La regulación de empleo cuadruplica en mes y medio en Euskadi la de todo el año
La regulación de empleo cuadruplica en mes y medio en Euskadi la de todo el año. El Correo
Los sindicatos están pendientes de las autorizaciones que otorgue el Ejecutivo
Álava está en el origen de buena parte de las regulaciones laborales planteadas
Más de 12.000 trabajadores se ven afectados por los EREs anunciados desde el 1 de noviembre al agudizarse la crisis
Los despidos representan aún un porcentaje inferior al habitual
Las solicitudes de regulación de empleo ya inundan los despachos del Departamento de Trabajo del Gobierno vasco al agudizarse el impacto de la crisis en la economía de Euskadi; sobre todo, en la industria. Las presentadas desde el pasado 1 de noviembre afectan a más de 12.000 trabajadores, según datos a los que ha tenido acceso este periódico. Esa cifra casi multiplica por cuatro la acumulada en los diez primeros meses del año.
El Ejecutivo autónomo tendrá que pronunciarse en breve sobre cerca de dos centenares de expedientes puestos en marcha por empresas del País Vasco, que se empiezan a ver asfixiadas por la caída de sus ventas; en especial, las relacionadas con el sector de la automoción. Estimaciones realizadas por los sindicatos apuntan a que más de 9.000 operarios se van a ver damnificados en breve por la oleada de medidas de ajuste desatada en los últimos días. Esos casos se encuentran pendientes del visto bueno de la Administración. Los aprobados en noviembre salpicaron a unas 3.000 personas, casi tantas como las que tuvieron que abandonar temporalmente sus ocupaciones desde enero.
El consejero de Empleo y Seguridad Social del Gobierno vasco, Joseba Azkarraga, comparece hoy para explicar la actuación de su departamento ante la oleada de expedientes de regulación (EREs) que tramita, una abultada suma a la que hay que añadir los que son competencia del Gobierno central -como Bridgestone- por tratarsse de compañías con plantas en más de una comunidad. La multinacional de neumáticos ha solicitado una suspensión de empleo durante 38 días -entre enero y abril- que afectará en Euskadi a 2.500 trabajadores.
Agujero industrial
El recurso a los ajustes laborales se ha disparado en la recta final del año y es un indicador que refleja con crudeza la profundidad del agujero en el que está cayendo la industria vasca. De hecho, en noviembre ya se habían igualado los trabajadores incluidos en EREs de los diez primeros meses del año, según las conclusiones de las fuentes sindicales consultadas. Y lo peor, añaden los mismos medios, es que la cifra desde enero -más de 6.000 empleados implicados- vuelve a ser sobradamente duplicada por los casos aún pendientes de resolver. Una progresión geométrica que ha encendido las alarmas entre los agentes sociales, el Gobierno vasco -muy renuente a admitir la gravedad de la situación- y otras instituciones.
Hasta octubre, el comportamiento con respecto al mismo periodo de 2007 había sido muy esperanzador: incluso se había producido un descenso en el número de personas incluidas en EREs -no así los despidos-, pero en la recta final del ejercicio el vuelco ha sido espectacular.
Las centrales han criticado con acritud la falta de información del Gobierno vasco sobre la presentación de regulaciones. Han recurrido a datos conseguidos a través de sus afiliados y delegados en las empresas. Algunas cifras palían el desastre que se avecina. Es el caso de las rescisiones de contrato. Si en los diez primeros meses del año supusieron 941 casos -el 28% del total de afectados-, en noviembre rondaron los 400 -en torno al 12%-, un volumen similar al recogido en los EREs que están pendientes de resolución -el 5%-. Sin embargo, subrayan que la situación es mucho peor que en 2007. Entonces, en noviembre los despidos fueron 'sólo' 101.
Solicitudes denegadas
Los ojos de los sindicatos están puestos ahora en las decisiones que vaya a tomar la consejería de Azkarraga. Tienen muy en cuenta que, de las cerca de 300 solicitudes presentadas en los once primeros meses, una treintena llegaron a manos del Gobierno de Ibarretxe sin el aval de los comités de empresa. De ellas, el Ejecutivo habría resuelto favorablemente en torno a una decena; es decir, habría frenado dos tercios de las propuestas no apoyadas por la representación de los trabajadores.
La regulación de empleo ha sido el segundo paso dado por las empresas vascas para adaptar sus plantillas a la caída de la demanda. Con anterioridad habían optado por no renovar los contratos temporales, una medida responsable del crecimiento del paro en los últimos meses. El temor de las centrales es que ahora, cuando pase la primera oleada de suspensiones temporales, las industrias opten por reducir personal si no vislumbran indicios de una pronta salida a la crisis.
Buena parte de los EREs aplicados hasta la fecha y previstos para el futuro tiene su origen en Álava, y en especial en su buque insignia, Mercedes. En el territorio están pendientes de resolver expedientes que afectarán a casi 4.000 trabajadores, en su mayoría del fabricante alemán y de sus proveedores.
La regulación de empleo cuadruplica en mes y medio en Euskadi la de todo el año. El Correo
Los sindicatos están pendientes de las autorizaciones que otorgue el Ejecutivo
Álava está en el origen de buena parte de las regulaciones laborales planteadas
Más de 12.000 trabajadores se ven afectados por los EREs anunciados desde el 1 de noviembre al agudizarse la crisis
Los despidos representan aún un porcentaje inferior al habitual
Las solicitudes de regulación de empleo ya inundan los despachos del Departamento de Trabajo del Gobierno vasco al agudizarse el impacto de la crisis en la economía de Euskadi; sobre todo, en la industria. Las presentadas desde el pasado 1 de noviembre afectan a más de 12.000 trabajadores, según datos a los que ha tenido acceso este periódico. Esa cifra casi multiplica por cuatro la acumulada en los diez primeros meses del año.
El Ejecutivo autónomo tendrá que pronunciarse en breve sobre cerca de dos centenares de expedientes puestos en marcha por empresas del País Vasco, que se empiezan a ver asfixiadas por la caída de sus ventas; en especial, las relacionadas con el sector de la automoción. Estimaciones realizadas por los sindicatos apuntan a que más de 9.000 operarios se van a ver damnificados en breve por la oleada de medidas de ajuste desatada en los últimos días. Esos casos se encuentran pendientes del visto bueno de la Administración. Los aprobados en noviembre salpicaron a unas 3.000 personas, casi tantas como las que tuvieron que abandonar temporalmente sus ocupaciones desde enero.
El consejero de Empleo y Seguridad Social del Gobierno vasco, Joseba Azkarraga, comparece hoy para explicar la actuación de su departamento ante la oleada de expedientes de regulación (EREs) que tramita, una abultada suma a la que hay que añadir los que son competencia del Gobierno central -como Bridgestone- por tratarsse de compañías con plantas en más de una comunidad. La multinacional de neumáticos ha solicitado una suspensión de empleo durante 38 días -entre enero y abril- que afectará en Euskadi a 2.500 trabajadores.
Agujero industrial
El recurso a los ajustes laborales se ha disparado en la recta final del año y es un indicador que refleja con crudeza la profundidad del agujero en el que está cayendo la industria vasca. De hecho, en noviembre ya se habían igualado los trabajadores incluidos en EREs de los diez primeros meses del año, según las conclusiones de las fuentes sindicales consultadas. Y lo peor, añaden los mismos medios, es que la cifra desde enero -más de 6.000 empleados implicados- vuelve a ser sobradamente duplicada por los casos aún pendientes de resolver. Una progresión geométrica que ha encendido las alarmas entre los agentes sociales, el Gobierno vasco -muy renuente a admitir la gravedad de la situación- y otras instituciones.
Hasta octubre, el comportamiento con respecto al mismo periodo de 2007 había sido muy esperanzador: incluso se había producido un descenso en el número de personas incluidas en EREs -no así los despidos-, pero en la recta final del ejercicio el vuelco ha sido espectacular.
Las centrales han criticado con acritud la falta de información del Gobierno vasco sobre la presentación de regulaciones. Han recurrido a datos conseguidos a través de sus afiliados y delegados en las empresas. Algunas cifras palían el desastre que se avecina. Es el caso de las rescisiones de contrato. Si en los diez primeros meses del año supusieron 941 casos -el 28% del total de afectados-, en noviembre rondaron los 400 -en torno al 12%-, un volumen similar al recogido en los EREs que están pendientes de resolución -el 5%-. Sin embargo, subrayan que la situación es mucho peor que en 2007. Entonces, en noviembre los despidos fueron 'sólo' 101.
Solicitudes denegadas
Los ojos de los sindicatos están puestos ahora en las decisiones que vaya a tomar la consejería de Azkarraga. Tienen muy en cuenta que, de las cerca de 300 solicitudes presentadas en los once primeros meses, una treintena llegaron a manos del Gobierno de Ibarretxe sin el aval de los comités de empresa. De ellas, el Ejecutivo habría resuelto favorablemente en torno a una decena; es decir, habría frenado dos tercios de las propuestas no apoyadas por la representación de los trabajadores.
La regulación de empleo ha sido el segundo paso dado por las empresas vascas para adaptar sus plantillas a la caída de la demanda. Con anterioridad habían optado por no renovar los contratos temporales, una medida responsable del crecimiento del paro en los últimos meses. El temor de las centrales es que ahora, cuando pase la primera oleada de suspensiones temporales, las industrias opten por reducir personal si no vislumbran indicios de una pronta salida a la crisis.
Buena parte de los EREs aplicados hasta la fecha y previstos para el futuro tiene su origen en Álava, y en especial en su buque insignia, Mercedes. En el territorio están pendientes de resolver expedientes que afectarán a casi 4.000 trabajadores, en su mayoría del fabricante alemán y de sus proveedores.
