Que el programa aeronáutico más elefantiásicamente y sonrojosamente costoso de la historia, ofrezca tan poco más respecto al f22, habla muy poco bien de esta industria en Estados Unidos.
Y ya son muchas historias similares.
Otra historia muy curiosa ha sido la incapacidad de Estados Unidos de fabricar motores de cohete hasta la llegada de space x. La United Launch Alliance, joint venture entre Boeing y Lockheed, lanzaban sus cohetes Atlas con motores rusos rd 180, y no les da ni un poquito de vergüenza. Por su parte, la Nasa lleva décadas intentando hacer funcionar el motor del SLS y son incapaces.
Estos programas, entre otros, son agujeros neցros de fondos federales. A veces tengo dudas de si esto se debe a una cuestión de incapacidad e inoperancia o simplemente es una cuestión de malversación y latrocinio.
Y ya son muchas historias similares.
Otra historia muy curiosa ha sido la incapacidad de Estados Unidos de fabricar motores de cohete hasta la llegada de space x. La United Launch Alliance, joint venture entre Boeing y Lockheed, lanzaban sus cohetes Atlas con motores rusos rd 180, y no les da ni un poquito de vergüenza. Por su parte, la Nasa lleva décadas intentando hacer funcionar el motor del SLS y son incapaces.
Estos programas, entre otros, son agujeros neցros de fondos federales. A veces tengo dudas de si esto se debe a una cuestión de incapacidad e inoperancia o simplemente es una cuestión de malversación y latrocinio.