Episodios de la historia de España no tan conocidos

Asi a bote pronto poca gente sabe el Principe neցro se paseo por España para dar por saco y que tan pronto como llego se marcho. Incluso algun historiador se averntura a decir que le ofrecieron la corona del Reino de Galicia...

Pedro I le ofreció el Señorio de Vizcaya, que lindaba con las posesiones del Principe neցro en Aquitania.

Pero se retractó diciendo que las Juntas de Vizcaya no lo aceptaban como Señor y se marcho cabreado y de vacío.

A quien ofrecieron el titulo de Rey de Galicia algunos nobles gallegos partidarios de Pedro I fue al Duque de Lancaster, hermano del Principe neցro, casado con una hija de Pedro I.

Gracias a ese Duque de Lancaster, Juan de Gante, Portugal rechazó al pretendiente castellano a su trono, que era el que tenía los derechos dinásticos, al mandar este una división de arqueros galeses que derroieron a las tropas castellanas, y se instauró en Portugal una nueva dinastía, la de Avis con el poco agraciado Juan I.
 
HISPANIDAD: EL DOLOR DE LOS INDIOS ANTE LA INDEPENDENCIA AMERICANA

Dice el historiador peruano Heraclio Bonilla que la independencia fue un día de duelo para los indios (1). Lo mismo le escuché hace años a Ángel López Cantos, profesor de Etnohistoria de América en la universidad de Sevilla; un profesor, por cierto, nada sospechoso de “hispanismo”. Y es que una de las muchas intrahistorias de la “independencia” hispanoamericana fue el expolio de las tierras comunales de los indios. Al dejar de existir el valor de los títulos de la nobleza india que dominaba buena parte de los Andes en pacto con la Corona de Castilla, las tierras de sus comunidades pasaron a ser “desamortizadas”; vendidas entre amigos que se enriquecieron mucho con el nuevo proceso político que tantos beneficios habría de traer al imperio británico, que dirigió y vigiló estas “independencias”.

Similar proceso desamortizador tuvo lugar en España para con las tierras de la Iglesia. Y similar proceso político-económico se dio, con el liberalismo por bandera, afectando especialmente a Andalucía.

No digo con esto que en la época virreinal no se cometieran abusos. Lo que digo es que perdido el vínculo de los indios con sus jefes naturales ante la Corona, una república extraña, dirigida por gentes en quien no confiaban, que a su vez tenían que rendir cuentas a la logia o al Foreign Office, aprovechó para que la oligarquía que ya mandaba de hecho, hiciera y deshiciera sin más límites que el de su codicia y el beneficio de los británicos.

Las tierras comunales desaparecieron. El latifundio (que ya existía) se agigantó y se extendió a placer. ¿Y la culpa? A los españoles, que fueron una suerte de marcianos que vinieron desde muy lejos a robar y violar… Eso sí: Se sigue ya no sé cuántos años sin explicar cómo apenas unos cientos de conquistadores, sin viagras ni bombas atómicas, supuestamente pudieran masacrar y violar a millones de seres inocentes… Y que tres siglos después de esa supuesta masacre hubiera a lo largo y ancho de la América española veintitantas universidades…

es preciso que se sepa que la Independencia fue impopular en la generalidad de los habitantes; que los ejércitos españoles se componían en cuatro quintas partes de los hijos del país; que los indios, en general, fueron tenaces defensores del gobierno del Rey

Con todo, cabe recordar a Joaquín Posada Gutiérrez, general del ejército bolivariano, quien dejó dicho hace dos siglos: “es preciso que se sepa que la Independencia fue impopular en la generalidad de los habitantes; que los ejércitos españoles se componían en cuatro quintas partes de los hijos del país; que los indios, en general, fueron tenaces defensores del gobierno del Rey, como que presentían que tributarios eran más felices que lo que serían como ciudadanos de la República”.

Los marxistas siguen sin explicarse por qué los indios, en muchos casos, defendieron la bandera realista y acuden a vagas explicaciones economicistas. Pero es que omiten que la nobleza india seguía existiendo en dominio y enlace con su pueblo, y el modus vivendi de las comunidades amerindias no difería en gran cosa de sus maneras ancestrales. A tal punto existía esa nobleza india que, como recordaba el gran escritor José Antonio Pancorvo (2), fueron los nobles incas los que ayudaron a Valdivia a conquistar Chile en el siglo XVI. Por eso, en el siglo XIX, reconocer al “Inca Católico” para muchos de ellos era una continuidad.


"siendo que hay un dato curioso que muchos no se explican, y es que estos criollos leales al rey recibieran constantemente apoyo de araucanos y otras etnias indias de la región"

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Guerrilla realista de indios araucanos

Y todavía en proceso de sincretismo, viene una ruptura brusca; una usurpación, como supo ver el indio realista Antonio Navala Huachaca, quien mantuvo la resistencia realista en la Pampa de Quinua hasta bastante después de proclamada la independencia; al igual que resistieron otros líderes y comunidades indias: Agustín Agualongo en Pasto; José Dionisio Cisneros en Venezuela; los indígenas de la isla de Chiloé… Asimismo, entre las actuales fronteras de Chile y Argentina nos encontramos con el caso de los Pincheiras (resistencia realista que se prolongó hasta 1832) (3), siendo que hay un dato curioso que muchos no se explican, y es que estos criollos leales al rey recibieran constantemente apoyo de araucanos y otras etnias indias de la región; etnias que, asimismo, fueron muy belicosas contra los conquistadores españoles en el siglo XVI, como detalla “La Araucana”, el gran poema épico de Alonso de Ercilla.



Pero bueno: Los araucanos y etc. defendieron la causa realista porque en el siglo XVIII, ya en época borbónica, prácticamente se terminó la política bélica y se pasó a la política de los “parlamentos”; así, mientras que los araucanos reconocían la soberanía nominal del “Pichi-Rey”, para entrar en su territorio, había que tener un salvoconducto, y viceversa. Era una suerte de “autonomía”, de “confederación” dentro de la Monarquía Hispánica. Por fin se consiguió la paz. Y los araucanos supieron valorar eso, y sabían muy bien lo que se les venía encima si se rompía ese equilibrio que tanto había costado (4). Y de hecho, no les falló su intuición.

Los araucanos y etc. defendieron la causa realista porque en el siglo XVIII, ya en época borbónica, prácticamente se terminó la política bélica y se pasó a la política de los “parlamentos”;

Así las cosas, tenemos dos opciones: O seguimos creyendo en un indigenismo fabricado por patrones ideológicos europeos como el “buen salvaje” de Rousseau, amén del repruebo y la mentira, o empezamos a tratar la historia en su complejidad, edificando una historia crítica hispanoamericana que pueda liberarnos de tantas confusiones generadas tras doscientos años de mentiras. Todavía tenemos muchos duelos pendientes. El de los indios es uno de ellos.

NOTAS:

(1)Sobre Heraclio Bonilla: Conferencia Dr. Heraclio Bonilla - YouTube

(2) Recordando a Pancorvo: Carta póstuma a don José Antonio Pancorvo - La Abeja

(3) Sobre los Pincheiras, imprescindible el libro del historiador argentino QEPD José Manuel González:

Hispanidad: El dolor de los indios ante la independencia americana | SOMATEMPS - "CATALANITAT ÉS HISPANITAT" - SOMATEMPS
 
El Asedio de Castelnuovo tuvo lugar en 1539 y fue uno de los hechos heróicos más cantados en toda la Europa del siglo XVI. Un Tercio de españoles había defendido, hasta el último hombre, la ciudad de Castelnuovo en la costa adriática contra un ejército de 50.000 turcos.

El origen de este hecho de armas se encuentra en la creación de La Santa Liga contra el turco, por la amenaza que representaba para la cristiandad, y como no, para la ruta comercial de Oriente. La formaban España, Venecia, principal beneficiada, y el Papado. La liga reune una flota y un ejército para destruir el creciente poder turco en el Mediterráneo y en los Balcanes.

Para ello, la flota cristiana, acorrala a la turca en el puerto de Preveza, en la costa albanesa. Al mismo tiempo, un Tercio español de unos 3500 hombres, al mando del maestre de campo Francisco Sarmiento de Mendoza y Manuel, ocupa la plaza de Castelnuovo, actual Herzeg Novi en Montenegro a unos 40 km de la República de Ragusa (Dubrovnik), con el propósito de, una vez derrotada la flota turca, establecer una cabeza de puente por donde avanzar hacia el corazón de los dominios turcos en el continente europeo.

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Sin embargo, en el mar las cosas no salen bien, y la flota turca, al mando de Barbarroja, logra evadir el bloqueo de la flota cristiana y presentarle batalla. Los cristianos empezaban a tener desavenencias y no se toman el enfrentamiento con la suficiente determinación. Tras algunos combates aislados, los cristianos se retiran y los turcos quedan dueños del mar, lo que deja a la Liga en una situación delicada.

Con la alianza ya muy deteriorada, Venecia pide al emperador que se le que se le devuelva la plaza de Catelnuovo por estar situada en su zona de influencia, pero Carlos I se niega y Venecia rompe la alianza. ¿Qué podría haber motivado a Carlos I el negar aquella plaza a Venecia cuando no era de ninguna relevancia estratégica para el Imperio? Quizá la pregunta sea sencilla de contestar: fue un castigo a Sarmiento y a muchos de los soldados de su Tercio, que se habían amotinado con anterioridad en Milán cuando eran integrantes del Tercio Viejo de Lombardía.

En julio de 1539 Barbarroja comenzó los preparativos para asediar la fortaleza de Castelnuovo por tierra y mar. La flota turca, compuesta por 130 galeras, 70 galeotas y 20.000 soldados (de los que 4.000 eran jenízaros), bloquea el acceso al fiordo desde el mar. Por tierra, un ejército de 30.000 hombres dirigido por el Ulema de Bosnia se despliega a espaldas de la fortaleza.

A pesar de su gran superioridad, y de que los defensores no disponían de alimentos frescos, por tener España solo unas decenas de galeras en la costa adriática italiana, los primeros asaltos a la fortaleza son un fracaso. A medida que avanzaban los trabajos de sitio, los españoles veían con preocupación como los turcos se acercaban cada vez más a las murallas. Para intentar retrasar estos trabajos, los españoles deciden llevar a cabo una de las noches una encamisada. Unos 800 españoles, con los blusones blancos sobre sus vestimentas, salen silenciosamente de las murallas y espada y daga en mano cogen por sorpresa a un gran contingente de jenízaros al mando del capitán Agi, uno de los favoritos de Barbarroja, y acaban con todos, capitán incluido, retrasando los preparativos para el ataque a las murallas.

Los turcos, para ganar tiempo, decidieron entonces ofrecer una rendición honrosa a los sitiados, dando paso franco hasta Italia conservando armas y banderas, pero Sarmiento se niega a aceptarla, contestándoles desde la muralla que «viniesen cuando quisiesen». Barbarroja decide entonces recurrir a la famosa artillería de sitio turca, que había ordenado desplegar en lugares estratégicos durante el alto el fuego. A lo largo de varios días los grandes cañones de sitio que un día bombardearon Constantinopla asolaban ahora la plaza de Castelnuovo.

Cuando los turcos asaltaron las ruinas, tras abrir batería, los supervivientes los recibieron, como diría Pérez Reverte, a punta de moharra, espada y vizcaína, repartiendo leña, obligándolos a retirarse de nuevo con grandes pérdidas. En el ataque principal de aquel día los turcos sufrieron 6.000 muertos, por solo 50 los españoles, si bien muchos morirían posteriormente de sus heridas.

Con los muros derruidos por la artillería y expuestos a los ataques turcos, a los españoles no les quedan muchas alternativas. Se decide hacer otra encamisada en el campamento turco.

Esta vez 600 españoles salen de los escombros de Castelnuovo y se adentran en el campamento turco, donde cunde el pánico, provocando una estampida de tal magnitud en las filas otomanas que derribaron entre otras muchas tiendas, la almiranta de Barbarroja. La guardia personal del Almirante, temiendo el desastre, lo trasladaron contra su voluntad y junto con los estandartes a la seguridad de los barcos de la flota situada en el fiordo.

Tras la “razzia”, el asedio continuó. Ni siquiera cuando las estructuras defensivas se desmoronaron y los defensores quedaron reducidos a sólo 600 hombres, se rindieron los españoles. Sarmiento y todos sus capitanes perecieron en los últimos combates. En la última retirada hacia una torre de la ciudadela, le tiraron desde lo alto una soga a Sarmiento para que subiese, a lo que éste replicó “Nunca quiera Dios que yo me salve y mis capitanes mueran”.

Poco después, los 200 españoles, en su mayoría heridos, que aún quedaban en pie se rindieron. Algunos fueron ejecutados allí mismo, poco después de los últimos combates, y el resto fueron enviados como esclavos a Constantinopla, de donde unos 25 escaparon años después en una barcaza, llegando a costas de Sicilia. Los turcos habían perdido la escandalosa cifra de entre 20 y 24 mil hombres, entre ellos todos los jenízaros. Era 6 de agosto de 1539.

Uno de los ejecutados tras la batalla fue el capitán Machín de Munguía, que se había distinguido con su compañía de vizcaínos en la batalla de Preveza, defendiendo a uñas y dientes, con éxito, una galera veneciana averiada y acosada por varias naves turcas. Barbarroja le ofreció trabajar para él o la fin, prefirió la fin y fue decapitado allí mismo. Pérez Reverte le rinde homenaje en la entrega de “Corsarios de Levante” de Alatriste con el personaje llamado Machín de Gorostiola, también al frente de una compañía de Vizcaínos.

Este hecho de armas produjo gran admiración en Europa, comparando a estos españoles con héroes mitológicos, y provocó que se compusieran numerosos poemas y canciones. Estas estrofas son del poeta Gutierre de Cetina:

Que envuelta en vuestra sangre la llevastes;
Sino para probar que la memoria
De la dichosa fin que alcanzastes,
Se debe envidiar más que la victoria


Tercios de España – El Asedio de Castelnuovo (I) | Grupo de Estudios de Historia Militar
Tercios de España – El Asedio de Castelnuovo (II) | Grupo de Estudios de Historia Militar

Cuentan que Sarmiento pidio la rendicion de Barbarroja y sus huestes desde los alto de las murallas de la fortaleza. "No quieren rendirse" les espeto a sus hombres.

Las palabras de este fueron recogidas por sus hombres con carcajadas y gran alborozo.

Uno de ellos, un veterano arcabucero se frotaba las manos mientras se reía a carcajadas, algo que le llamó la atención a un joven soldado español, que le preguntó intrigado del por qué de su alegría si iban a morir. El veterano le respondió:

"calla bisoño, si ganamos mayor será el botín, si perecemos en el intento, mayor será la Gloria." :roto2: :Aplauso:
 
Cuando tomes un Taxi, acuérdate del Imperio Español

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La familia de los Tassis (o Taxis) desarrolló bajo tutela, amparo y protección de los Austrias Españoles el mayor monopolio postal conocido hasta entonces. Un monopolio basado en un fiable y “rápido” servicio de correos que permitía tener noticias frescas (teniendo en cuenta la época y los medios…) de todos los confines del Imperio.

Fue Carlos I quien decidió que Francisco de Tassis (Nacido en Lombardía y que ya había organizado tinglados de este estilo con su padre, Felipe el Hermoso, y con su abuelo el Emperador Maximiliano) fuera agraciado con ese difícil encargo. Él, Francisco, y su sobrino, Juan-Bautista, desarrollaron las rutas principales cuyo epicentro estuvo en Bruselas mientras Carlos I residió allí.

No penseis que era fácil… requería una organización importante y eficiente: la existencia de las postas (posadas 7×24) donde se disponga de caballos de refresco, personal formado, maestro de postas y postillones. Unos que regentan y organizan las posadas y otros que acompañan al correo en otro caballo para devolver a la posta de procedencia los dos caballos, el del postillón y el del correo, etc.. Una organización, la proporcionada por los Tassis, a la altura de las necesidades de Imperio al que servían.

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Iglesia du Notre-Dame du Sablon, Bruselas

La responsabilidad de dar servicio a un territorio tan amplio es el que hace que se estudien con exactitud los recorridos, las postas, los recambios de caballos, … la exigencia de mantener comunicado, por ejemplo, Madrid y Bruselas (1500 kilómetros en línea recta) en 10 días no daba lugar para muchos despistes. Las comunicaciones con todas las capitales tenían un Acuerdo de Nivel de Servicios (SLA’s les llaman ahora) de obligado cumplimiento.

A nadie se le escapa que las distancias (de entonces) requerían sistemas lo más rápido posible para que las informaciones o los mandatos de la Corte (correos aúlicos, por decirlo en ‘fisno’) no llegasen a su punto de recepción ya obsoletos, una cuestión que complicaba la gobernabilidad de los territorios desde la metrópoli (… qué dificil se antoja mantenerse informado y tomar decisiones acertadas sobre acontecimientos que se precipitan en Flandes, por ejemplo, como mínimo diez días después de que sucedan las cosas… y llegado el caso de decidir ¿te fías sólo de lo que te diga uno? ¿o pides más opiniones o más detalles? Por carta claro, suma y sigue … tal vez eso responda a la pregunta de por qué le llamaban a Felipe II el Rey Prudente)

Luego con el traslado de la Corte a España, el centro de las comunicaciones oficiales se trasladó a Madrid, ya con Felipe II (que bien pudera haber sido llamado “El rey escribano” y que hubiera sido feliz con el Word y 300 pulsaciones por minuto).

Así la Administración, quedaba conectada con todos los Estados de los que los Austrias Españoles eran soberanos en Europa (la propia Castilla y Aragón, Milán, Nápoles, Granada, Países Bajos, Franco-Condado). También las diferentes capitales europeas: Roma, Bruselas, Viena, Paris,… Sin olvidar Las Indias, donde también se organizó un servicio de Correo (en este caso la concesión de la explotación postal recayó en la familia Galíndez de Carvajal. La verdad es que queda mejor coger un ‘Taxi’ que coger un ‘Galíndez’, todo hay que decirlo…). En definitiva los Austrias Españoles crean el primer servicio de correos oficial realmente internacional (¿mundial? ¿global?).


La Familia Tassis, para hacerse cargo del reto, coloca a los suyos en puestos clave creados a tal fin en cada uno de los territorios para organizar de la manera adecuada el Servicio. Así los Tassis se reparten en varias ramas, a su vez conectadas, y que utilizan métodos homogéneos para la comunicación postal.


La rama principal, como es lógico, se mantuvo cerca del poder establecido: Así Carlos I nombra Francisco de Tassis Correo Mayor General, a la fin de éste nombra al sobrino, Juan-Bautista (ya con el Título de Correo Mayor y Maestro General de Postas ). Luego hereda el título y el cargo su hijo mayor Raimundo de Tassis, que ya desarrolla su labor desde España, y de éste lo hereda a su vez su hijo Juan de Tassis y Acuña (nacido en España).

Así, el primer “Tassis español” está enterrado en el convento de San Agustín de Valladolid (por si quereis hacerle una visita a poco que tengais un rato). También merece la pena visitar a los Tassis de la rama flamenca que tienen una magnífica capilla en la archiconocida Iglesia de Nuestra Señora del Sablon.

Pero vamos es poco importante que se haga referencia al Taxi español o al flamenco, lo cierto es que cuando te subas a un Taxi bien harías en recordar que el Imperio español ayudó de una manera decisiva a comunicar cuatro continentes y a sus habitantes. Si eso no es mejorar el mundo…



PD1: El establecimiento de las postas era la respuesta a las exigencias de las velocidades en el tras*porte de la corresponencia. En terreno llano, un caballo al paso suele hacer unos 6 ó 7 Km/h.; al trote, 12 ó 13, y al galope, 24 ó 25. Ahora bien, en el primer modo de marcha su resistencia física le permite andar nueve o diez horas diarias, mientras que al trote se reduce su andadura a sólo tres horas, y al galope, a hora u hora y media. Con una pendiente media del camino del 3 ó 4 por 100, las velocidades pueden disminuir hasta un 50-60%.

PD2: Con sólo un caballo y un jinete se podía recorrer al día unos 50 ó 60 Km, mientras que con postas, a 20 Km de distancia unas a otras, podrían hacerse de 15 a 20 Km a la hora, cambiando de montura, con lo que en ocho o diez horas de caminar se podía llegar a 150 ó 200 Km diarios, que, como término medio, corresponde a las velocidades exigidas en el arrendamiento del servicio de correos de los Austrias Españoles a la familia Tassis. Eso sí, el jinete, petado.

Cuando tomes un Taxi, acuérdate del Imperio Español - El Camino Español
 
El Asedio de Castelnuovo tuvo lugar en 1539 y fue uno de los hechos heróicos más cantados en toda la Europa del siglo XVI. Un Tercio de españoles había defendido, hasta el último hombre, la ciudad de Castelnuovo en la costa adriática contra un ejército de 50.000 turcos.

El origen de este hecho de armas se encuentra en la creación de La Santa Liga contra el turco, por la amenaza que representaba para la cristiandad, y como no, para la ruta comercial de Oriente. La formaban España, Venecia, principal beneficiada, y el Papado. La liga reune una flota y un ejército para destruir el creciente poder turco en el Mediterráneo y en los Balcanes.

Para ello, la flota cristiana, acorrala a la turca en el puerto de Preveza, en la costa albanesa. Al mismo tiempo, un Tercio español de unos 3500 hombres, al mando del maestre de campo Francisco Sarmiento de Mendoza y Manuel, ocupa la plaza de Castelnuovo, actual Herzeg Novi en Montenegro a unos 40 km de la República de Ragusa (Dubrovnik), con el propósito de, una vez derrotada la flota turca, establecer una cabeza de puente por donde avanzar hacia el corazón de los dominios turcos en el continente europeo.

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Sin embargo, en el mar las cosas no salen bien, y la flota turca, al mando de Barbarroja, logra evadir el bloqueo de la flota cristiana y presentarle batalla. Los cristianos empezaban a tener desavenencias y no se toman el enfrentamiento con la suficiente determinación. Tras algunos combates aislados, los cristianos se retiran y los turcos quedan dueños del mar, lo que deja a la Liga en una situación delicada.

Con la alianza ya muy deteriorada, Venecia pide al emperador que se le que se le devuelva la plaza de Catelnuovo por estar situada en su zona de influencia, pero Carlos I se niega y Venecia rompe la alianza. ¿Qué podría haber motivado a Carlos I el negar aquella plaza a Venecia cuando no era de ninguna relevancia estratégica para el Imperio? Quizá la pregunta sea sencilla de contestar: fue un castigo a Sarmiento y a muchos de los soldados de su Tercio, que se habían amotinado con anterioridad en Milán cuando eran integrantes del Tercio Viejo de Lombardía.

En julio de 1539 Barbarroja comenzó los preparativos para asediar la fortaleza de Castelnuovo por tierra y mar. La flota turca, compuesta por 130 galeras, 70 galeotas y 20.000 soldados (de los que 4.000 eran jenízaros), bloquea el acceso al fiordo desde el mar. Por tierra, un ejército de 30.000 hombres dirigido por el Ulema de Bosnia se despliega a espaldas de la fortaleza.

A pesar de su gran superioridad, y de que los defensores no disponían de alimentos frescos, por tener España solo unas decenas de galeras en la costa adriática italiana, los primeros asaltos a la fortaleza son un fracaso. A medida que avanzaban los trabajos de sitio, los españoles veían con preocupación como los turcos se acercaban cada vez más a las murallas. Para intentar retrasar estos trabajos, los españoles deciden llevar a cabo una de las noches una encamisada. Unos 800 españoles, con los blusones blancos sobre sus vestimentas, salen silenciosamente de las murallas y espada y daga en mano cogen por sorpresa a un gran contingente de jenízaros al mando del capitán Agi, uno de los favoritos de Barbarroja, y acaban con todos, capitán incluido, retrasando los preparativos para el ataque a las murallas.

Los turcos, para ganar tiempo, decidieron entonces ofrecer una rendición honrosa a los sitiados, dando paso franco hasta Italia conservando armas y banderas, pero Sarmiento se niega a aceptarla, contestándoles desde la muralla que «viniesen cuando quisiesen». Barbarroja decide entonces recurrir a la famosa artillería de sitio turca, que había ordenado desplegar en lugares estratégicos durante el alto el fuego. A lo largo de varios días los grandes cañones de sitio que un día bombardearon Constantinopla asolaban ahora la plaza de Castelnuovo.

Cuando los turcos asaltaron las ruinas, tras abrir batería, los supervivientes los recibieron, como diría Pérez Reverte, a punta de moharra, espada y vizcaína, repartiendo leña, obligándolos a retirarse de nuevo con grandes pérdidas. En el ataque principal de aquel día los turcos sufrieron 6.000 muertos, por solo 50 los españoles, si bien muchos morirían posteriormente de sus heridas.

Con los muros derruidos por la artillería y expuestos a los ataques turcos, a los españoles no les quedan muchas alternativas. Se decide hacer otra encamisada en el campamento turco.

Esta vez 600 españoles salen de los escombros de Castelnuovo y se adentran en el campamento turco, donde cunde el pánico, provocando una estampida de tal magnitud en las filas otomanas que derribaron entre otras muchas tiendas, la almiranta de Barbarroja. La guardia personal del Almirante, temiendo el desastre, lo trasladaron contra su voluntad y junto con los estandartes a la seguridad de los barcos de la flota situada en el fiordo.

Tras la “razzia”, el asedio continuó. Ni siquiera cuando las estructuras defensivas se desmoronaron y los defensores quedaron reducidos a sólo 600 hombres, se rindieron los españoles. Sarmiento y todos sus capitanes perecieron en los últimos combates. En la última retirada hacia una torre de la ciudadela, le tiraron desde lo alto una soga a Sarmiento para que subiese, a lo que éste replicó “Nunca quiera Dios que yo me salve y mis capitanes mueran”.

Poco después, los 200 españoles, en su mayoría heridos, que aún quedaban en pie se rindieron. Algunos fueron ejecutados allí mismo, poco después de los últimos combates, y el resto fueron enviados como esclavos a Constantinopla, de donde unos 25 escaparon años después en una barcaza, llegando a costas de Sicilia. Los turcos habían perdido la escandalosa cifra de entre 20 y 24 mil hombres, entre ellos todos los jenízaros. Era 6 de agosto de 1539.

Uno de los ejecutados tras la batalla fue el capitán Machín de Munguía, que se había distinguido con su compañía de vizcaínos en la batalla de Preveza, defendiendo a uñas y dientes, con éxito, una galera veneciana averiada y acosada por varias naves turcas. Barbarroja le ofreció trabajar para él o la fin, prefirió la fin y fue decapitado allí mismo. Pérez Reverte le rinde homenaje en la entrega de “Corsarios de Levante” de Alatriste con el personaje llamado Machín de Gorostiola, también al frente de una compañía de Vizcaínos.

Este hecho de armas produjo gran admiración en Europa, comparando a estos españoles con héroes mitológicos, y provocó que se compusieran numerosos poemas y canciones. Estas estrofas son del poeta Gutierre de Cetina:

Que envuelta en vuestra sangre la llevastes;
Sino para probar que la memoria
De la dichosa fin que alcanzastes,
Se debe envidiar más que la victoria


Tercios de España – El Asedio de Castelnuovo (I) | Grupo de Estudios de Historia Militar
Tercios de España – El Asedio de Castelnuovo (II) | Grupo de Estudios de Historia Militar


Podrías añadir la isla,sorry, costa de las cabezas cortadas o Asedio de Smerwick en el que todo un fuerte lleno de españoles fue traicionado por su fistro e italiano capitán rindiéndolo a los tres días de asedio. El resultado: 600 soldados españoles y algunos hombres mujeres y niños civiles fueron decapitados sin piedad quedando de dicho hecho el triste recuerdo de éste lóbrego monumento y fosas en las dunas cercanas que devuelven a los muertos tras tempestades.


ESPAÑOLES EN LA IRLANDA DEL SIGLO XVII


¨Fuerte del Oro o Fuerte de Smerwick, en Iranda

Muy cerca del pequeño pueblo de Dingle (Irlanda) se sitúa el Fuerte del Oro o Fuerte de Smerwick. Un lugar misterioso marcado por la fin de más de 600 españoles en 1580.
Desde entonces, es considerada por muchos como una zona maldita y ocasionalmente, aparecen vecinos que atestiguan todo tipo de fenómenos extraños.

Las verdes tierras del sudoeste de Irlanda fueron testigo en el siglo XVI de una de las matanzas más trágicas de su historia. Eran tiempos de guerra y por entonces, el enfrentamiento directo entre los valedores del Catolicismo y los defensores del Protestantismo configuró un panorama político y religioso totalmente intranquilo. Como resultado, más de 600 españoles fueron brutalmente asesinados. P.. ingleses…



Los hechos tuvieron lugar a partir del 10 de septiembre de 1580, cuando un numeroso grupo de españoles e italianos, acompañados por el capitán Sebastiano de San Giuseppe, llegaron en barco a la costa irlandesa para prestar su apoyo a las tropas católicas locales. Sin embargo, tras varios meses establecidos en el denominado Fuerte del Oro o Fuerte de Smerwick (Dún an Óir, en gaélico), fueron sorprendidos por más de 4.000 soldados británicos que les acorralaron por tierra y mar.
El asedio duró muy poco tiempo. En tan sólo tres días, Sebastiano de San Giuseppe se rindió, a pesar de tener víveres suficientes para resistir y contar con el apoyo de todos sus valientes soldados como el del español Hércules de Pisano.
De esta manera, las tropas británicas de Lord Grey de Wilton entraron en la fortaleza y ordenaron la matanza de los más de 600 españoles, italianos e irlandeses que habían acudido hasta allí en busca de protección. Hombres, mujeres y niños fueron maniatados y uno a uno, fueron degollados delante de sus propios compañeros.
Tras la tragedia, los cuerpos fueron arrojados por el acantilado cercano a Dún an Óir y cuentan, que semana tras semana, muchos de ellos aparecían flotando en el mar, cerca de la bahía de Smerwick.
Desde un primer momento, los lugareños que iban hallando los restos de los caídos procedieron a enterrarlos en las dunas de arena de las playas aledañas. Un hecho que ha producido que, siglos después, se hayan seguido encontrando piezas óseas en aquel lugar.
Un entorno del que ya quedan pocos recuerdos. Tan sólo un monolito conmemorativo y alguna que otra piedra de la antigua fortificación. Sin embargo, son muchos los vecinos que aseguran, a día de hoy, que Smerwick está maldito y que, en ocasiones, pueden escucharse los desgarradores gritos y lamentos del pasado.¨

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Traicionados por un italiano, de qué me sonará eso?.:S




Un blog con información profusa sobre el tema en inglés donde se mencionan los macabros descubrimientos que aún siguen haciendo los lugareños aunque se aclara que esos presuntos descubrimientos quizás hayan sido magnificados para atraer a turistas morbosos (se habla de racimos de calaveras mecidas por las olas cuando en realidad todas las cabezas fueron sepultadas en un sitio y no enterradas en las dunas o tiradas al mar):

Dún An Óir (Fort del Oro) | Voices from the Dawn
 
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