ella.
    • Fue un reconocido misógino y xenófobo.
    • Su enemigo más conocido fue el también escritor Luis de Góngora. Ambos se cruzaban dardos y palabras a través de sus escritos. De hecho, se dice que Francisco Quevedo adquirió la casa donde Góngora estaba alquilado con la única finalidad y propósito de dejarlo en la calle, una vivienda que el propio Góngora definió como “Una casa del tamaño de un dedal y, en el precio, de plata”.
    • Quevedo hablaba perfectamente latín, griego y hebreo y algo de italiano, francés y árabe
    • Quevedo era un gran fumador y un apasionado de la caza.
    • Otras “aficiones” que muchos de sus enemigos no dudaron en proclamar a los cuatro vientos fueron la bebida y los prostíbulos, lugares que por lo visto el bueno de Quevedo visitaba con notable frecuencia.
    • Su ingenio no descansaba en ningún momento, de hecho fabricó varios artilugios para seguir leyendo mientras comía y también para poder trabajar y leer cuando permanecía en la cama.
    • Pero Quevedo no sólo fabricaba este tipo de inventos, también creaba sus propios potingues y remedios caseros para la salud.
    • Estuvo encarcelado en el Convento de San Marcos, en León, durante 3 años y 8 meses. Además lo tenían encerrado bajo tres llaves y cada una la tenía una la custodiaba una persona diferente. Esto se hizo así para que nadie estuviese tentado de liberarle.
    • Al morir contaba con una magnífica biblioteca personal de más de 5.000 volúmenes.
    • Siempre portaba sus característicos anteojos, un elemento tan unido a su persona que la propia RAE terminó por aceptar la palabra «Quevedos» para referirse a «Lentes de forma circular con armadura a propósito para que se sujete en la nariz«.
    • Algunos de sus restos descansan en Villanueva de los Infantes, no así su cráneo el cuál se encuentra desaparecido.
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La obra poética de Quevedo es de una riqueza temática y variedad estilística enorme. Suele clasificarse según el contenido en:

  • Poesía jovenlandesal y filosófica. Desde el desengaño y la melancolía, suele tratar sobre temas relacionados con la fugacidad de la vida, el paso del tiempo o la fin.
  • Poesía amorosa. Quevedo ha escrito algunos de los poemas de amor más bellos del castellano siguiendo la estela petrarquista.
  • Poesía satírica y burlesca. Las composiciones escatológicas, las letrillas humorísticas o satíricas, hablan del poder corruptor del dinero, de las costumbres o de la mitología.
  • Poemas políticos. En estos poemas, menos reconocidos que los anteriores, Quevedo muestra con firmeza sus ideales políticos.
El estilo poético de Quevedo es versátil y ágil. Aunque se asocia con el conceptismo, Quevedo también produjo composiciones cercanas al culteranismo. Algunos rasgos destacados de sus poemas: agudeza de ingenio, juegos de palabras, hipérboles, metáforas, vocabulario sencillo...

La obra literaria de Francisco de Quevedo es, sin duda, de las más grandes que se conservan de un poeta. Además, no se centró solo en un género, sino que tocó tanto la poesía como también la prosa. Y dentro de la poesía te encuentras tanto poemas como sonetos (caracterizados por ser catorce versos endecasílabos con rimas consonantes), como poesías más largas o cortas.

Sin embargo, hay algunas claves que destacan de la obra de Quevedo, sobre todo de su poesía, y concretamente de los sonetos, como son:

La originalidad
Y es que Quevedo tenía un don de la escritura y la lengua que pocos escritores han conseguido. Debido a ese rico vocabulario, era capaz de encontrar las palabras adecuadas en todo aquello que se le planteara, lo que implica creatividad y facilidad para escribir de lo que quisiera.
De hecho, se sabe que Quevedo hizo muchísimas poesías, y todas ellas con temas muy variados: amor, vida, sátira, burlas…

Profundidad… y entendimiento
Uno de los fallos de muchos poetas es que sus poemas no se entienden. O les das un significado que realmente no es el que el autor quería (o el que los estudiosos le han dado). En el caso de Quevedo, tanto con los sonetos como con las poesías, a veces son tan profundas y serias que cuesta trabajo entenderlas al cien por cien.

Los temas principales de los sonetos de Quevedo
Si bien escribió de muchos temas, lo cierto es que hay algunos que destacan, como son la jovenlandesalidad (en cuanto a la fortuna, el poder…); el amor; la vida; la fin…


Aquí 4 poemas, que incluye el siempre intemporal "Miré los muros de la patria mía", que demuestra que en toda época cuecen habas sobre la deriva de España y los problemas que ya en aquel tiempo la aquejaban.



Dejo esta canción de Paco Ibañez con letra de Don Francisco, ya que es una versión de estudio que me gusta. Gracias al forero @weyler por subir la misma canción en vivo del concierto que dio Paco Ibañez en el Olympia de París.





Si conocéis anécdotas, curiosidades o trabajos de otros autores sobre Quevedo no dejéis de compartirlas, pues ese es el ánimo con el que he abierto el hilo.



Sigue...
 
Última edición:
Definiendo el amor
Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida, que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.

Es un descuido, que nos da cuidado,
un fistro, con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.

Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero paroxismo,
enfermedad que crece si es curada.

Éste es el niño Amor, éste es tu abismo:
mirad cuál amistad tendrá con nada,
el que en todo es contrario de sí mismo.
 
puñetero es el hombre que de pilinguis fía,
y puñetero el que sus gustos apetece;
puñetero es el estipendio que se ofrece
en pago de su fruta compañía.

puñetero es el gusto, y fruta la alegría
que el rato frutaril nos encarece;
y yo diré que es puñetero a quien parece
que no sois fruta vos, señora mía.

Mas llámenme a mí puñetero enamorado,
si al cabo para fruta no os dejaré;
y como puñetero muera yo quemado

si de otras tales pilinguis me pagare,
porque las pilinguis graves son costosas,
y las pilinguillas viles, afrentosas.
 
Última edición:
Soneto 333
Las luces sacras, el augusto día
que vuestros ojos abren sobre el suelo,
con el concento que se mueve el cielo
en mi espíritu explican armonía.

No cabe en los sentidos melodía
imperceptible en el terreno velo,
mas del canoro ardor y alto consuelo
las cláusulas atiende l’alma mía.

Primeros mobles son vuestras esferas,
que arrebatan en cerco ardiente de oro
mis potencias absortas y ligeras.

Puedo perder la vida, no el decoro
a vuestras alabanzas verdaderas,
pues, religioso, alabo lo que adoro.
Retrato no vulgar de Lisis
Crespas hebras sin ley desenlazadas,
que un tiempo tuvo entre las manos Midas;
en nieve estrellas negras encendidas,
y cortésmente en paz de ella guardadas.

Rosas a abril y mayo anticipadas,
de la injuria de el tiempo defendidas;
auroras en la risa amanecidas,
con avaricia de el clavel guardadas.

Vivos planetas de animado cielo,
por quien a ser monarca Lisi aspira,
de libertades, que en sus luces ata.

Esfera es racional que ilustra el suelo,
en donde reina Amor, cuanto ella mira,
y en donde vive Amor, cuanto ella mata.
Ah de la vida

«¡Ah de la vida!»…¿Nadie me responde?
¡Aquí de los antaños que he vivido!
La Fortuna mis tiempos ha mordido;
las Horas mi locura las esconde.

¡Que sin poder saber cómo ni adónde,
la salud y la edad se hayan huido!
Falta la vida, asiste lo vivido,
y no hay calamidad que no ronde.

Ayer se fue; mañana no ha llegado;
hoy se está yendo sin parar un punto;
soy un fue, y un será, y un es cansado.

En el hoy y mañana y ayer, juntos
pañales y mortajas, y he quedado
presente sucesiones de difunto.
 
Descuido del divertido vivir a quien la fin llega impensada

Vivir es caminar breve jornada,
y fin viva es, Lico, nuestra vida,
ayer al frágil cuerpo amanecida,
cada instante en el cuerpo sepultada.

Nada que, siendo, es poco, y será nada
en poco tiempo, que ambiciosa olvida;
pues, de la vanidad mal persuadida,
anhela duración, tierra animada.

Llevada de engañoso pensamiento
y de esperanza burladora y ciega,
tropezará en el mismo monumento.

Como el que, divertido, el mar navega,
y, sin moverse, vuela con el viento,
y antes que piense en acercarse, llega.




Repite la fragilidad de la vida y señala sus engaños y sus enemigos
¿Qué otra cosa es verdad, sino pobreza,
en esta vida frágil y liviana?
Los dos embates de la vida humana,
desde la cuna son honra y riqueza.

El tiempo, que ni vuelve ni tropieza,
en horas fugitivas la devana;
y en errado anhelar, siempre tirana,
la fortuna fatiga su flaqueza.

Vive fin callada y divertida
la vida misma; la salud es guerra
de su propio alimento combatida.

ˇOh cuánto el hombre inadvertido yerra,
que en tierra teme que caerá la vida,
y no ve que en viviendo cayó en tierra!
Prevención para la vida y para la fin
Si no temo perder lo que poseo,
ni deseo tener lo que no gozo,
poco de la Fortuna en mí el destrozo
valdrá, cuando me elija actor o reo.

Ya su familia reformó el deseo;
no palidez al susto, o risa al gozo
le debe de mi edad el postrer trozo,
ni anhelar a la Parca su rodeo.

Sólo ya el no querer es lo que quiero;
prendas de la alma son las prendas mías;
cobre el puesto la fin, y el dinero.

A las promesas miro como a espías;
morir al paso de la edad espero:
pues me trajeron, llévenme los días.
 
Amor y fin
Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera

mas no, desotra parte, en la ribera,
dejará la memoria, en donde ardía;
nadar sabe mi llama la agua fria,
y perder el respeto a ley severa.

Alma que ha todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
médulas que han gloriosamente ardido,

su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrán sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.
 
Enseña cómo todas las cosas avisan de la fin
Miré los muros de la patria mía,
si un tiempo fuertes, ya desmoronados,
de la carrera de la edad cansados,
por quien caduca ya su valentía.

Salíme al campo, vi que el sol bebía
los arroyos del hielo desatados;
y del monte quejosos los ganados,
que con sombras hurtó la luz al día.

Entré en mi casa: vi que amancillada
de anciana habitación era despojos;
mi báculo más corvo, y menos fuerte.

Vencida de la edad sentí mi espada,
y no hallé cosa en qué poner los ojos
que no fuese recuerdo de la fin.
 
A Luis de Góngora
Yo te untaré mis obras con tocino
porque no me las muerdas, Gongorilla,
perro de los ingenios de Castilla,
docto en pullas, cual mozo de camino;

apenas hombre, sacerdote indino,
que aprendiste sin cristus la cartilla;
chocarrero de Córdoba y Sevilla,
y en la Corte bufón a lo divino.

¿Por qué censuras tú la lengua griega
siendo sólo rabí de la judía,
cosa que tu nariz aún no lo niega?

No escribas versos más, por vida mía;
aunque aquesto de escribas se te pega,
por tener de sayón la rebeldía.
 
A una nariz
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un pez espada muy barbado.

Érase un reloj de sol mal encarado,
érase un alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón mas narizado.

Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce tribus de narices era.

Érase un naricísimo infinito,
muchísima nariz, nariz tan fiera,
que en la cara de Anás fuera delito.
 
boda de neցros

Vi, debe haber tres días,
En las gradas de San Pedro,
Una tenebrosa boda,
Porque era toda de neցros.

Parecía Matrimonio
Concertado en el infierno:
neցro esposo y de color esposa
Y neցro acompañamiento.

Sospecho yo que acostados
Parecerán sus dos cuerpos,
Junto el uno con el otro,
Algodones y tintero.

Hundíase de estornudos
La calle por do volvieron:
Que una boda semejante
Hace dar más que un pimiento.

Iban los dos de las manos
Como pudieran dos cuervos,
Otros dicen como grajos,
Porque a grajos van oliendo.

Con humos van de vengarse
(Que siempre van de humos llenos)
De los que, por afrentarlos,
Hacen los labios traseros.

Iba afeitada la novia
Todo el tapetado gesto
Con hollín y con carbón,
Y con tinta de sombreros.

Tan pobres son que una blanca
No se halla entre todos ellos,
Y por tener un cornado
Casaron a este moreno.

Él se llamaba Tomé,
Y ella, Francisca del Puerto,
Ella esclava, y él es clavo
Que quiere hincársele en medio.

Llegaron al neցro patio
Donde está el neցro aposento,
En donde la de color boda
Ha de tener neցro efecto.

Era una caballeriza,
Y estaban todos inquietos,
Que los abrasaban pulgas
Por perrengues o por perros.

A la mesa se sentaron,
Donde también les pusieron
neցros manteles y platos,
de color sopa y manjar neցro.

Echóles la bendición
Un neցro veintidoseno,
Con un rostro de azabache
Y manos de terciopelo.

Diéronles el vino tinto,
Pan, entre mulato y prieto,
Carbonada hubo, por ser
Tizones los que comieron.

Hubo jetas en la mesa
Y en la boca de los dueños,
Y hongos, por ser la boda
De hongos, según sospecho.

Trajeron muchas morcillas,
Y hubo algunos que de miedo
No las comieron, pensando
Se comían a sí mesmos.

Cuál por morder del mondongo,
Se atarazaba algún dedo,
Pues sólo diferenciaban
En la uña de lo neցro.

Mas cuando llegó el tocino
Hubo grandes sentimientos,
Y pringados con pringadas
Un rato se enternecieron.

Acabaron de comer
Y entró un ministro Guineo,
Para darles aguamanos
Con un coco y un caldero.

Por toalla trujo al hombro
Las bayetas de un entierro,
Laváronse y quedó el agua
Para ensuciar todo un Reino.

neցros de ellos se sentaron
Sobre unos neցros asientos,
Y en voces negras cantaron
También denegridos versos:

«de color es la ventura
De aquel casado
Cuya Novia es de color
Y el dote en Blanco

(este entre otros me lo se de memoria)
 
boda de neցros

Vi, debe haber tres días,
En las gradas de San Pedro,
Una tenebrosa boda,
Porque era toda de neցros.

Parecía Matrimonio
Concertado en el infierno:
neցro esposo y de color esposa
Y neցro acompañamiento.

Sospecho yo que acostados
Parecerán sus dos cuerpos,
Junto el uno con el otro,
Algodones y tintero.

Hundíase de estornudos
La calle por do volvieron:
Que una boda semejante
Hace dar más que un pimiento.

Iban los dos de las manos
Como pudieran dos cuervos,
Otros dicen como grajos,
Porque a grajos van oliendo.

Con humos van de vengarse
(Que siempre van de humos llenos)
De los que, por afrentarlos,
Hacen los labios traseros.

Iba afeitada la novia
Todo el tapetado gesto
Con hollín y con carbón,
Y con tinta de sombreros.

Tan pobres son que una blanca
No se halla entre todos ellos,
Y por tener un cornado
Casaron a este moreno.

Él se llamaba Tomé,
Y ella, Francisca del Puerto,
Ella esclava, y él es clavo
Que quiere hincársele en medio.

Llegaron al neցro patio
Donde está el neցro aposento,
En donde la de color boda
Ha de tener neցro efecto.

Era una caballeriza,
Y estaban todos inquietos,
Que los abrasaban pulgas
Por perrengues o por perros.

A la mesa se sentaron,
Donde también les pusieron
neցros manteles y platos,
de color sopa y manjar neցro.

Echóles la bendición
Un neցro veintidoseno,
Con un rostro de azabache
Y manos de terciopelo.

Diéronles el vino tinto,
Pan, entre mulato y prieto,
Carbonada hubo, por ser
Tizones los que comieron.

Hubo jetas en la mesa
Y en la boca de los dueños,
Y hongos, por ser la boda
De hongos, según sospecho.

Trajeron muchas morcillas,
Y hubo algunos que de miedo
No las comieron, pensando
Se comían a sí mesmos.

Cuál por morder del mondongo,
Se atarazaba algún dedo,
Pues sólo diferenciaban
En la uña de lo neցro.

Mas cuando llegó el tocino
Hubo grandes sentimientos,
Y pringados con pringadas
Un rato se enternecieron.

Acabaron de comer
Y entró un ministro Guineo,
Para darles aguamanos
Con un coco y un caldero.

Por toalla trujo al hombro
Las bayetas de un entierro,
Laváronse y quedó el agua
Para ensuciar todo un Reino.

neցros de ellos se sentaron
Sobre unos neցros asientos,
Y en voces negras cantaron
También denegridos versos:

«de color es la ventura
De aquel casado
Cuya Novia es de color
Y el dote en Blanco

(este entre otros me lo se de memoria)
Sublime, también lo iba a subir;)
Mil gracias por aportar y dar a conocer a el bueno de Don Francisco.
 
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