Es verdad que hay muchos (demasiados) de mis compatriotas que son unos aprovechadores. Esto sin contar a los evidentes aprovechadores que parasitan la sociedad cobrando "paguitas".
Sin embargo esa "astucia" no fue siempre tan generalizada. En mi país existió y se usaba a menudo la palabra "gauchada", que se define como a continuación:
Ver archivo adjunto 850168
Una palabra de uso muy común en todo ámbito y que, por tanto, forjaba un espíritu amable, hospitalario, colaborativo. Por ejemplo, hace poco se me quedó el coche en la calle. No quería pedir ayuda así que traté de empujarlo para ver si podía hacerlo encender, y un par de personas que pasaban por allí me ayudaron sin conocerme ni que se los pidiera. Ayudar desinteresadamente es algo que existe en todas partes, pero el término estaba muy arraigado por estos lares.
Sin embargo todo se corrompió hace unas décadas. En principio recuerdo los chistes que se contaban en la década del 90. Cito uno tal como lo recuerdo, que te dará una buena idea de cómo se re-programó a la gente para convertirla de honesta y servicial en egoísta e inescrupulosa (que siempre hubo pero no eran tantos ni tan me gusta la fruta):
Hoy es difícil confiar en nadie. Pero te aseguro que la poca gente que se mantiene honesta entre tanta corrupción vale muchísimo, porque ha pasado por mil pruebas y aún así se mantiene limpia.
De todos modos, a juzgar por los comentarios del hilo, ustedes los españoles no confían uno en el otro tampoco, así que no habría diferencia en ese aspecto.