grappla y ajrf, a adhominazo limpio, subidos en la burra ciega y coja que les han vendido.
Para ver qué interés tienen los judíos en llenar Europa de jovenlandeses puede leerse el libro “Adiós, Europa. El plan Kalergi. Un racismo legal” de Gerd Honsik. Y de paso ver de dónde sale Adenauer y toda la banda hasta la actual UE.
Este Kalergi no es un chiflado cualquiera, sino la eminencia gris que desarrolló en las entreguerras y en la segunda postguerra europea un ambicioso proyecto que debería dar lugar a la Unión Europea.
Kalergi, fundador de la Paneuropean Union, es un desconocido y su nombre solamente suena entre quienes reciben la medalla que lleva su nombre, como el canciller Kohl, y que otorga la UE.
Financiado por la banca Warburg, entre los promotores de la PU, estaban Churchill, la CIA, la logia judía B´nai B´rith, el New York Times y toda la prensa norteamericana.
En la Paneuropean Union estaba, por ejemplo, Adenauer desde 1926; en 1928 se sumaron Blum, Aristide Briand, Herriot, Thomas Mann, Otto de Habsburgo… También pertenecía el ministro socialista español de la II Rª, Fernando de los Ríos.
La expresión “Herrenrasse” (“raza superior”) achacada erróneamente por los historiadores a Hitler, en realidad fue inventada por Coudenhove-Kalergi, que junto con el término “noble raza judía”, es utilizada constantemente en su libro ”Praktischer Idealismus” (1923-25 y posteriormente editado en los años 60 con correcciones políticamente correctas).
Y el plan que detalla en su libro para Europa, parece que se está cumpliendo a rajatabla.