A raíz de un pequeño hilo de crítica sobre la serie "Foundation" recordé mi juventud, cuando leía libros al mismo ritmo que hoy mi hija devora series de televisión. De como vine a España y lo primero que hice al aprender el idioma fue inscribirme en una biblioteca...y de cómo llegaba a leer 3 libros a la semana. El bibliotecario llegó a preguntar que hacía con tantos libros.
Y veo lo poco que lee mi hija a pesar de mis grandes esfuerzos para inculcarle el animo de leer...bueno, desde que empezó la carrera, ya no la he visto con un libro.
Lo triste es que hablo con ella y me dice que prefiere La isla de las tentaciones o alguna serie...cualquiera, en realidad...porque la relaja y porque su cerebro no da para más.
Me acuerdo que yo, en la universidad, estaba estudiando hasta las tantas y lo único en lo que pensaba era en la trama del libro que había dejado de leer. Y si no era eso, irme con mis amigos y compañeros a emborracharnos.
Y me acuerdo como nuestros temas de discusión muchas veces iban sobre sociedad, política, los libros que leíamos, temas vitales...pero había una diferencia...por ejemplo, al no haber redes sociales y no tener tanta información sobre los políticos del momento, nadie hablaba de su mujer, de donde venía, quien era, su aspecto físico. Nos leíamos o escuchábamos sus discursos, sus opiniones y luego discutíamos sobre ello.
No digo que éramos superiores en algo frente a los de ahora.
Sólo que había más cultura, en su sentido puro.
También porque no había tanto entretenimiento.
Hoy es al revés, hay tanto entretenimiento, que no nos deja tiempo a analizar, a pensar, a meditar, a buscar las fuentes de la información, la lógica. Hay tantas olas de información que nos invade, que es imposible orientarse y saber realmente de donde vienen las cosas y a donde van. Un ejemplo es este foro...este hilo mismo...se empieza a hablar de algo, viene uno y empieza a hablar de lo suyo, alguno le responde, la cosa se desvía, en la tercera página ya se olvida de lo que iba el tema...y acabamos hablando del madrid-barca, o insultándonos por alguna razón sin sentido.
Pero es normal, quien es capaz de mantener el rumbo en corrientes tan fuertes y cruzados, caóticos?
Es triste. Es grave. Es una visión muy de color del futuro que nos espera.
En fin. Poco a poco me convierto en un mero espectador de todo.