Un_elemento
Madmaxista
- Desde
- 7 Ago 2010
- Mensajes
- 13.029
- Reputación
- 31.807
Repartiendo alpiste para sus votantes: todo es una conspiración de masones contra los salvadores de la patria...
La dirección nacional del PP recibió como un auténtico “mazazo judicial” la decisión del Tribunal de la Audiencia Nacional que juzga el caso Gürtel y, al tiempo que manifestaban en un comunicado oficial que la decisión en cuestión era un “abuso judicial” ponían en circulación, en conversaciones discretas, sin cámaras ni micrófonos, su particular teoría de la conspiración judicial antiPP.
Fuentes del PP consultadas por cuartopoder.es aseguran que el partido se siente “perseguido” e incluso “injustamente tratado” por cierto colectivo de jueces que, en palabras de alguno de los consultados, “toman decisiones y acciones que dañan seriamente la imagen del PP y/o la del propio presidente del gobierno, Mariano Rajoy a conciencia”. La teoría de la conspiración va más allá: señalan a jueces, con nombres y apellidos, como Ricardo De Prada, miembro del tribunal de quién sacan a relucir su ideología progresista. Dicen no entender por qué De Prada puede ser miembro del tribunal que juzga la Gürtel, siendo “nítida” su ideología izquierdista, mientras que los jueces Concha Espejel y Enrique López fueron recusados en su día por su supuesta ideología, afín al PP. “Si López y Espejel fueron recusados por su ideología- argumenta uno de los dirigentes populares– debería serlo también De Prada”. Nada dicen del presidente del tribunal, Ángel Hurtado (de ideología conservadora) quien se ha mantenido siempre contrario a la decisión de admitir la petición de comparecencia del Rajoy en calidad de testigo. Al tercer y último de los miembros de este tribunal, Julio De Diego, también conservador, le exigen airados coherencia, que explique su cambio de postura, que es la que ha decantado a favor de la comparecencia de Rajoy.
Pero el más mentado y no precisamente para ser elogiado es el titular del juzgado número 6 de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, instructor del caso Púnica y quien decidió investigar al ya ex presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, que acabó dimitiendo después de su “imputación” en este caso y en el caso Auditorio, o la presunta trama corrupta que dirigía supuestamente el ex vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, y el instructor del más reciente caso de corrupción que le ha estallado al PP en las últimas horas: la red supuestamente corrupta, que utilizó la empresa pública Canal de Isabel II, para desviar millones de euros a los bolsillos de unos pocos y por la que fue detenido el ex presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González. Del juez Velasco recuerdan, en primer lugar, que fue director general de Justicia de la Generalitat valenciana, con el PP en el gobierno, durante las etapas de Eduardo Zaplana y de Francisco Camps, para asegurar, a renglón seguido, que “es una persona resentida con el PP, porque aspiraba a más –dice uno de los consultados– incluso a ser ministro, pero el PP no contó con él y así nos va…” Otro de los dirigentes populares abonado a la teoría de la conspiración judicial sentencia: “Eloy Velasco es un calco de Baltasar Garzón”, en alusión al magistrado que instruyó el caso Gürtel y que fue apartado de la carrera judicial tras ser condenado por un delito de prevaricación.
Sin necesidad de salvar a su compañero Ignacio González, los dirigentes genoveses aseguran de uno u otro modo que Velasco calcula cada paso que da para perjudicar la imagen del PP y fija su calendario en función de los acontecimientos políticos. De ahí que la detención de Ignacio González el día después de conocerse la decisión de citar a declarar a Rajoy, y un día antes de la comparecencia en calidad de testigo de Esperanza Aguirre, ante el tribunal de la Audiencia Nacional que juzga el caso Gürtel, les parezca un claro ejemplo de sus teorías conspiratorias.
Hay quienes en el PP apuntan que estamos en manos de un grupo de “jueces convertidos en justicieros” y establecen un paralelismo entre los jueces de Manos Limpias, en Italia, y su voluntad de entrar en política, “solo que aquí no se presentan a las elecciones, pero sí influyen e irrumpen en la política española”. Son tantos los comentarios y tal el nivel de enfado entre los dirigentes del PP que, después de acusar al tribunal que ha citado a declarar a Rajoy de hacer un “abuso de derecho”, el propio Rajoy tuvo que atajar ayer el debate y salir a recordar públicamente que respeta y acata las decisiones de los jueces, para evitar que esa teoría de la conspiración acabe saliendo a la luz por boca de alguno de sus colaboradores y se organice una nueva polémica que se sumaría a todos los frentes abiertos en el PP.
Génova se considera víctima de una operación judicial antiPP
La dirección nacional del PP recibió como un auténtico “mazazo judicial” la decisión del Tribunal de la Audiencia Nacional que juzga el caso Gürtel y, al tiempo que manifestaban en un comunicado oficial que la decisión en cuestión era un “abuso judicial” ponían en circulación, en conversaciones discretas, sin cámaras ni micrófonos, su particular teoría de la conspiración judicial antiPP.
Fuentes del PP consultadas por cuartopoder.es aseguran que el partido se siente “perseguido” e incluso “injustamente tratado” por cierto colectivo de jueces que, en palabras de alguno de los consultados, “toman decisiones y acciones que dañan seriamente la imagen del PP y/o la del propio presidente del gobierno, Mariano Rajoy a conciencia”. La teoría de la conspiración va más allá: señalan a jueces, con nombres y apellidos, como Ricardo De Prada, miembro del tribunal de quién sacan a relucir su ideología progresista. Dicen no entender por qué De Prada puede ser miembro del tribunal que juzga la Gürtel, siendo “nítida” su ideología izquierdista, mientras que los jueces Concha Espejel y Enrique López fueron recusados en su día por su supuesta ideología, afín al PP. “Si López y Espejel fueron recusados por su ideología- argumenta uno de los dirigentes populares– debería serlo también De Prada”. Nada dicen del presidente del tribunal, Ángel Hurtado (de ideología conservadora) quien se ha mantenido siempre contrario a la decisión de admitir la petición de comparecencia del Rajoy en calidad de testigo. Al tercer y último de los miembros de este tribunal, Julio De Diego, también conservador, le exigen airados coherencia, que explique su cambio de postura, que es la que ha decantado a favor de la comparecencia de Rajoy.
Pero el más mentado y no precisamente para ser elogiado es el titular del juzgado número 6 de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, instructor del caso Púnica y quien decidió investigar al ya ex presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, que acabó dimitiendo después de su “imputación” en este caso y en el caso Auditorio, o la presunta trama corrupta que dirigía supuestamente el ex vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, y el instructor del más reciente caso de corrupción que le ha estallado al PP en las últimas horas: la red supuestamente corrupta, que utilizó la empresa pública Canal de Isabel II, para desviar millones de euros a los bolsillos de unos pocos y por la que fue detenido el ex presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González. Del juez Velasco recuerdan, en primer lugar, que fue director general de Justicia de la Generalitat valenciana, con el PP en el gobierno, durante las etapas de Eduardo Zaplana y de Francisco Camps, para asegurar, a renglón seguido, que “es una persona resentida con el PP, porque aspiraba a más –dice uno de los consultados– incluso a ser ministro, pero el PP no contó con él y así nos va…” Otro de los dirigentes populares abonado a la teoría de la conspiración judicial sentencia: “Eloy Velasco es un calco de Baltasar Garzón”, en alusión al magistrado que instruyó el caso Gürtel y que fue apartado de la carrera judicial tras ser condenado por un delito de prevaricación.
Sin necesidad de salvar a su compañero Ignacio González, los dirigentes genoveses aseguran de uno u otro modo que Velasco calcula cada paso que da para perjudicar la imagen del PP y fija su calendario en función de los acontecimientos políticos. De ahí que la detención de Ignacio González el día después de conocerse la decisión de citar a declarar a Rajoy, y un día antes de la comparecencia en calidad de testigo de Esperanza Aguirre, ante el tribunal de la Audiencia Nacional que juzga el caso Gürtel, les parezca un claro ejemplo de sus teorías conspiratorias.
Hay quienes en el PP apuntan que estamos en manos de un grupo de “jueces convertidos en justicieros” y establecen un paralelismo entre los jueces de Manos Limpias, en Italia, y su voluntad de entrar en política, “solo que aquí no se presentan a las elecciones, pero sí influyen e irrumpen en la política española”. Son tantos los comentarios y tal el nivel de enfado entre los dirigentes del PP que, después de acusar al tribunal que ha citado a declarar a Rajoy de hacer un “abuso de derecho”, el propio Rajoy tuvo que atajar ayer el debate y salir a recordar públicamente que respeta y acata las decisiones de los jueces, para evitar que esa teoría de la conspiración acabe saliendo a la luz por boca de alguno de sus colaboradores y se organice una nueva polémica que se sumaría a todos los frentes abiertos en el PP.
Génova se considera víctima de una operación judicial antiPP