TedKord
Madmaxista
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Ha sido una tras*formación radical. Mi mente ha suprimido cualquier atisbo de sentimientos afectivos hacia los que me rodean.
Comencé con lo "fácil": Conocidos, colegas, etc. He hecho una purga salvaje, he ido dejando a todo Dios de lado inmisericordemente, y el que se ponía insistente preocupándose, directamente al carrer.
Primos, tíos y cosas varias similares ya es que ni les hablo. Para mí no existen. Los considero guano. Sus vidas me importan CERO. Creo que sólo les volveré a ver las caras en el funeral de mis padres cuando toque (Y si yo estoy vivo en ese entonces) y después de eso nunca jamás. No me molestaré ni en ir al de mis tíos cuando la diñen.
Luego pasó a mi pareja. Relación de un montón de años. en 24 horas pasé de tenerle un amor infinito a la nada. No sentir nada por esa persona. Le he dado la patada. He hecho lo imposible para que se pirase de casa y mandarla a tomar viento. La verdad es que me ha puesto todas las facilidades del mundo. Yo en plan orate manipulándolo haciéndole ver que sería temporal, ahora ya a la cosa, ni me molesto en esconderme. Y todavía me quiere, manda narices. Su fruta familia no me habla y me regocijo de ello. Si alguno me viene es que me meo en su cara. Ahora me toca limar algunos flecos de cosas en común tipo seguros y cuentas y ojalá no volver a saber de él en la vida.
Los únicos que soporto son mis padres, porque son unos santos. Mi hermano, mira, hablamos de Pascuas a Ramos, me llevo normal tirando a bien. Puedo soportar mandar un wassap una vez al mes diciendo "Qué tal todo? " Ha Pues bien" "Me alegro". Mi cuñada es otro tema. Si nos encontramos y me suelta la más mínima, posiblemente le diga cualquier cosa sólo por el placer de enemistarme con ella. En cuanto a mis padres, pues cada vez espacío más el tiempo que los veo, pero de momento se salvan de mi purga orate, además están mayores. Ya tienen patente de corso y son los únicos con los que voy a seguir como siempre.
Lo fuerte de este proceso es que ha durado SÓLO meses. Yo hace un año me llevaba de querida progenitora con toda esa gente, era una persona feliz y "normal". Además no soy un incel ni nada, a ver, soy homo, mi pareja me daba permiso siempre que quería para hacer lo que me daba la gana. Se quería diversión, sólo tenía que poner el grndr o ir a una sauna y me hinchaba a amar, y mi pareja lo aceptaba sin jamás ni el más mínimo reproche.
Mi familia adoraba a mi pareja y su familia me adoraba a mí. Éramos los hijos/sobrinos 10.
Pues eso, hasta el año pasado todo bien, y de repente, en septiembre del año pasado, un día me voló el cerebro. Es una sensación inexplicable. Como si de pronto fuese incapaz de sentir empatía, ni sentimientos hacia nadie. Como una epifanía. Me la rezuma todo, sólo tengo una frialdad total. Lo que me flipa ha sido el proceso. Fue un click en mi cerebro y a tomar por ojo ciego todo. Lo estropeado es que estoy mejor que nunca, en la GLORIA. Haber hecho todo esto ha sido la mejor terapia de mi vida, aunque a veces me pregunto si no habrá sido alguna ida de olla mental-química de alguna medicación (Sí kakunado).
Comencé con lo "fácil": Conocidos, colegas, etc. He hecho una purga salvaje, he ido dejando a todo Dios de lado inmisericordemente, y el que se ponía insistente preocupándose, directamente al carrer.
Primos, tíos y cosas varias similares ya es que ni les hablo. Para mí no existen. Los considero guano. Sus vidas me importan CERO. Creo que sólo les volveré a ver las caras en el funeral de mis padres cuando toque (Y si yo estoy vivo en ese entonces) y después de eso nunca jamás. No me molestaré ni en ir al de mis tíos cuando la diñen.
Luego pasó a mi pareja. Relación de un montón de años. en 24 horas pasé de tenerle un amor infinito a la nada. No sentir nada por esa persona. Le he dado la patada. He hecho lo imposible para que se pirase de casa y mandarla a tomar viento. La verdad es que me ha puesto todas las facilidades del mundo. Yo en plan orate manipulándolo haciéndole ver que sería temporal, ahora ya a la cosa, ni me molesto en esconderme. Y todavía me quiere, manda narices. Su fruta familia no me habla y me regocijo de ello. Si alguno me viene es que me meo en su cara. Ahora me toca limar algunos flecos de cosas en común tipo seguros y cuentas y ojalá no volver a saber de él en la vida.
Los únicos que soporto son mis padres, porque son unos santos. Mi hermano, mira, hablamos de Pascuas a Ramos, me llevo normal tirando a bien. Puedo soportar mandar un wassap una vez al mes diciendo "Qué tal todo? " Ha Pues bien" "Me alegro". Mi cuñada es otro tema. Si nos encontramos y me suelta la más mínima, posiblemente le diga cualquier cosa sólo por el placer de enemistarme con ella. En cuanto a mis padres, pues cada vez espacío más el tiempo que los veo, pero de momento se salvan de mi purga orate, además están mayores. Ya tienen patente de corso y son los únicos con los que voy a seguir como siempre.
Lo fuerte de este proceso es que ha durado SÓLO meses. Yo hace un año me llevaba de querida progenitora con toda esa gente, era una persona feliz y "normal". Además no soy un incel ni nada, a ver, soy homo, mi pareja me daba permiso siempre que quería para hacer lo que me daba la gana. Se quería diversión, sólo tenía que poner el grndr o ir a una sauna y me hinchaba a amar, y mi pareja lo aceptaba sin jamás ni el más mínimo reproche.
Mi familia adoraba a mi pareja y su familia me adoraba a mí. Éramos los hijos/sobrinos 10.
Pues eso, hasta el año pasado todo bien, y de repente, en septiembre del año pasado, un día me voló el cerebro. Es una sensación inexplicable. Como si de pronto fuese incapaz de sentir empatía, ni sentimientos hacia nadie. Como una epifanía. Me la rezuma todo, sólo tengo una frialdad total. Lo que me flipa ha sido el proceso. Fue un click en mi cerebro y a tomar por ojo ciego todo. Lo estropeado es que estoy mejor que nunca, en la GLORIA. Haber hecho todo esto ha sido la mejor terapia de mi vida, aunque a veces me pregunto si no habrá sido alguna ida de olla mental-química de alguna medicación (Sí kakunado).
