En el momento en que Vox empiece a ser un problema de verdad (a partir de 80 diputados), como consecuencia de que el votante medio del pepé se de cuenta de que muchas de sus políticas son Agenda 2030 de forma neta asistiremos a las primeras maniobras para su ilegalización.
La semilla ya está plantada. De hecho, el paradigma de Vox "estremaderesha-farcistas-homôfogos-trogloditors" lo compra el 90% de las reses, incluidas la mayoría de las azules.
Lo que haga la masa me da igual. Pero yo, cuando llegue ese día quiero estar en el bando de los que no compraron el muñeco y resistieron, a pesar del apestamiento, el señalamiento y las represalias. Si es con Vox, con ellos. Si es con otro, ya lo sabré cuando lleguen. Pero enfrente siempre de la cosa que está por venir. No quiero que mi hija el día de mañana me pregunte: «¿qué estabas haciendo, papá, mientras nos hacían esto?» y tener que decirle que fui un fistro, un conformista o un borrego tácito. No quiero pasar esa vergüenza.
Eso no es una militancia. Yo voy solo, y únicamente ayudaré a aquellos que planten cara de forma sincera y consecuente, siendo libre de dejar de hacerlo cuando no sea así. Soy un disidente autónomo, de los que no pasan factura pero sí que piden hechos concretos.
Es una ocasión hasta espiritual, de cambiar hábitos, costumbres, lenguajes y comportamientos. Lo que queda hasta 2030 va a ser un camino curioso. Lo vamos a pasar bien.
Pd: si alguno estáis por aquí, ya sabéis lo que hay, y dónde podemos encontrarnos.