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Yo estuve en La URSS en 1984, 1986 y 1988 por el trabajo de mi padre y conocí a muchos rusos.
Todo era miseria, tiendas vacías, estanterías vacías con cuatro objetos, colas enormes de horas en las tiendas de bebidas alcohólicas, mil alcohólicos, gente con miradas de cadáveres, muertos en vida, aterrorizados, deseando que les salvaras la vida, te proponían cambiarte rublos por dólares al doble o triple del cambio oficial para poder tener divisas y comprar algo decente en las tiendas exclusivas para turistas, que era donde se vendía lo poco bueno que había. Te daban lo que pidieras por unos vaqueros, unas gafas de sol, las mujeres querían medias, maquillajes... Te suplicaban con ese tono triste que tienen todos los idiomas eslavos.
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¿O les pillaron a todos en ropa interior?
En los ochenta la presión mediática arruinó la imagen de los rusos respecto a la década de los setenta donde todavía se percibía como el faro del socialismo.
Yo estuve en La URSS en 1984, 1986 y 1988 por el trabajo de mi padre y conocí a muchos rusos. Estuve en Moscú, San Petersburgo, Kiev y Tallinn. Aquello daba terror, todo el Este daba terror, pero especialmente la URSS. Sentías miedo con subir al avión de Аэрофло́т, era entrar en otro mundo, volver a los años 40, a la pobreza, había un olor apestoso que estaba en todos los aviones y hoteles de la Europa comunista y que nunca te abandonaba, era como olor a ambientador de cine barato mezclado con textil apestoso de Sabadell y tabaco de pésima calidad como era el que fumaban en la Europa perversos comunista.
Todo era miseria, tiendas vacías, estanterías vacías con cuatro objetos, colas enormes de horas en las tiendas de bebidas alcohólicas, mil alcohólicos, gente con miradas de cadáveres, muertos en vida, aterrorizados, deseando que les salvaras la vida, te proponían cambiarte rublos por dólares al doble o triple del cambio oficial para poder tener divisas y comprar algo decente en las tiendas exclusivas para turistas, que era donde se vendía lo poco bueno que había. Te daban lo que pidieras por unos vaqueros, unas gafas de sol, las mujeres querían medias, maquillajes... Te suplicaban con ese tono triste que tienen todos los idiomas eslavos.
Aparte de eso, de la ruina económica, social y jovenlandesal evidente incluso en el centro turístico de sus principales ciudades que más cuidaban, ya estaba todo el país hasta los huevones y los separatistas en los países bálticos, Georgia, Azerbayán, Kazajistán, etc, ya la estaban liando seriamente y salían en las noticias una y otra vez pese a que lo intentaban ocultar todo.
La URSS fue el mayor monstruo malo imperdonable de la edad moderna, mucho peor que Alemania o Japón. Sus consecuencias todavía las pagan cientos de millones de pobres diablos que nacieron en toda la Europa del Este bajo su dominio y que viven vidas de cosa pudiendo haber tenido el nivel de vida de sus vecinos austríacos, alemanes o italianos.
Yo estuve en La URSS en 1984, 1986 y 1988 por el trabajo de mi padre y conocí a muchos rusos. Estuve en Moscú, San Petersburgo, Kiev y Tallinn. Aquello daba terror, todo el Este daba terror, pero especialmente la URSS. Sentías miedo con subir al avión de Аэрофло́т, era entrar en otro mundo, volver a los años 40, a la pobreza, había un olor apestoso que estaba en todos los aviones y hoteles de la Europa comunista y que nunca te abandonaba, era como olor a ambientador de cine barato mezclado con textil apestoso de Sabadell y tabaco de pésima calidad como era el que fumaban en la Europa perversos comunista.
Todo era miseria, tiendas vacías, estanterías vacías con cuatro objetos, colas enormes de horas en las tiendas de bebidas alcohólicas, mil alcohólicos, gente con miradas de cadáveres, muertos en vida, aterrorizados, deseando que les salvaras la vida, te proponían cambiarte rublos por dólares al doble o triple del cambio oficial para poder tener divisas y comprar algo decente en las tiendas exclusivas para turistas, que era donde se vendía lo poco bueno que había. Te daban lo que pidieras por unos vaqueros, unas gafas de sol, las mujeres querían medias, maquillajes... Te suplicaban con ese tono triste que tienen todos los idiomas eslavos.
Aparte de eso, de la ruina económica, social y jovenlandesal evidente incluso en el centro turístico de sus principales ciudades que más cuidaban, ya estaba todo el país hasta los huevones y los separatistas en los países bálticos, Georgia, Azerbayán, Kazajistán, etc, ya la estaban liando seriamente y salían en las noticias una y otra vez pese a que lo intentaban ocultar todo.
La URSS fue el mayor monstruo malo imperdonable de la edad moderna, mucho peor que Alemania o Japón. Sus consecuencias todavía las pagan cientos de millones de pobres diablos que nacieron en toda la Europa del Este bajo su dominio y que viven vidas de cosa pudiendo haber tenido el nivel de vida de sus vecinos austríacos, alemanes o italianos.