No me veo yo yendo a un restaurante de esos. Por menos precio me organizo yo uno en mi propia casa y hasta puedo pagar más al camarero gastando menos porque no tengo que satisfacer los caprichos de un cacerolero recrecido.
Estamos en crisis, prácticamente en recesión: y los caceroleros recrecidos cotizarán a la baja. Lo que la gente quiere ahora es comer bien y de calidad, no pagar cosas de experimentos.